(zenit – 27 enero 2020).- Un año después de la tragedia de en la presa de Brumadinho, Brasil, el Papa Francisco expuso: “Ofrezcamos nuestra solidaridad a las familias de las víctimas, un apoyo a la Arquidiócesis y a todas las personas que están sufriendo y que necesitan nuestra ayuda”.
A través de un videomensaje difundido el pasado sábado, 25 de enero de 2020, el Santo Padre exhortó a orar “por los 272 hermanos y hermanas que han quedado sepultados y lamentó “la contaminación de toda la cuenca fluvial”.
Finalmente, pidió que, con la intercesión de san Pablo, “Dios nos ayude a reparar y proteger nuestra casa común”.
La tragedia de Brumadinho
El colapso de la presa de Brumadinho, que contenía 13 millones de metros cúbicos de desechos mineros -incluyendo metales tóxicos como el mercurio- , destruyó muchas casas de mineros y contaminó gravemente el río.
En mayo pasado, el Papa envió a Mons. Bruno-Marie Duffé, secretario -número 2- del Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral, para representarlo en el lugar de los hechos, situado en el Estado de Minas Gerais de Brasil.
Mons. Duffé participó en una ceremonia de oración y testimonios, una peregrinación al lugar de la tragedia y una Misa. Habló de la misión de la Iglesia en la defensa del medio ambiente y del papel de la pastoral en el acompañamiento de las comunidades afectadas.
Con Anne Kurian