(ZENIT – 4 dic. 2019).- Frente a la cultura del descarte «es necesario recrear una cultura de la vida y del encuentro, del amor y la verdadera compasión», anuncian los obispos de España en el nuevo documento Sembradores de esperanza. Acoger, proteger y acompañar en la etapa final de esta vida, elaborado por la Subcomisión Episcopal para la Familia y Defensa de la Vida de la Conferencia Episcopal Española.
«Queremos ser sembradores de esperanza para quienes se sienten cansados y angustiados, de modo particular los enfermos graves y sus familias», señalan los prelados en el documento, y citan de la Biblia: «Sabemos que ‘la esperanza no defrauda, porque el amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones’ (Rom 5, 5).
Mons. Mario Iceta, presidente de esta subcomisión y obispo de Bilbao, ha presentado en la mañana del miércoles, 4 de diciembre de 2019, el documento “Sembradores de esperanza. Acoger, proteger y acompañar en la etapa final de esta vida”. Le han acompañado en la rueda de prensa el médico Jacinto Bátiz y la enfermera Encarnación Isabel Pérez, además ha ofrecido su testimonio, como enfermo de paliativos, Ángel Pérez.
60 preguntas
A lo largo de 60 preguntas, estructuradas en siete capítulos escritos en 48 páginas, el documento aborda el tema del final de la vida humana desde diferentes perspectivas: el debate social sobre la eutanasia, el suicidio asistido y la muerte digna; la ética del cuidado de los enfermos; la medicina paliativa ante la enfermedad terminal; la obstinación terapéutica.
Asimismo, explican por qué la eutanasia y el suicidio asistido son éticamente inaceptables, exponen propuestas para fomentar una cultura del respeto a la dignidad humana y hablan sobre la experiencia de fe y la propuesta cristiana para estas cuestiones.
Sedación paliativa
La Iglesia española recuerda que «lo propio de la medicina es curar», pero «también lo es cuidar, aliviar y consolar». Por ello, la medicina paliativa «se propone humanizar el proceso de la muerte y acompañar hasta el final», indican.
En este sentido, aseguran que la sedación paliativa «será éticamente aceptable cuando exista una indicación médica correcta, se hayan agotado los demás recursos terapéuticos, se haya informado y dialogado con el paciente y su familia y contado con su consentimiento».
Consideraciones del Papa
En el epílogo, los obispos hacen referencia a algunas consideraciones que ha ofrecido el Papa Francisco sobre las cuestiones del final de la vida, como el discurso ante el Parlamento Europeo el 25 de noviembre de 2014, en el afirmaba: «Persisten demasiadas situaciones en las que los seres humanos son tratados como objetos, de los cuales se puede programar la concepción, la configuración y la utilidad, y que después pueden ser desechados cuando ya no sirven, por ser débiles, enfermos o ancianos».
Y en un discurso a la plenaria de la Congregación para la Doctrina de la Fe en enero de 2018 el Papa declaraba: «El dolor, el sufrimiento, el sentido de la vida y de la muerte son realidades que la mentalidad contemporánea lucha por afrontar con una mirada llena de esperanza.
También la voz de la Santa Sede se hizo presente en la Declaración conjunta de las religiones monoteístas abrahámicas sobre las cuestiones del final de la vida del 28 de octubre 2019 se afirmaba: «Nos oponemos a cualquier forma de eutanasia –que es el acto directo, deliberado e intencional de quitar la vida– así como al suicidio asistido médicamente –que es el apoyo directo, deliberado e intencional al suicidarse– porque contradicen fundamentalmente el valor inalienable de la vida humana y, por lo tanto, son actos equivocados desde el punto de vista moral y religioso, y deberían prohibirse sin excepciones».
Ofrecemos la Introducción del Documento, cuyo texto íntegro también puede leerse aquí.