(ZENIT – 15 enero 2020).- El Arzobispado de Madrid pone en marcha el «Proyecto Repara» para la prevención de abusos y la atención a víctimas. Lo hace desde el convencimiento de que estos «suponen una forma inaceptable de cosificación de las personas y una degradación moral contraria a la ética más elemental y a los valores del Evangelio».
El proyecto, cuyo acrónimo hace referencia a reconocimiento, prevención, atención y reparación a víctimas de abusos, está coordinado por el académico, filósofo y profesor de la Universidad Pontificia Comillas Miguel García-Baró.
Lo más novedoso es que va a prestar una atención abierta a cualquier persona que haya sido víctima de abusos, con independencia de quién haya sido el agresor y de si pertenece o no a la Iglesia católica. Con ello, se quiere dar un servicio a la sociedad madrileña y a todas las víctimas desde el repudio a una práctica execrable generadora de un sufrimiento infinito. La Iglesia pretende así hacer patente su firme compromiso en favor de una cultura basada en los valores, el cuidado y el buen trato.
El proceso, que es gratuito, comienza con la escucha de la persona y, en función de cada caso, incluirá acompañamiento terapéutico, espiritual y jurídico. El equipo multidisciplinar, coordinado por García Baró, ha asumido el protocolo de actuación ante un posible caso de abusos a menores de Escuelas Católicas, así como los protocolos marco de la Conferencia Episcopal Española.
También está inmerso en la elaboración de un protocolo propio que dé respuesta a las necesidades que se vayan detectando y que contemple las últimas modificaciones regulatorias, marcadas tanto por la Iglesia como por la legislación española.
La atención ha arrancado ya en un espacio propio fuera de la Curia. Ubicado en Santa Hortensia, 5, 1ª planta, se puede acudir a él los lunes de 11 a 13:30 horas y los miércoles de 16:30 a 19 horas. Además, se han habilitado el correo atencionrepara@archimadrid.es y el teléfono 618304666.
Apuesta por la formación
En paralelo, «Proyecto Repara» asume la formación de los agentes de pastoral, de educación y de cualquier persona interesada en protocolos y sensibilidad sobre esta cuestión, para garantizar entornos seguros a todas las personas, especialmente a menores y a quienes se encuentren en situación de vulnerabilidad.
En colaboración con instituciones académicas, como la Universidad Pontificia Comillas y el Instituto Teológico de Vida Religiosa, que ya están trabajando en la materia, va a elaborar nuevos recursos y a realizar labores de concienciación.