(ZENIT – 19 dic. 2019).- “Acompaño con mis oraciones a las familias de Alexandra y Gabriel, dos jóvenes con muchos sueños y anhelos por delante, que fallecieron por una presunta negligencia laboral dentro de un local de McDonald’s en la ciudad de Lima”.
Con estas palabras, el presidente de la Conferencia Episcopal Peruana se ha dirigido a los familiares de los dos jóvenes víctimas de un accidente laboral en un local de la cadena de comida rápida en Lima, ocurrido el pasado domingo 15 de diciembre de 2019.
Al mismo tiempo, en su mensaje, publicado en la cuenta oficial del prelado en Twitter, manifiesta que “afirmamos que la dignidad de la persona humana debe ser respetada, preservada y cautelada, incluso en los ambientes de trabajo. Hacer lo contrario, no solo es un abuso, sino un atentado contra la propia dignidad humana”.
Por todo ello, añade, “empresa, autoridades municipales y Estado, en lo relacionado a la fiscalización laboral, deben asumir sus responsabilidades en este hecho que muestra la precaria y dramática situación laboral de nuestros jóvenes. Los derechos laborales jamás deben ser vulnerados”.
Investigación de los hechos
Efectivamente, según indica el periódico peruano La República, la Fiscalía de Perú ha ordenado el inicio de una investigación sobre la muerte de dos trabajadores de McDonald’s, Carlos Campos y Alexandra Porras, de 18 y 19 años, respectivamente, en uno de sus restaurantes en Lima.
La tragedia se produjo el pasado domingo en el distrito limeño de Pueblo Libre. Según la policía, ambos murieron al recibir una descarga eléctrica mientras limpiaban la cocina.
La agencia de noticias EFE ha informado que casi 200 accidentes de trabajo mortales se han registrado en Perú desde que comenzó 2019. Esto constituye un promedio aproximado de dos trabajadores muertos cada tres días, según las últimas estadísticas del Ministerio de Trabajo y Promoción del Empleo.