(zenit – 22 julio 2020).- Don Manuel Barrios Prieto, secretario general de la Comisión de los Episcopados de la Unión Europea (COMECE) ha felicitado a los principales protagonistas del acuerdo firmado en Bruselas el pasado 21 de julio de 2020 entre los jefes de Estado y de Gobierno.
El acuerdo al que llegaron los líderes europeos en la cumbre desde el 17 de julio se trata de una de las operaciones financieras más voluminosas de la historia europea. Los jefes de estado aprobaron un Fondo para la Recuperación con un presupuesto de 750.000 millones de euros, de los cuales 390.000 millones de euros será en subvenciones y 360.000 millones de euros en préstamos para los países afectados por la crisis.
“Con este acuerdo del Consejo, el futuro de todos es Europa e Italia y España tienen un futuro”, escribe Barrios Prieto, felicitando sobre todo a Ángela Merkel y Emmanuel Macron: “El proyecto de unificación europea iniciado hace 70 años continúa para el bien de todos”.
Los líderes de los 27 países se pusieron de acuerdo por fin en un plan innovador para pedir prestados conjuntamente 750.000 millones a través de la Comisión Europea, que se dedicarán a reconstruir las economías más perjudicadas por la pandemia, especialmente las de Italia y España. Los Estados beneficiarios tendrán que empezar a devolver las sumas al final de los próximos siete años del presupuesto de la Unión Europea, es decir, para 2027.
La aprobación del Fondo de Recuperación supone “un importante paso adelante” según Angelo Baglioni, profesor de Economía Internacional de la Universidad Católica de Milán, pues sería “quizás” la primera vez que la Unión Europea ha hecho prevalecer la lógica de la solidaridad sobre la de la confrontación estéril. No obstante, las razones de la fricción con los llamados “países frugales” siguen en pie.
Es evidente, dice el profesor Baglioni, que para hablar de una UE que ha emprendido un camino de cambios reales, es preciso llevar a cabo importantes reformas estructurales; por ejemplo, hay que racionalizar y desburocratizar los procedimientos de toma de decisiones, uno de los cuales –como el criterio de la votación por unanimidad– provoca importantes retrasos en la actividad legislativa. Esto se vio en el lanzamiento del Fondo de Recuperación: se necesitaron cuatro días y cuatro noches de intenso debate para llegar a una conclusión.