(ZENIT – 23 oct. 2019).- “La Iglesia no es una fortaleza cerrada, sino una tienda de campaña capaz de agrandarse para recibir a todos: es una Iglesia en salida, una Iglesia con las puertas siempre abiertas”, indicó el Santo Padre.
Hoy, 23 de octubre de 2019, en la audiencia general, el Papa Francisco ha retomado el ciclo de catequesis en torno al Libro de los Hechos de los Apóstoles. En concreto, ha meditado sobre el pasaje en el que, ante el anuncio de la fe a los paganos, se planteó el requisito de la circuncisión como condición para la salvación.
Para resolver esta controversia se recurrió a la “Asamblea de los Apóstoles y de los Ancianos”, dando lugar al conocido como “Concilio de Jerusalén”, “en el que se afrontó la relación entre la fe en Cristo y la observancia de la ley de Moisés”, relató Francisco.
Pablo y Bernabé propusieron no imponer la circuncisión a los paganos conversos, sino únicamente rechazar la idolatría y todas sus expresiones, “pues solo la gracia del Señor Jesús es causa de salvación”, apuntó el Obispo de Roma.
Finalmente, el Papa subrayó que “la Asamblea de Jerusalén nos enseña cómo enfrentar las divergencias y buscar ‘la verdad en la caridad’ (Ef 4,5), nos ayuda a entender que la Sinodalidad es el método eclesial para reflexionar y confrontarse, basado en el diálogo y en el discernimiento a la luz del Espíritu Santo”,