(ZENIT – 17 sept. 2019).- Hoy, 17 de septiembre de 2019, el Papa Francisco recibió en audiencia a Su Santidad Bartolomé I, Patriarca Ecuménico de Constantinopla, y a su séquito.
Según, informa la Oficina de Prensa de la Santa Sede, el encuentro tuvo lugar en un «ambiente fraterno» y fue seguido de un almuerzo con las respectivas delegaciones en la Casa Santa Marta.
Antes de la reunión, por invitación de Mons. Semeraro, secretario del Consejo Cardenalicio, el Patriarca saludó brevemente a los cardenales miembros del Consejo, reunido en estos días, e hizo hincapié en el valor de la sinodalidad en la Iglesia Ortodoxa, asegurándoles sus oraciones.
Visita a Italia
De acuerdo a la información ofrecida por L’Osservatore Romano en su edición del 18 de septiembre, el Patriarca y sus acompañantes se encuentran estos días en Italia para mantener una serie de reuniones.
Así, el lunes 16 por la tarde, el Patriarca participó en la inauguración del vigésimo cuarto Congreso Internacional de la Society for the Law of Eastern Churches (Sociedad para el Derecho de las Iglesias Orientales) en el Pontificio Instituto Oriental.
El miércoles 18 y el jueves 19 Bartolomé estará en Lungro, en la provincia de Cosenza, para rememorar el centenario de la constitución apostólica Catholici fideles con la que Benedicto XV erigió la eparquía del pueblo italo-albanés de la Italia continental.
Carta del Papa Francisco
El pasado 13 de septiembre, el Papa Francisco envió a Bartolomé I una carta en la que explicaba el significado del regalo que entregó a su delegación ecuménica durante la festividad de san Pedro y san Pablo (29 de junio): un relicario que contiene 9 fragmentos de los huesos del apóstol Pedro y que forma parte de un gran grupo conservado en la necrópolis del Vaticano.
El Santo Padre indica en dicha misiva que este presente fue realizado porque “sintió” que resultaría significativo que algunos fragmentos de las reliquias del apóstol Pedro se colocasen junto a las del apóstol Andrés, patrono celestial de la Iglesia de Constantinopla.
“La reunificación de las reliquias de los dos apóstoles puede ser también un recordatorio y un estímulo constante para que, en este camino en curso, nuestras diferencias no sean ya un obstáculo a nuestro testimonio común y a nuestra misión evangelizadora al servicio de la familia humana”, resaltó el Pontífice.