(ZENIT – 8 oct. 2019).- El cardenal Pedro Ricardo Barreto Jimeno, arzobispo de Huancayo (Perú), Vicepresidente de la Red Eclesial Panamazónica, ha participado este mediodía, martes, 8 de octubre de 2019, en la rueda de prensa celebrada en la Oficina de Prensa de la Santa Sede.
La Amazonía es un “terreno disputado desde diversos frentes, es una población que está sufriendo de manera constante en la historia, y la Iglesia no es que se esté preocupando recién ahora de la problemática de las poblaciones originarias”, sino que “está continuando esta tradición desde el inicio de anunciar el Evangelio de Jesús respetando la vida y la dignidad de las personas humanas”.
El pastor peruano jesuita es, junto al cardenal Cláudio Hummes, uno de los fundadores de la REPAM, organización eclesial creada en septiembre de 2014 en Brasilia (Brasil). Pedro Barreto ha repasado brevemente la preocupación de la Iglesia por el sufrimiento de las comunidades indígenas, citando la carta de Benedicto IX en 1741, el Papa Benedicto IX y la breve encíclica de San Pío X, en 1912, sobre el genocidio cauchero, que abarcó varios países de la Amazonía.
“Tenemos que reconocer como Iglesia en este proceso evangelizador de más de 500 años ha habido luces muy fuertes, ha habido martirio de religiosos, de sacerdotes… de laicos, de indígenas, que por defender la vida, su territorio, han ofrendado lo mejor de sí. Pero también reconocemos que ha habido sombras: como dijo el Papa Francisco no se puede imponer el Evangelio, es una invitación muy especial”.
Hermano Francisco
En este contexto, el vicepresidente de la REPAM ha apuntado que el Papa Francisco, quien convocó este Sínodo Especial para la Región Panamazónica, y se encontró con los pueblos indígenas de Perú, ha sido el único que ha querido escuchar a los pueblos originarios.
Yo escuché –ha relatado Barreto– de una indígena amazónica en uno de los eventos de preparación al Sínodo que dijo: “Los políticos no tienen tiempo para escucharnos. Los sectores diversos de la sociedad mucho menos, pero el Papa Francisco –nuestro hermano Francisco, como lo llaman– sí tiene tiempo y invita a la Iglesia de todo el mundo, no solo a la Iglesia en la Amazonía, a escucharnos”.
Así, el cardenal ha exhortado a “reconocer la sabiduría ancestral de los pueblos amazónicos, incluso podríamos afirmar: de los pueblos originarios de todo el mundo”. A pesar de la gran diversidad y variedad de pueblos originarios, se puede percibir entre ellos la “unidad en la defensa de la vida, en la defensa del territorio, en la defensa del bosque”.
Gran responsabilidad del Sínodo
Personalmente, el pastor amazónico ha expresado: “He querido y quiero mucho a los indígenas, pero ahora mucho más, porque me han enseñado, desde la gran universidad de la vida, del encuentro con la tierra, del encuentro con los hermanos y del encuentro con este Dios creador, y a través de ellos me han evangelizado, y me siguen evangelizando”.
“La esperanza no acaba, la esperanza continúa viva”, esta es la frase que utilizó una mujer indígena aquí en Roma sobre qué esperaba del Sínodo, ha narrado Barreto. “Esto es tan esencial para ayudarnos a nosotros en una sociedad tecnócrata, que vive deprimida con tantas divisiones económicas que esta hermana, representante de las comunidades indígenas, afirme con claridad en medio de tantas dificultades que están viviendo ‘la esperanza no acaba’, y esta es la gran responsabilidad de este Sínodo”.
“Yo le pido a Dios y le pido por intercesión de san Francisco de Asís –ha concluido el jesuita– que ustedes, que viven aquí en Europa o en otros continentes, entiendan que hay un solo lenguaje a partir de la presencia de Jesús en la historia humana, que es el lenguaje del amor, es el lenguaje de caminar juntos, es el lenguaje de dar testimonio de una vida sobria, sencilla, humilde”.
Datos relevantes
El arzobispo de Huancayo, ha recordado la importancia de tener en cuenta la “inmensidad de este bioma amazónico”. La Amazonía ocupa 7 millones y medio de kilómetros cuadrados y abarca 9 países, ha indicado. “Es importante tener en cuenta de la Solamente un vicariato apostólico de Madre de Dios, donde estuvo el Papa Francisco en Perú, el 20 de enero de 2018, tiene 150 mil kilómetros cuadrados. La mitad de Italia es solamente un territorio eclesiástico, donde el asfalto brilla en gran parte por su ausencia, con graves problemas”.