(ZENIT – 19 nov. 2019).- El Pontífice Francisco se ha encomendado a la Protectora del pueblo romano, la imagen de la Virgen Salus Populi Romani (Protectora del pueblo romano), en la Basílica de Santa la Mayor, en Roma, antes de viajar a Tailandia y a Japón, como acostumbra hacer antes de cada visita apostólica.
Este será su 32° viaje apostólico internacional, es decir, fuera de Italia. Francisco será el segundo pontífice que viaje al Reino de Tailandia y a Japón, llegará el 19 de noviembre a Bangkok, Tailandia, y del 23 al 26 de noviembre visitará Tokyo, Nagasaki e Hiroshima.
Esta basílica romana es muy amada por Francisco y desde que es obispo de Roma la ha visitado muchas veces. La primera vez, recuerda Vatican News, fue al día siguiente de su elección como Pontífice, el 14 de marzo de 2013. Ya es costumbre para el Papa visitar a la Virgen en esta Basílica cada vez que debe partir o cuando regresa de un viaje apostólico internacional.
Imagen querida por los jesuitas
El icono de la Virgen Salus Populi Romani es un imagen muy valorada por los jesuitas y también por los Pontífices. San Ignacio de Loyola, por ejemplo, celebró su primera misa precisamente allí, en Santa María La Mayor, indica el medio vaticano. Pío XII le rindió homenaje cuando proclamó el dogma de la Asunción de María en 1950.
El icono estaba en Tor Vergata en agosto del 2000 con ocasión de la Jornada Mundial de la Juventud y en aquella oportunidad Juan Pablo II la quiso confiar a los jóvenes junto a la cruz “para que quede siempre visiblemente evidente que María es un potentísima Madre que conduce a Cristo”. Y fue precisamente Juan Pablo II quien, desde el inicio de su pontificado, quiso que una lámpara ardiera día y noche bajo el icono de la Salus, como testimonio de su gran devoción hacia la Virgen.