(ZENIT – 12 sept. 2019).- «Iré a España, si vivo, pero la prioridad de viajar a Europa es para los países pequeños, luego para los grandes», respondió el Papa a la periodista española Cristina Cabrejas, de la agencia EFE, en el vuelo de regreso del viaje a Mozambique, Madagascar y Mauricio.
En los últimos vuelos, otros periodistas españoles, como Eva Fernández, de COPE, han invitado al Papa Francisco a viajar al país, en concreto, ante la posibilidad de viajar en 2021 a España con ocasión del año Santo Xacobeo y los 500 años de la conversión de San Ignacio de Loyola.
Para que lleve a cabo una visita del Papa a un país, se requiere en primer lugar la invitación de la jefatura del Estado y al mismo tiempo, se necesita la del Gobierno y la Conferencia Episcopal del país en cuestión. Estos dos últimos deben ponerse de acuerdo para cuestiones de logística, conveniencia, seguridad…
Desde la jefatura del Estado español, tanto el rey Juan Carlos (hoy emérito) como el actual, el rey Felipe VI, han invitado al Papa argentino en sus encuentros personales. El primero visitó al Pontífice como jefe de Estado por última vez el 28 de abril de 2014 y el rey Felipe VI sólo le ha visitado una ocasión: el 30 de junio de ese mismo año, once días después de ser proclamado tras la abdicación de su padre.
Por parte de los obispos españoles la invitación es «permanente», según ha señalado fuentes de la Conferencia Episcopal. Algunos motivos para una posible visita del Papa son: el centenario de la Universidad de Salamanca que acaba de concluir, el octavo centenario de la Catedral de Burgos o el Año Santo Compostelano (ambos tendrán lugar en 2021).
España fue un destino preferente para los predecesores de Francisco. Benedicto XVI viajó en tres ocasiones, así como a su Alemania natal. Juan Pablo II estuvo cinco veces, solo superado por Francia, Estados Unidos y su Polonia natal. Francisco no ha viajado a España, pero tampoco a su Argentina natal.