(zenit – 29 sept. 2020).- El antiguo ministro de Economía y Finanzas del Vaticano, el cardenal George Pell, de 79 años, se espera que llegue a Roma esta semana, confirmó la diócesis de Sydney (Katrina Lee de Reuters) el 28 de septiembre de 2020, después de que la noticia apareciera en el Herald Sun (Andrew Bolt).
No obstante, la Santa Sede no lo confirma, y no se ha anunciado ninguna reunión con el Papa Francisco por el momento.
Esta será su primera visita a Roma después de más de tres años de ausencia y desde que fue absuelto de los cargos de abuso sexual en Australia.
El cardenal Pell se marchó de Roma en junio de 2017, tomando un “permiso” para responder a los cargos de presunta agresión sexual en los tribunales australianos que se remontan a finales del decenio de 1990. Permaneció nominalmente como prefecto de la Secretaría de Asuntos Económicos hasta 2019. También fue miembro del Consejo de Cardenales.
Declarado culpable en diciembre de 2018, fue liberado el 7 de abril de 2020 tras más de 400 días de prisión: el Tribunal Superior de Australia anuló la condena. El cardenal australiano ha estado viviendo en Sydney desde su liberación.
El propósito del viaje y la duración de la estancia romana se desconocen. En 2019, después de su condena en primera instancia, el Vaticano anunció que la Congregación para la Doctrina de la Fe se ocuparía de su caso “según las modalidades y los plazos establecidos por las normas canónicas”: ¿cuál es la situación ahora que el cardenal australiano ha sido absuelto por los tribunales de su país?
Este regreso se produce también en circunstancias difíciles para el Papa -habló de “mal tiempo” el domingo en el Ángelus y parece que la alusión no era solo meteorológica-: acaba de destituir, el jueves 24 de septiembre, a su amigo el cardenal Angelo Becciu, hasta ahora prefecto de la Congregación para las Causas de los Santos, por sospecha de malversación de fondos, según la prensa italiana, pero los cargos no han sido todavía formulados oficialmente.
El cardenal sardo ha protestado por su inocencia y ha recibido todo el apoyo de los obispos de Cerdeña.
El cardenal Pell, por su parte, encabezó la reforma financiera deseada por el Papa Francisco en el Vaticano.