(zenit – 17 sept. 2020)-. El secretario de Relaciones con los Estados del Vaticano, el arzobispo Paul Richard Gallagher, ha completado su visita a Bielorrusia, que tuvo lugar del 11 al 14 de septiembre de 2020.
Bielorrusia afronta una grave crisis social tras la reelección de Alexander Lukashenko, quien ha guiado a la nación ininterrumpidamente desde 1994. Varias protestas callejeras surgieron los días posteriores en Minsk, la capital, y se fueron extendiendo en otros lugares del país.
El pasado 18 de agosto, los cristianos bielorrusos y personas de buena voluntad rezaron juntos el Padrenuestro para permanecer unidos frente a la revuelta social que atraviesa el país, después de las elecciones presidenciales celebradas el pasado 9 de agosto del mismo año.
Enviado por el Papa Francisco
Mons. Gallagher fue enviado por el Papa Francisco a este país del este europeo “para mostrar la atención y la cercanía” del Santo Padre “a la Iglesia Católica y a todo el país”, informó la Oficina de Prensa de la Santa Sede el 11 de septiembre.
En la nota se anunciaba que había previstas “reuniones con las autoridades civiles y los responsables de la Iglesia Católica”.
Llegada a Bielorrusia
L’Osservatore Romano ha relatado en un artículo el periplo del secretario de Relaciones con los Estados. Según el mismo, el prelado llegó a la capital bielorrusa, Minsk, el viernes 11, acompañado por Mons. Antonio Mennini, nuncio apostólico, y Mons. Paul Butnaru, secretario de la Nunciatura en servicio en la Sección de Relaciones con los Estados.
En el aeropuerto fueron recibidos por el viceministro de Relaciones Exteriores, Sergei Aleinik, y por el encargado de Negocios interino de la Nunciatura Apostólica de Bielorrusia, el reverendo Maher Chammas.
Reunión con el ministro de Asuntos Exteriores
Desde allí, la delegación fue directamente a la sede del Ministerio de Asuntos Exteriores, donde tuvo lugar la reunión con el ministro, Vladimir Makei.
Durante la reunión se recordaron algunos de los momentos más importantes de la colaboración entre Belarrusia y la Santa Sede en la esfera internacional, así como la importante contribución de la Iglesia Católica local “al crecimiento espiritual del pueblo bielorruso, a su asistencia social, a la buena coexistencia nacional interreligiosa y a la promoción de la identidad cultural del país”.
Según el medio vaticano, se prestó especial atención a discernir la mejor manera en que la Iglesia Católica “puede continuar llevando a cabo su misión espiritual en nombre de todos los ciudadanos”.
Encuentro con obispos católicos
Al día siguiente, sábado 12, el secretario de Relaciones con los Estados se reunió con los obispos católicos del país en la sede de la Nunciatura Apostólica. El encuentro permitió, por un lado, “conocer más profundamente los desafíos que enfrentan las comunidades católicas y sus pastores” y, por otro, “mostrarles la cercanía concreta y el apoyo del Santo Padre”.
De acuerdo a la misma fuente, el intercambio resultó muy útil para evaluar conjuntamente “el camino que la Iglesia local debe seguir para permanecer fiel a su identidad y a su misión evangélica, al mismo tiempo que se convierte en un instrumento eficaz de cohesión social”.
Visita a la catedral ortodoxa de Minsk
Por la tarde, la delegación realizó una visita privada a la catedral ortodoxa de Minsk, que les permitió descubrir “algunos detalles de la historia religiosa del país y, sobre todo, su capacidad de renacimiento espiritual después de los difíciles tiempos del ateísmo”.
Esa misma tarde, en la Nunciatura Apostólica, Mons. Gallagher se reunió con el viceministro de Asuntos Exteriores y Embajador ante la Santa Sede, Sergei Aleinik. Esta cita sirvió para intercambiar de nuevo “puntos de vista sobre diversos temas de importancia nacional e internacional y para profundizar sobre algunos aspectos de mayor importancia y actualidad”.
Final del viaje
El domingo 13, el enviado especial del Papa celebró la Misa en la capilla de la Nunciatura Apostólica, a la que acudieron algunos embajadores católicos.
En la tarde del mismo día, la delegación hizo una visita privada al santuario memorial en honor a todos los santos, donde se reunieron con el rector del complejo, el arcipreste Fyodor Povny. Esta experiencia les ayudó a “aprender más sobre la historia del pueblo bielorruso y la riqueza de su tradición cristiana ortodoxa, íntimamente unida a ella”.
Finalmente, indica L’Osservatore Romano, el lunes 14 de septiembre, el secretario de Relaciones con los Estados regresó al Vaticano.