“Un sueño cultural” del Papa – Exhortación “Querida Amazonia”

Resumen del capítulo segundo

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(zenit– 13 feb. 2020).- Promover la Amazonia “no implica colonizarla culturalmente sino ayudar a que ella misma saque lo mejor de sí”. Este es el sentido “de la mejor tarea educativa: cultivar sin desarraigar, hacer crecer sin debilitar la identidad, promover sin invadir”, describe el segundo capítulo de la exhortación del Papa Francisco, titulado “Un sueño cultural”.

La Santa Sede publicó ayer, 12 de febrero de 2020, la exhortación apostólica postsinodal del Santo Padre “Querida Amazonia”. Este documento es fruto de la Asamblea Especial del Sínodo de los Obispos para la Región Panamazónica “Amazonía: Nuevos Caminos para la Iglesia y para una ecología integral” celebrado en el Vaticano del 6 al 27 de octubre de 2019.

El poliedro amazónico

En este segundo capítulo, Francisco se refiere a este término para hablar de una región en la que existen muchos pueblos y nacionalidades y más de 110 pueblos indígenas en aislamiento (PIAV).

Al ser expulsadas a la miseria de las periferias de las ciudades, a estas comunidades les suele faltar “los puntos de referencia y las raíces culturales que les daban una identidad y un sentido de dignidad, y engrosan el sector de los desechados” y se les corta la transmisión cultural de su sabiduría ancestral.

“A través de un territorio y de sus características Dios se manifiesta, refleja algo de su inagotable belleza” y estos grupos “desarrollan un modo propio de sabiduría”, dice el Papa. “Quienes observamos desde afuera deberíamos evitar generalizaciones injustas, discursos simplistas o conclusiones hechas solo a partir de nuestras propias estructuras mentales y experiencias”.

Cuidar las raíces

En la exhortación, el Pontífice invita a los jóvenes de la Amazonia, especialmente a los indígenas, a “hacerse cargo de las raíces, porque de las raíces viene la fuerza que los va a hacer crecer, florecer y fructificar”.

Para ello, indica, es importante “’dejar que los ancianos hagan largas narraciones’ y que los jóvenes se detengan a beber de esa fuente”. Al mismo tiempo, se congratula de que el riesgo de perder esta riqueza cultural es ahora menor porque hace algunos años se empezó a escribir sus historias y describir sus culturas.

Por otra parte, “también en los sectores profesionales fue desarrollándose un mayor sentido de identidad amazónica y aun para ellos, muchas veces descendientes de inmigrantes, la Amazonia se convirtió en fuente de inspiración artística, literaria, musical, cultural”.

Encuentro intercultural

Incluso las “culturas supuestamente más evolucionadas” pueden aprender de los pueblos que “desarrollaron un tesoro cultural estando enlazadas con la naturaleza”, observa el Obispo de Roma. Así, desde nuestras raíces “nos sentamos a la mesa común, lugar de conversación y de esperanzas compartidas”, de modo que la diferencia, “se transforma en un puente”.

“La identidad y el diálogo no son enemigos”, pues la primera “se arraiga y se enriquece en el diálogo con los diferentes y la auténtica preservación no es un aislamiento empobrecedor”. Por ello, el Santo Padre, no propone un indigenismo “completamente cerrado, ahistórico, estático, que se niegue a toda forma de mestizaje”, sino la corresponsabilidad, el interés en cuidar los valores culturales de los grupos indígenas por parte de todos, “porque su riqueza es también nuestra”.

En definitiva, este apartado del documento reconoce que en la Amazonia es posible desarrollar “relaciones interculturales donde la diversidad no significa amenaza, no justifica jerarquías de poder de unos sobre otros, sino diálogo desde visiones culturales diferentes, de celebración, de interrelación y de reavivamiento de la esperanza”.

Culturas amenazadas, pueblos en riesgo

Este último punto del capítulo expone que la economía globalizada “daña sin pudor la riqueza humana, social y cultural”. La desintegración de las familias afecta la transmisión de valores y la invasión colonizadora de medios de comunicación, por su parte, hace necesario promover para los pueblos originarios “comunicaciones alternativas desde sus propias lenguas y culturas” y que los propios indígenas “se hagan presentes en los medios de comunicación ya existentes”.

En este sentido, Francisco considera que en cualquier proyecto para la Amazonia “hace falta incorporar la perspectiva de los derechos de los pueblos y las culturas, y así entender que el desarrollo de un grupo social […] requiere del continuado protagonismo de los actores sociales locales desde su propia cultura. Ni siquiera la noción de calidad de vida puede imponerse, sino que debe entenderse dentro del mundo de símbolos y hábitos propios de cada grupo humano”.

No obstante, añade, “si las culturas ancestrales de los pueblos originarios nacieron y se desarrollaron en íntimo contacto con el entorno natural, difícilmente puedan quedar indemnes cuando ese ambiente se daña”.

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Larissa I. López

Larissa I. López es licenciada en Comunicación Audiovisual por la Universidad de Sevilla, Máster en Artes de la Comunicación Corporativa y Doctora en Comunicación por la Universidad CEU San Pablo de Madrid. Su trayectoria profesional ha transcurrido entre el ámbito de la comunicación y el de la docencia. Como redactora, ha colaborado con medios como Aceprensa, Pantalla 90 o CinemaNet. Como profesora, por su parte, ha impartido clases en la universidad y en centros de FP y bachillerato. En estos últimos realizaba también tareas relacionadas con la comunicación (redes sociales y edición de contenidos). Cordobesa de nacimiento también ha vivido en Sevilla, Madrid y Roma.

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