(zenit – 31 agosto 2020).– En Colombia, la diócesis de Cúcuta, con la ayuda de la caridad del Papa Francisco y atenta al fenómeno migratorio que se presenta en la frontera colombo-venezolana, asiste a los migrantes venezolanos.
De este modo, de acuerdo a una nota de la diócesis, el pasado 24 de agosto, se entregaron dos toneladas y media de alimento (panela, arroz, pastas, jugos, harina de maíz, sal y granos) para ser distribuidos entre los migrantes. Esta aportación fue distribuida con la colaboración y ayuda de la Policía Nacional, en los refugios que acompaña esta institución.
Consecuencias de la COVID-19
Las consecuencias de la pandemia de la COVID-19 ha obligado a que miles de migrantes venezolanos deseen retornar a su país de origen. Por ello, ahora se ven sometidos a esperar en improvisados refugios, donde atraviesan diversas dificultades, como la falta de alimentación y hospedaje, indica el comunicado.
Monseñor Víctor Manuel Ochoa Cadavid, obispo de la Diócesis de Cúcuta, manifestó que “a pesar de la difícil situación económica que se vive hoy en día, también en nuestra diócesis, no dejaremos de seguir ejerciendo la caridad con nuestros hermanos migrantes, porque la caridad de Cristo nos urge”.
El prelado realizó también un llamamiento a todos los habitantes de esta zona de frontera a elevar una oración para que el Señor guarde y proteja a las familias de Norte Santander de la peste y la enfermedad que acecha e ilumine a los gobernantes para que puedan encontrar la respuesta apropiada a la necesidad que hoy tienen los hermanos migrantes venezolanos.
Entrega de desayunos
Asimismo, la Fundación Pía Autónoma Asilo Andresen, los días 27 y 28 de agosto se acercó al refugio de migrantes cerca al puente internacional Simón Bolívar, que comunica a Villa del Rosario (Norte de Santander, Colombia) con San Antonio del Táchira (Venezuela), para entregar desayunos a los niños y sus padres, que esperan allí para retornar a su país.
El Asilo Andresen, institución de la diócesis de Cúcuta, mantiene su compromiso con la protección de la infancia. A pesar de que sus instalaciones físicas se encuentran cerradas por la pandemia, ha atendido permanentemente a los menores más vulnerables de Cúcuta y su área metropolitana.
Tal y como indica la diócesis, durante la pasada semana, gracias a las donaciones de empresarios a través de la Fundación Global Ave Fénix, se llevaron 600 desayunos, para alentar a los menores presentes en los refugios para migrantes, donde atraviesan numerosas necesidades.
Los desayunos están compuestos por avena y arepas rellenas con queso, los cuales son entregados por los sacerdotes y colaboradores del Asilo. El director de la Fundación, el presbítero Elver Rojas, asegura que este gesto sirve “para llevarle amor y consuelo de Dios a los niños y sus familias”.