El padre Juan María Solana durante la inauguración de la casa de peregrinos de Magdala © Magdala

Padre Solana: La casa de peregrinos de Magdala, “encrucijada” para “encontrar al Señor”

Director del proyecto en Tierra Santa

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(ZENIT – 2 dic. 2019).- El padre Juan Solana define Magdala como una “encrucijada de la historia judía y cristiana” y considera que la nueva etapa que presenta esta iniciativa permitirá “tener una experiencia más profunda, más amplia”, de ella y de Tierra Santa.

Asimismo, desea que la nueva casa de peregrinos de Magdala sea “una ayuda para encontrar al Señor, para conocer el Evangelio y también para encontrar a gente” que realiza el mismo recorrido espiritual.

Magdala

El pasado 24 de noviembre, Magdala, conocida como la antigua ciudad de María Magdalena, abrió un nuevo centro de hospedaje para peregrinos y visitantes. El proyecto, desarrollado en gran parte por mexicanos, incluyendo su director actual, el padre Juan María Solana, está ubicado a las orillas del Mar de Galilea en la región del norte de Israel.

El centro cuenta con 160 habitaciones, la mayoría de éstas con balcones y vista al Mar de Galilea o a las ruinas de la antigua ciudad de Magdala, así como con amplios espacios de oración, meditación y reflexión.

Padre Juan Solana

Sacerdote de los legionarios de Cristo, inició el proyecto de Magdala en 2005. Desde un principio su idea fue destacar el ministerio de Jesús en esa zona del lago de Galilea, su arte para atraer a la gente y transformar sus vidas.

También concibió Magdala como un lugar y una oportunidad especial para honrar a la mujer, y en especial a las mujeres de fe. El sitio está pensado para ser un lugar de oración, de alabanza, de meditación, de formación y crecimiento espiritual para personas de todas las religiones.

A continuación se presenta la entrevista completa concedida a zenit, en la que el sacerdote mexicano relata los inicios del proyecto de Magdala, cuál es su estrecha relación con María Magdalena, los retos a los que han tenido que enfrentarse a lo largo del proceso de desarrollo de la iniciativa, así como las implicaciones que presenta con respecto a la relación con personas de otros credos: cristianos, judíos y musulmanes.

***

zenit: Padre, ¡felicidades por la inauguración! Magdala es un proyecto que surgió hace tiempo promovido mayoritariamente por mexicanos, ¿podría hacer un resumen sobre cómo surgió la idea y cuál ha sido su evolución a lo largo de los años?

Padre Juan Solana: El proyecto de Magdala fue resultado de una conjunción de una serie de elementos prácticos, culturales, históricos y también personales. Elementos prácticos porque cuando llegamos nosotros a Tierra Santa en noviembre de 2004 todavía era el periodo de la Intifada, por lo tanto, había pocos peregrinos, había una situación complicada para los cristianos de Tierra Santa.

Nosotros teníamos entonces que atender y promover el Pontificio Instituto Notre Dame de Jerusalén, que es un hotel, una casa de peregrinos. Con eso en la mente comenzamos a trabajar y nos dimos cuenta enseguida de que Jerusalén era solo una parte de la peregrinación, la otra parte era Galilea. Hacer algo en Galilea pareció algo importante, muy conveniente para complementar nuestra misión en Tierra Santa.

La parte personal es que yo llegué a Tierra Santa en una situación un poco de crisis, de dificultad personal, traía lo que yo hoy considero una depresión. Antes de venir a Tierra Santa pasé por Roma, fui al Vaticano a celebrar Misa y me tocó, por providencia de Dios, un altar que tenía un mosaico muy hermoso de Jesús caminando sobre las aguas de Galilea, cuando llama a Pedro y este empieza hundirse porque siente miedo, hay viento, hay olas y Jesús le dice: “Hombre de poca fe, ¿por qué has dudado?”.

Ese mensaje me golpeó mucho, me llegó mucho al corazón, me invitó a confiar en Dios, a no tener miedo. Y una semana después, cuando fui a Galilea a dormir, al lado del mar de Galilea en el primado de Pedro, todas estas cosas personales, históricas y prácticas se conjugaron para hacer surgir en mí el deseo, la inquietud de hacer un centro de peregrinos en Galilea.

En principio no sabía dónde, no sabía cómo, pero poco a poco, las cosas se fueron dando, la providencia fue actuando. Supe que estaba en venta un terreno en Magdala, que finalmente logramos adquirir y, así, poco a poco, se fue dando este proyecto, a través de muchos elementos de diversa índole que Dios Nuestro Señor fue alineando con una providencia muy grande, muy clara. A Él todo el mérito porque sin Él y sin su providencia estoy hubiera sido absolutamente imposible.

zenit: ¿Cuál es la relación de esta iniciativa con María Magdalena?

Padre JS: Tal y como indiqué, tuve la inquietud de hacer un lugar para peregrinos, no sabía dónde, no sabía cómo, pero empecé a comentarlo con varias personalidades del mundo católico. Entre ellos, el nuncio y el patriarca de Jerusalén. Ambos me bendijeron y me dijeron “adelante”, que era una iniciativa muy necesaria.

Además, uno de esos días, casualmente me encontré con el custodio de Tierra Santa. El padre custodio es el superior de los franciscanos y le comenté mi inquietud de hacer algo en Galilea. Me señaló que estaba en venta un terreno que ellos no podían comprar y que si yo lo quería, que tranquilamente fuera a investigar el tema. Así que fui, era un hotel abandonado, muy viejo, descuidado, creo que incluso quebrado financieramente y se llamaba Hawai Beach.

El lugar me fascinó y era precisamente en la zona de Magdala. Magdala es la patria de santa María Magdalena, de ahí viene su nombre, de “Magdalena”. Ese terreno estaba en venta, por lo tanto, a la idea original de hacer una casa de peregrinos ahora se añadía el ubicarla en Magdala, es decir, en la patria de María Magdalena. De ahí la conexión tan clara y tan fuerte de este proyecto y santa María Magdalena.

zenit: Durante la construcción del proyecto se descubrió que en el terreno adquirido se encontraba una ciudad entera del primer siglo, ¿qué supuso este hallazgo? ¿Con qué otros desafíos se ha encontrado el proyecto de Magdala?

Padre JS: Efectivamente, nosotros pensamos desde el principio en hacer el proyecto de una casa de peregrinos, sabíamos que era en la zona de Magdala, que actualmente se llama Migdal en hebreo, Magdala, pero nada más…

Cuando destruimos el Hawai Beach, removimos sus bungalós y comenzamos a preparar el terreno para construir la casa de peregrinos, surgió la necesidad de tener que hacer una excavación arqueológica, lo cual es obligatorio en Israel para toda construcción. Es preciso excavar un porcentaje de la zona en la que se va a construir y en ese proceso de cumplir con la ley, encontramos una serie de ruinas arqueológicas de extremo valor.

Por ejemplo, centrándome solo en una, hablaré de la sinagoga de Magdala. Se trata de una sinagoga del siglo I, una de las siete sinagogas más antiguas del mundo. Es muy rica, muy finamente decorada para aquel tiempo y suscitó inmediatamente una gran curiosidad científica y, por supuesto, un gran interés en el mundo católico, cristiano y también en el judío, puesto que es una sinagoga.

Improvisamente, nos encontramos no solamente con que podríamos tener una casa de peregrinos, sino también un lugar santo del Evangelio. La ciudad de María Magdalena, su patria, en la ribera del mar de Galilea, en la zona donde vivió Jesús durante sus años de predicación, de vida pública.

Esto obviamente fue un reto muy grande, tuvimos que revisar el proyecto original, cambiarlo un poco e implicó gastos adicionales muy fuertes. Todo un campo que no estaba en nuestros planes, que era precisamente el campo arqueológico. Fueron unos años de aventura, interesantísimos, de descubrir muchas cosas, de tratar a mucha gente.

Con  este motivo se inició un programa de voluntariado, es decir, invitamos a voluntarios de diversas partes del mundo para venir a excavar con nosotros, guiados por los arqueólogos. Y todo esto fue un reto muy interesante, muy rico, de mucha trascendencia para Magdala porque, repito, cambió el proyecto, se redimensionó, se enriqueció enormemente con el descubrimiento de estas ruinas.

Afortunadamente, los cambios que tuvimos que hacer al proyecto original no fueron sustanciales, así que continuamos con la idea de la casa de peregrinos, que acabamos de inaugurar el domingo 24 de noviembre y seguimos con el tema arqueológico porque aún queda mucho por excavar.

Otro reto que afrontamos es que habíamos pensado hacer una pequeña capilla o iglesia, pero sabiendo que era un lugar santo, de tanta importancia y de tanta envergadura, obviamente, tuvimos que hacer algo mucho más serio, más rico, mejor decorado, más grande y esa fue una de las experiencias más grandiosas de mi vida.

zenit: Desde su apertura oficial en 2014 e inmediatamente, Magdala se volvió un importante lugar de visitas y peregrinación en el norte de Israel, siendo reconocido como uno de los sitios más importantes de la región por su riqueza arqueológica, ¿cuáles son la expectativas con respecto a este lugar tras la apertura del centro para peregrinos?

Padre JS: La primera parte del proyecto, es decir, la iglesia Duc in altum y el parque arqueológico se inauguraron el 28 de mayo de 2014, coincidiendo con la visita del Papa Francisco a Tierra Santa. Fue una inauguración sencilla, pero muy significativa y desde entonces el lugar se abrió oficialmente al público.

Al inicio no lo conocía mucha gente, este tipo de noticias caminan poco a poco, se van dando, pero cada año ha ido aumentando el número de visitantes. Este año 2019 probablemente lleguemos a unos 250.000 visitantes. Ha sido precioso constatar que mucha gente ha podido encontrar a Dios ahí, que mucha gente ha enriquecido su visión del Evangelio, de Tierra Santa.

También para muchas mujeres, Magdala significa robustecer su dignidad y autoestima como tales. Todo esto ha sido muy enriquecedor y se lo agradecemos a Dios porque en realidad Él es el autor de todo.

Con la apertura de la casa de peregrinos acogeremos a más gente y sobre todo vamos a tener gente que permanecerá en Magdala más tiempo. Una visita normal a un lugar santo puede llevar una hora o dos horas, pero si las personas se quedan en Magdala a dormir dedicarán posiblemente horas en la tarde y la mañana, antes de realizar su itinerario diario, a conocerlo más.

Esto nos ofrece la posibilidad de transmitir a la gente más en profundidad el significado del lugar, de experimentar cosas que normalmente la gente no experimenta. Esta es la misma diferencia que existe entre si una persona viene invitada a comer a mi casa o quedarse un fin de semana a vivir conmigo, no es lo mismo. En el último caso, tenemos más ocasiones de conversar, de conocernos, de apreciarnos, etc.

Creo que esta es la nueva etapa que nos ofrece Magdala, tener una experiencia más profunda, más amplia, de Magdala, de Tierra Santa y ojalá que la casa de peregrinos de Magdala sea también una ayuda para encontrar al Señor, para conocer el Evangelio y también para encontrar a gente. En estos lugares uno encuentra gente que está haciendo un poco el mismo camino que uno está recorriendo y eso es, frecuentemente, maravilloso.

zenit: Cristianos de diversas denominaciones, judíos y musulmanes asistieron a la inauguración del centro de peregrinos el pasado 24 de noviembre, según informaron. ¿Cuál es la relación de Magdala con el resto de religiones que conviven en Tierra Santa? ¿Existen o se planean actividades de carácter interreligioso?

Padre JS: Desde el día 1 que pensé en ese lugar y mucho más cuando logramos adquirir los terrenos, pensé que no podría ser un lugar exclusivamente patrimonio de la Iglesia Católica porque todo lo relacionado con Cristo, en su origen, en el Evangelio, en Tierra Santa, tiene relación con todos los cristianos.

Por tanto, pensamos en abrir el lugar, en ofrecerlo y abrirlo a la oración, a la visita, a disfrutarlo a cualquier grupo, a cualquier persona de cualquier denominación cristiana. Gracias a Dios con ese criterio en la mente hicimos Duc in altum y con ese criterio en la mente estamos realizando la casa de peregrinos.

Desde el día 1 que se abrió, hasta hoy, también hubo un crecimiento muy fuerte al descubrir la sinagoga porque también nos dimos cuenta no solo de que era un lugar importantísimo para cristianos, sino también para judíos. Por eso hemos considerado Magdala como una encrucijada de la historia judía y cristiana.

Quisiera comentar un hecho, cuando iniciamos este proyecto pensaba brindar trabajo a los cristianos de Galilea. No obstante, más tarde y conforme fui conociendo más a fondo la realidad que se vive en Israel pensé que sería mejor que hubiera trabajando en Magdala personas de diversas religiones existentes en Israel para mandar a todos nuestros visitantes una señal muy clara: se puede vivir juntos, se puede trabajar juntos, se puede respetar a los demás aunque haya diversidades.

Y con gran gusto y satisfacción que en Magdala desde el inicio tenemos trabajando a judíos, musulmanes, cristianos, drusos y gracias a Dios hay una linda armonía. Se siente, se transmite un espíritu de familia que todo el mundo ha notado. Todo esto en el respeto a nuestra diversidad y también en el respeto y la afirmación de nuestra identidad, porque yo trato al musulmán mejor y con más respeto en tanto que soy mejor católico.

Por ello, creo que ha sido un enriquecimiento, no se ha empobrecido la visión de Magdala, sino que se ha enriquecido por nuestros descubrimientos, por los criterios de selección de personal y también por nuestra apertura completa y nuestro respeto a quien quiera venir y quedarse en este lugar, independientemente de la religión, nación o cultura que sea.

Magdala era una encrucijada, lo era en la antigüedad, incluso físicamente, de carreteras, de vías antiguas, y lo sigue siendo hoy. Ojalá que a todos nos ayude a ser mejores personas, mejores grupos y a convivir en el aprecio y en el respeto de los demás y de sus diferencias.

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Larissa I. López

Larissa I. López es licenciada en Comunicación Audiovisual por la Universidad de Sevilla, Máster en Artes de la Comunicación Corporativa y Doctora en Comunicación por la Universidad CEU San Pablo de Madrid. Su trayectoria profesional ha transcurrido entre el ámbito de la comunicación y el de la docencia. Como redactora, ha colaborado con medios como Aceprensa, Pantalla 90 o CinemaNet. Como profesora, por su parte, ha impartido clases en la universidad y en centros de FP y bachillerato. En estos últimos realizaba también tareas relacionadas con la comunicación (redes sociales y edición de contenidos). Cordobesa de nacimiento también ha vivido en Sevilla, Madrid y Roma.

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