(zenit – 29 mayo 2020).- Hoy, 29 de mayo de 2020, se celebra la fiesta de san Pablo VI, conocido como el “arzobispo de los pobres” y canonizado por el Papa Francisco el 14 de octubre de 2018.
Tal día como hoy, hace 100 años, recibió la ordenación sacerdotal y después se trasladó a Roma, donde estudió Filosofía en la Pontificia Universidad Gregoriana y Letras en la universidad estatal, obteniendo luego el doctorado en Derecho Canónico y en Derecho Civil.
El pasado miércoles, 27 de mayo de 2020, en la audiencia general, el propio Francisco se refirió al “ejemplo de este obispo de Roma, que ha alcanzado las alturas de la santidad” y que anima a todos “a abrazar generosamente los ideales del Evangelio”.
Infancia
Giovanni Battista Montini, más tarde Pablo VI, nació en Concesio, Brescia (Italia), el 26 de septiembre de 1897 en el seno de una familia católica muy comprometida en el ámbito político y social.
De pequeño, en primaria y secundaria, estudió en el centro de los jesuitas en Brescia y en 1916 ingresó en el seminario de esta ciudad. El joven Montini contó con un permiso especial para vivir en su casa, dado que su salud era delicada.
Labor pastoral
En 1921, fue destinado al servicio diplomático y durante algunos meses de 1923 trabajó en la nunciatura apostólica de Varsovia. El frío afectaba a su salud y pronto volvió a Roma, donde fue asignado a la oficina de la Secretaría de Estado, allí permaneció durante 30 años.
Nombrado en 1937 asistente del cardenal Pacelli (después Pio XII), por entonces secretario de Estado, Montini preparó el borrador del extremo aunque inútil llamamiento de paz que el papa Pacelli lanzó por radio el 24 de agosto de 1939, en vísperas de la II Guerra Mundial: “Nada se pierde con la paz. Todo puede perderse con la guerra”.
Sucesor de Juan XXIII
En 1954 fue nombrado arzobispo de Milán. Como pastor en la conocida como Iglesia ambrosiana se ha reconocido su especial atención a los problemas del mundo del trabajo, de la inmigración y de las periferias. Además, por su labor en ella es conocido como el “arzobispo de los pobres”.
Elevado a cardenal en 1958 por Juan XXIII, colaboró con este en la preparación y apertura del Concilio Vaticano II hasta que el 21 de junio de 1963 le sucedió como Sumo Pontífice bajo el nombre de Pablo VI.
Encíclicas y documentos
Como pontífice manifestó la voluntad de diálogo de la Iglesia con las diversas confesiones y religiones y con el mundo, aspecto central de su primera encíclica Ecclesiam suam de 1964, que fue seguida por otras seis.
Entre estas hay que recordar la Populorum progressio de 1967 sobre el desarrollo de los pueblos y la Humanae vitae de 1968, dedicada a la cuestión de los métodos para el control de la natalidad, que suscitó numerosas polémicas incluso en ambientes católicos.
Otros documentos significativos de su pontificado son la Carta Apostólica Octogesima adveniens de 1971 sobre el pluralismo del compromiso político y social de los católicos, y la Exhortación Apostólica Evangelii nuntiandi de 1975 sobre la evangelización del mundo contemporáneo.
Huella en la Iglesia
En el aspecto litúrgico, este santo italiano realizó un paciente trabajo de mediación para favorecer la renovación pedida por el Vaticano II, sin lograr evitar las críticas de los sectores eclesiales más avanzados y la oposición de los conservadores.
Además, el papa número 262 de la Iglesia ha dejado huella en la historia de la misma con diversas acciones, como su exitosa conclusión del Concilio Vaticano II, así como su rigurosa reforma de la Curia Romana o el discurso ante la Organización de las naciones Unidas en 1965.
El papa Pablo VI murió en Castelgandolfo el 6 de agosto de 1978, fiesta de la Transfiguración del Señor.
Proceso de canonización
El 11 de mayo de 1993, durante el pontificado de san Juan Pablo II, se inició el proceso diocesano de beatificación del siervo de Dios Pablo VI y el 20 de diciembre de 2012 se publicó el decreto de la Congregación de las Causas de los Santos que reconoce sus virtudes heroicas, aprobadas por el entonces papa Benedicto XVI.
Pablo VI fue beatificado el 19 de octubre de 2014 por Francisco, después del reconocimiento de un milagro por su intercesión: la inexplicable curación de un niño en el seno de su madre en California 18 años antes.
El niño estaba amenazado de muerte o de graves malformaciones, lo que llevó a los médicos a aconsejar el aborto.
Curación milagrosa a Amanda
El 6 de febrero de 2018 se le atribuyó una segunda curación milagrosa. Dicha curación, que se produjo en 2014, se refiere a una niña pequeña de la región de Verona (Italia), Amanda, que, antes de su nacimiento, sobrevivió a un riesgo comprobado de aborto.
El Papa Francisco canonizó a Pablo VI en 2018 en la plaza de San Pedro, en el transcurso del Sínodo de los Obispos para la Juventud.