(ZENIT – 18 dic. 2019).- “El Señor de gloria ha dejado su cielo para estar con nosotros y transformar nuestra tierra en cielo. El pesebre que él anhela es nuestro corazón, porque quiere darnos su paz inquebrantable y vida eterna. Esto es lo que cambia el mundo”.
Estas son las palabras que el Papa Francisco dedicó hoy, 18 de diciembre de 2019, a los peregrinos de lengua árabe que se encontraban en la audiencia general. En particular, el Santo Padre se dirigió a los procedentes de Tierra Santa, Jordania y Oriente Medio.
Del mismo modo, Francisco deseó una Feliz Navidad y agradeció ”a todos los que me han enviado mensajes de buenos deseos para el 50º aniversario del sacerdocio y para el cumpleaños en estos días, desde muchas partes del mundo”, expresando una gratitud especial “por el don de la oración”.
El Papa dedicó la catequesis de este miércoles a reflexionar sobre la preparación para la Navidad y se refirió a su Carta Admirabile signum (Signo admirable), en torno al significado del pesebre.