(ZENIT – 18 oct. 2019).- Ante la ofensiva militar de Turquía en el noreste de Siria, Olav Fykse Tveit, secretario general del Consejo Mundial de Iglesias (CMI), expresó: “las iglesias del mundo exigen que se le ponga fin; que se ponga fin al sufrimiento de las personas”.
En una nota de prensa esta organización se muestra preocupada por el impacto humanitario en los pueblos de la región, ya que decenas de miles de civiles han huido de las primeras oleadas del ataque turco y cientos de miles de personas se encuentran en peligro.
Es la hora de la paz
“El pueblo sirio ya ha sido objeto de demasiados conflictos y de demasiado derramamiento de sangre, destrucción y desplazamiento”, afirmó Olav Fykse Tveit y agregó “basta de luchas, caos y muerte. Es la hora de la paz, del respiro, del diálogo y de la justicia para las víctimas de las atrocidades perpetradas en estos catastróficos años de violencia”.
Por otra parte, el Consejo de Iglesias de Oriente Medio (Middle East Council of Churches, MECC), miembro del CMI, manifestó en otro comunicado que sigue con dolor “los ataques turcos contra el nordeste de Siria, que podrían tener graves repercusiones en su integridad territorial” y, por lo tanto, agravar la situación humanitaria de los millones de refugiados y de desplazados en esta región.
Múltiples poblaciones afectadas
De acuerdo al CMI, la zona afectada por el ataque está gobernada por la “Administración Autónoma del Norte y Este de Siria (SANES, por su sigla en inglés)” e incluye poblaciones de cristianos, yazidíes, kurdos, árabes y otros grupos vulnerables que también habían sufrido las consecuencias de la guerra.
Precisamente, el campo de batalla para la mencionada operación turca ha sido hasta el momento el lugar de refugio para estas personas. Previamente, muchos de ellos fueron trasladados al noreste cuando huían de los conflictos en otras zonas de Siria, ya que constituía una zona que permanecía relativamente segura y estable.
Cifras del asedio
Así, según Vatican News, los datos del Observatorio Sirio para los Derechos Humanos ofrecidos por el ejército turco y sus aliados evidencian que el asalto a la ciudad de Ras al-Ayn continúa y que esta ya estaría ocupada en la mitad de su territorio.
Por su parte, Oxfam (Oxford Committee for Famine Relief) y otras 72 organizaciones humanitarias denuncian la situación de 200.000 personas desplazadas reducidas a una condición extrema en el noreste de Siria.
Según las Naciones Unidas, este número se duplicará en cuestión de semanas. «Volvemos a la emergencia de 2014», describe el presidente de Focsiv (Federación Internacional de Servicio Voluntario de Organismos Cristianos) Gianfranco Cattai, y señala que existen entre 10.000 y 15.000 personas desplazadas que huyen, hombres y mujeres, familias enteras, entre las que se encuentran también niños.
Impacto internacional
Asimismo, el Consejo Mundial de Iglesias subraya en su mensaje que esta invasión ciertamente desfavorecerá el proceso político dirigido por las Naciones Unidas y la reanudación del diálogo nacional en Siria a través del Comité Constitucional recientemente acordado.
Por su parte, el citado medico vaticano indicó que Recep Tayyip Erdoğan, presidente de Turquía, se reuniría ayer con Mike Pence, diputado de Donald Trump, para discutir sobre la invasión y se habla de una mediación de Rusia a la que Estados Unidos podría dar luz verde. Además, está prevista una reunión del Consejo Europeo en Bruselas para tratar esta crisis.
