(zenit – 6 abril 2020).- Ante la compleja situación que vive Ecuador, y en concreto su ciudad con más población, Guayaquil y la zona costera de Guayas, debido a la pandemia del coronavirus que ha provocado el fallecimiento de numerosas personas, Mons. Rafael García Cob cree que ya “es hora de dar signos como Iglesia de amor al prójimo necesitado” y Mons. Luis Cabrera Herrera, arzobispo de Guayaquil, añade que “Ecuador es un país de hermanos solidarios”.
Actualmente, Ecuador es el segundo país de América Latina con mayor número de muertos por la COVID-19, solo por detrás de Brasil. Ya se contabilizan más de 3.600 casos de contagios confirmados por toda la nación, siendo Guayaquil la ciudad más afectada, superando los 2.000 contagiados. Además, Ecuador suma un total de 180 personas fallecidas, 126 de ellas pertenecientes a la región de Guayas, tal y como indica la última actualización de datos del conteo que realiza la Universidad John Hopkins.
Los obispos de Ecuador piden a la sociedad civil “fortalecer la unidad y la solidaridad para responder, con acciones concretas”, y solicitan al Gobierno nacional que” implemente todas las acciones necesarias”, como infraestructura, medicinas y equipos sanitarios, para atender a las personas contagiadas de COVID-19.
Arzobispo de Guayaquil
“A esta situación desencadenada por el coronavirus también hay que agregar otras enfermedades que ya venían padeciendo muchos de los ciudadanos, y que ahora han terminado conduciéndolos a la muerte, eso hace que el número de fallecidos sea mucho mayo”, asegura Mons. Cabrera.
No se olvida de los dos sacerdotes que han fallecido por esta enfermedad: “al menos hemos tenido ya dos casos, uno que murió con sospecha de que había sido contagiado, y el segundo caso sí tenemos evidencias de que lamentablemente fue víctima del coronavirus y hemos tenido que sepultarlo cuanto antes”.
Situación complicada en Ecuador
La situación en Ecuador es muy delicada, los cadáveres de las personas fallecidas en el país se están quedando en las puertas de sus casas por miedo a los contagios dentro de las casas, ya que nadie quiere ir a recogerlos.
Asimismo, el arzobispo de Guayaquil hace un llamado a la solidaridad “para que todos los ecuatorianos, sintiéndonos responsables y superando los regionalismos, orientemos todas las fuerzas para tener alimento, que es lo que necesitamos, medicinas, objetos de limpieza, de tal forma que nuestra gente, especialmente la que está ubicada en las zonas marginales, tengan con qué alimentarse y curarse”.
Vicatario de Puyo
Mons. Cob. vicatario de Puyo, Amazonía Ecuador, recuerda que en tiempos de pandemia como los que se están viviendo, “es hora de dar signos como Iglesia de amor al prójimo necesitado”, mostrando solidaridad con los abandonados.
“Dios escribe recto en renglones torcidos, ciertamente que los humanos de este planeta tierra hemos torcido demasiado los renglones de nuestra vida con nuestra autosuficiencia y soberbia, con nuestra codicia e indiferencia, no acabamos de entender que el camino es otro el que tenemos que andar, no es el de acaparar y la filosofía del tener, sino del ser, no es el de buscar ser los primeros sino los últimos, no es el que nos sirvan sino el de servir, si, Dios en nuestro renglones torcidos quiere escribir recto en nuestros renglones torcidos por falta de conversión”, concluye su reflexión.