(zenit – 2 nov. 2020).- Al final de la Misa por los Fieles Difuntos, celebrada en la iglesia del Camposanto Teutónico, el Papa Francisco se trasladó al pequeño Cementerio Teutónico del Vaticano.
El Santo Padre, acompañado por el rector Fischer, bendijo el cementerio con el aspersorio y agua bendita. Después, se detuvo en oración frente a una tumba y una imagen de la Piedad y, cruzando todas las avenidas y deteniéndose brevemente frente a algunas lápidas, se despidió a la salida.
El Santo Padre se dirigió a continuación a las grutas de la basílica de San Pedro para un momento de oración en privado por los pontífices fallecidos.
Visitas a otros cementerios
En ocasiones anteriores, el 2 de noviembre, Francisco acudió a distintos cementerios. El año pasado a las catacumbas de Priscila, en la Vía Salaria de Roma.
En 2018 estuvo el Cementerio Laurentino, situado en la periferia sur de Roma, donde celebró la Misa en sufragio de los difuntos con una parada frente a las tumbas de los niños, de los que fallecieron prematuramente por enfermedades o accidentes y de los que nunca nacieron, enterrados en el llamado “Jardín de los Ángeles”.
En 2017 fue el turno al Cementerio Americano de Neptuno, donde están enterrados los soldados americanos que murieron en Italia durante la Segunda Guerra Mundial.
La celebración eucarística de 2016 tuvo lugar en el Cementerio de Prima Porta, mientras que en los tres años anteriores (2015, 2014 y 2013), el 1 de noviembre, en la solemnidad de Todos los Santos, fue al Cementerio Comunal Monumental Campo Verano.