(zenit – 25 junio 2020).- Ante los ataques a las estatuas de san Junípero en el Estado de California, Estados Unidos, en el marco de las protestas raciales en el país sucedidas tras la muerte de George Floyd, la Conferencia de Obispos Católicos de California ha publicado un comunicado.
En él, en primer lugar, los prelados manifiestan su apoyo a la eliminación pacífica del racismo “contra los miembros de las comunidades afroamericana e indígena americana”.
No obstante, ante la cuestión de la eliminación de las estatuas de líderes políticos y culturales del pasado, consideran que se debe discernir celosamente “toda la contribución que la figura histórica en cuestión hizo a la vida americana, especialmente en la promoción de los derechos de los pueblos marginados”.
San Junípero, protector de los indígenas
En esta línea, la nota señala que “al pedir que se retiren las imágenes de san Junípero Serra de la exhibición pública en California y al derribar su estatua en San Francisco y en Los Ángeles, los manifestantes han fracasado en esa prueba”, pues, como señaló Mons. Salvatore J. Cordileone, arzobispo de San Francisco en una reciente declaración: “Este misionero hizo sacrificios heroicos para proteger a los indígenas de California de sus conquistadores españoles, especialmente los soldados”.
“Incluso con su pierna enferma, que le causaba tanto dolor, caminó hasta la Ciudad de México para obtener facultades especiales del Gobierno del virrey de España para disciplinar a los militares que abusaban de los indios. Y luego regresó a California”, describe.
Para que no quede duda de ello, el arzobispo de San Francisco señala que existe “un recordatorio físico hasta el día de hoy: en todas partes hay un presidio (cuartel de soldados) asociado a una misión en la cadena de 21 misiones que él fundó, el presidio está a millas de distancia de la misión en sí y de la escuela”.
Educación, salud y formación
San Junípero Serra “también les ofreció lo mejor que tenía: el conocimiento y el amor de Jesucristo, que él y sus compañeros franciscanos ofrecieron a través de la educación, el cuidado de la salud y la formación en las artes agrarias”, aclara el pelado.
Finalmente, los miembros del episcopado californiano insisten en que la verdad histórica es que Serra “presionó repetidamente a las autoridades españolas para un mejor tratamiento de las comunidades nativas americanas”.
“Un hombre adelantado a su tiempo”
“Serra no fue simplemente un hombre de su tiempo. Al trabajar con los nativos americanos, fue un hombre adelantado a su tiempo que hizo grandes sacrificios para defender y servir a la población indígena y trabajar contra una opresión que se extiende mucho más allá de la era de las misiones”, prosigue la nota.
“Y si eso no es suficiente para legitimar una estatua pública en el Estado por el que tanto hizo para crearlo, entonces prácticamente todas las figuras históricas del pasado de nuestra nación tendrán que ser removidas por sus fallas medidas a la luz de los estándares de hoy”, concluye el textos de los obispos.