(ZENIT – 26 oct. 2019).- El Papa Francisco, como obispo de Roma, pidió perdón «a las personas que se sintieron ofendidas» por el robo y el lanzamiento al río de las estatuas de la pachamama la antigua diosa de la fertilidad de los Incas, nota del editor que estaban en la iglesia de Santa María in Transportina «sin intenciones idólatras».
Las declaraciones del Santo Padre tuvieron lugar ayer, 25 de octubre, al final de la oración que abrió la sala del Sínodo el viernes, 25 de octubre de 2019, a las 16:30 horas, durante el transcurso de la 15ª Congregación general de la Asamblea sinodal, informó la Oficina de Prensa de la Santa Sede.
«Les informo que las estatuas, que han creado tanto clamor mediático, han sido encontradas en el Tíber. Las estatuas no están dañadas», señaló Francisco. Asimismo, comunicó que «la exposición de las estatuas durante la Santa Misa de clausura del Sínodo» lo delega al Secretario de Estado, el cardenal Pietro Parolin, para que responda a esto.
En la víspera de la apertura del sínodo, las estatuillas también estuvieron presentes en los jardines del Vaticano en la fiesta de Francisco de Asís el 4 de octubre y durante el Vía Crucis, donde también se llevaron los recuerdos de los mártires amazónicos: prefirieron la muerte a la negación de Cristo, como se recordó en la conferencia de prensa del viernes, donde se mencionó el nombre de la monja -hermanas de Namur- Dorothy Stang, asesinada en Brasil. L’Osservatore Romano le rindió homenaje hace unos meses.
«El comandante de la policía desea ser informado de este descubrimiento antes de que la noticia se haga pública». Actualmente la información con la que trabaja la policía «es confidencial», y las estatuas se guardan en la oficina del comandante de los policías italianos, informó la Santa Sede.
La comandancia de los carabinieri estará encantada de seguir cualquier indicación que se quiera dar sobre la forma de publicación de las noticias y otras iniciativas que se tomen al respecto, por ejemplo, informa el comandante.
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Palabras del Papa