(zenit – 3 junio 2020).- A causa de las revueltas sociales en Estados Unidos por el asesinato del afroamericano George Floyd, el Papa Francisco ha condenado todo tipo de “racismo o exclusión” y ha recordado que “la violencia de las últimas noches es autodestructiva”.
De este modo, el Pontífice se une a la Iglesia local de San Pablo y Minneapolis, y a todos los Estados Unidos, “para rezar por el descanso del alma de George Floyd y de todos los demás que han perdido sus vidas por el pecado del racismo”, según ha expresado esta mañana, 3 de junio de 2020, en la audiencia general.
El Santo Padre ha hecho un llamamiento a la paz y al respeto de “toda vida humana” con motivo de las revueltas surgidas estos días los Estados Unidos, por una serie de disturbios sociales tras la muerte de George Floyd, de 46 años de edad, durante su arresto en la ciudad de Minneapolis el pasado 25 de mayo.
“No podemos tolerar ni cerrar los ojos ante ningún tipo de racismo o exclusión y pretender defender la santidad de toda vida humana”, ha señalado. “Al mismo tiempo, debemos reconocer que ‘la violencia de las últimas noches es autodestructiva y provoca autolesión. Nada se gana con la violencia y mucho se pierde’”, ha añadido.
Francisco ha mostrado su cercanía con los hermanos de Estados Unidos y asegurado que sigue de cerca y con “gran preocupación” los dolorosos disturbios sociales que se están produciendo en su nación en estos días, tras la trágica muerte del Sr. George Floyd.
También ha indicado que reza “por el consuelo de las familias y amigos afligidos”, así como “por la reconciliación nacional y la paz que anhelamos”, invocando a Nuestra Señora de Guadalupe, Madre de América, para que “interceda por todos los que trabajan por la paz y la justicia en su tierra y en el mundo”. “Dios los bendiga a todos ustedes y a sus familias”, ha concluido.
Declaración del cardenal Turkson
En declaraciones a Vatican News sobre los sucesos en Estados Unidos, el cardenal Turkson, prefecto del Departamento de la Santa Sede para la Promoción del Desarrollo Humano Integral, resalta que el racismo es un fenómeno social muy extendido. “Ha habido apartheid en Sudáfrica, un sistema de castas en otras partes del mundo y lo que se ha hecho a los aborígenes”.
Y recuerda que para nosotros “como Iglesia, esto va en contra de los fundamentos de nuestra concepción de la persona humana desde su creación. Somos creados a imagen y semejanza de Dios. Toda persona está imbuida de la dignidad humana que es preciosa a los ojos de Dios y que no le es conferida por ninguna persona humana” y esto es algo que hay que reconocer y promover.
En línea con los obispos católicos de los Estados Unidos, el prefecto remarca que “el asesinato de una persona no solo disminuye nuestra humanidad, nuestra familia humana, sino que es un grito a Dios para que nos escuche y nos haga justicia” y en una situación así, “el grito de justicia es el grito contra lo que hiere a la hermandad, contra lo que impide que la hermandad exista”.
Para el cardenal, ir a las raíces del racismo “significa que tenemos que reeducar el sentido de humanidad, el sentido de lo que significa la familia humana: Compartimos la misma dignidad que Dios nos ha dado, a nosotros que fuimos creados a su imagen y semejanza. Y somos diferentes”.
Llamado a la no violencia y al perdón
Igualmente, afirma compartir la postura del hermano de George Floyd, que sostiene que la ira debe ser canalizada en una acción civil no violenta y recuerda que Estados Unidos tiene una larga historia de manifestaciones pacíficas, como las de Martin Luther King.
No obstante, el purpurado va “un paso más allá”, y añadiría a la llamada a la no violencia “la llamada al perdón”: “Solo hay una cosa que puede ayudar a George ahora que se presenta ante Dios. Es el perdón para sus asesinos. Como lo hizo Jesús”.
Finalmente, invita a obispos, sacerdotes, pastores y líderes de las diferentes comunidades “a organizar un evento ecuménico e interreligioso. Podría tener lugar en un parque, al aire libre, y toda la gente podría reunirse para rezar. Lo único que George Floyd necesita ahora mismo es la oración: la oración cuando se presenta ante Dios”.
Con Larissa I. López