Audiencia con la Sociedad para el Derecho de las Iglesias Orientales, 19 sept. 2019 © Vatican Media

Sociedad de Derecho de Iglesias Orientales: La sinolidad, “un desafío ecuménico”

Saludo del Santo Padre

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(ZENIT- 19 sept. 2019).­- El Papa Francisco ha indicado que la sinodalidad es “un desafío ecuménico», pues «el compromiso de edificar una Iglesia sinodal, -misión a la cual todos estamos llamados, cada uno en el papel que el Señor le confía, está grávido de implicaciones ecuménicas» (Discurso con ocasión del 50º aniversario de la fundación del Sínodo de los Obispos, 17 de octubre de 2015)”.

Audiencia con la Sociedad para el Derecho de las Iglesias Orientales, 19 sept. 2019 © Vatican Media

En la mañana de hoy, 19 de septiembre de 2019, el Santo Padre recibió en audiencia a los participantes en la conferencia organizada por la Sociedad para el Derecho de las Iglesias Orientales con motivo del 50 aniversario de su fundación.

Importancia del Derecho Canónico

El Papa resalto el papel fundamental de esta sociedad, que reúne a expertos de diferentes Iglesias, Orientales católicas, Ortodoxas y Ortodoxas orientales, para el diálogo ecuménico: “¡Cuántas cosas podemos aprender unos de otros! En todos los campos de la vida eclesial: en la teología, en la vida espiritual y litúrgica, en la actividad pastoral y, por supuesto, también en el Derecho Canónico”, apuntó.

SS. Francesco – Sala Clementina: Società per il Diritto delle Chiese Orientali 19-09-2019

Efectivamente, Francisco expuso que el Derecho Canónico es esencial para el diálogo ecuménico, ya que muchos de los diálogos entre la Iglesia Ortodoxa y la Católica son de carácter eclesiológico y “por lo tanto, también tienen una dimensión canónica, en cuanto que la eclesiología se expresa en las instituciones y en el derecho de las Iglesias”.

Sinodalidad

Para mostrar la dimensión ecuménica del Derecho Canónico el Pontífice puso el ejemplo de la sinodalidad, traducida en determinadas instituciones y procedimientos de la Iglesia: “Por una parte, tenemos la posibilidad de aprender de la experiencia sinodal de otras tradiciones, especialmente las de las Iglesias orientales (cf. Exhortación Apostólica Evangelii Gaudium, 246). Por otra parte, está claro que la manera en que la Iglesia Católica vive la sinodalidad es importante para sus relaciones con otros cristianos”.

SS. Francesco – Sala Clementina: Società per il Diritto delle Chiese Orientali 19-09-2019

Y después, el Papa Francisco señaló que el estudio que realiza esta sociedad tiene una dimensión sinodal “camináis juntos y, escuchándoos unos a otros, confrontáis vuestras tradiciones y experiencias para encontrar caminos hacia una plena unidad”.

Finalmente, el Santo Padre agradeció el trabajo de la Sociedad para el Derecho de las Iglesias Orientales que “será de gran ayuda no solo para el desarrollo del Derecho Canónico, sino sobre todo para acercarnos cada vez más al cumplimiento de la oración del Señor: ‘Que todos sean uno, […] para que el mundo crea’ (Jn 17,21)”.

A continuación sigue el saludo completo del Papa Francisco.

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Saludo del Santo Padre

Queridos hermanos y hermanas, ¡buenos días!

Saludo cordialmente a todos vosotros, al Presidente, a quien agradezco sus palabras, y a todos los profesores y expertos en Derecho Canónico que son miembros de la Sociedad de Derecho de las Iglesias Orientales. Os felicito por el cincuentenario de la Sociedad, fundada aquí en Roma en 1969, poco después del Concilio Vaticano II. El Padre Ivan Žužek, que tanto trabajó en el Código de los Cánones de las Iglesias Orientales, fue su fundador y creador. Os doy las gracias por vuestra visita, y también porque vuestro Jubileo me ha ofrecido la alegría de abrazar a mi querido hermano, el Patriarca Bartolomé, primer Vicepresidente de la Sociedad.

La actividad de estudio de la Sociedad, que reúne a expertos de diferentes Iglesias, Orientales católicas,  Ortodoxas y Ortodoxas orientales, es una ayuda fundamental para el diálogo ecuménico. ¡Cuántas cosas podemos aprender unos de otros! En todos los campos de la vida eclesial: en la teología, en la vida espiritual y litúrgica, en la actividad pastoral y, por supuesto, también en el derecho canónico.

El derecho canónico es esencial para el diálogo ecuménico. Muchos de los diálogos teológicos que la Iglesia Católica lleva a cabo, particularmente con la Iglesia Ortodoxa y las Iglesias Ortodoxas orientales, son de naturaleza eclesiológica. Por lo tanto, también tienen una dimensión canónica, en cuanto que la eclesiología se expresa en las instituciones y en el derecho de las Iglesias. Por lo tanto, está claro que el derecho canónico no es sólo una ayuda para el diálogo ecuménico, sino que es una dimensión esencial del mismo. Por otra parte, es obvio que el diálogo ecuménico es también un enriquecimiento para el derecho canónico.

Quisiera poner un ejemplo: el de la sinodalidad. La sinodalidad, traducida en determinadas instituciones y procedimientos de la Iglesia, muestra bien la dimensión ecuménica del derecho canónico. Por una parte, tenemos la posibilidad de aprender de la experiencia sinodal de otras tradiciones, especialmente las de las Iglesias orientales (cf. Exhortación Apostólica Evangelii Gaudium, 246). Por otra parte, está claro que la manera en que la Iglesia Católica vive la sinodalidad es importante para sus relaciones con otros cristianos. Es un desafío ecuménico. En efecto, «el compromiso de edificar una Iglesia sinodal, -misión a la cual todos estamos llamados, cada uno en el papel que el Señor le confía, está grávido de implicaciones ecuménicas» (Discurso con ocasión del 50º aniversario de la fundación del Sínodo de los Obispos, 17 de octubre de 2015).

Basado en la herencia canónica común del primer milenio, el diálogo teológico actual entre la Iglesia Católica y la Iglesia Ortodoxa busca precisamente una comprensión común de la primacía y la sinodalidad, y de sus interrelaciones, al servicio de la unidad de la Iglesia.

Queridos amigos, vuestro estudio tiene también una dimensión sinodal: camináis juntos y, escuchándoos unos a otros, confrontáis vuestras tradiciones y experiencias para encontrar caminos hacia una plena unidad. Agradezco vuestro trabajo que, estoy seguro, será de gran ayuda no sólo para el desarrollo del derecho canónico, sino sobre todo para acercarnos cada vez más al cumplimiento de la oración del Señor: «Que todos sean uno, […] para que el mundo crea» (Jn 17,21).

Sobre vuestra Sociedad invoco la bendición de Dios y os encomiendo a la Virgen María, para que con afecto materno vele por vosotros. Os aseguro mi oración, y también os pido que recéis por mí. ¡Gracias!

© Librería Editorial Vaticana

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Larissa I. López

Larissa I. López es licenciada en Comunicación Audiovisual por la Universidad de Sevilla, Máster en Artes de la Comunicación Corporativa y Doctora en Comunicación por la Universidad CEU San Pablo de Madrid. Su trayectoria profesional ha transcurrido entre el ámbito de la comunicación y el de la docencia. Como redactora, ha colaborado con medios como Aceprensa, Pantalla 90 o CinemaNet. Como profesora, por su parte, ha impartido clases en la universidad y en centros de FP y bachillerato. En estos últimos realizaba también tareas relacionadas con la comunicación (redes sociales y edición de contenidos). Cordobesa de nacimiento también ha vivido en Sevilla, Madrid y Roma.

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