(zenit- 9 nov. 2020).- Hoy la Iglesia celebra la Dedicación de la basílica de San Juan de Letrán en Roma, la más antigua de la Iglesia Católica, construida incluso antes que la basílica de San Pedro.
Cada 9 de noviembre es la fiesta litúrgica de la basílica lateranense, catedral del Papa, “madre y cabeza de todas las iglesias de la urbe y del orbe”, tal y como muestra la escritura de su fachada.
Sobre la basílica de Letrán
Con el nombre archibasílica papal del Santísimo Salvador del Mundo y de los santos Juan Bautista y Juan Evangelista de Letrán, fue construida después del edicto del emperador Constantino, y es la sede episcopal del primero de todos los obispos, el Santo Padre.
Fue consagrada por el papa san Silvestre el 9 de noviembre del año 324, después de que el emperador Constantino, primer gobernante romano que concedió a los cristianos la posibilidad de construir templos de culto, regalara al Sumo Pontífice el palacio basílica de Letrán.
Es la más importante de las cuatro basílicas mayores, todas construidas con una puerta santa y un altar papal. En la capital italiana también están la basílica de San Pedro del Vaticano, la basílica de san Pablo de Extramuros y la basílica de santa María la Mayor.
Origen de la basílica
El nombre de “Letrán” le viene del palacio que tenía la familia patricia de los Lateranos o Laterani, del antiguo Imperio Romano. Situada en el monte Celio desde el siglo I, fue confiscado por las autoridades con la acusación de conspirar contra Nerón.
Desde este momento pasó a ser posesión de la esposa de Constantino, y posteriormente regalado al papa Milcíades como residencia habitual, tradición que duró hasta la época de Aviñón.
El papa San Silvestre le otorgó el título de “El Salvador”, y ya en el siglo XIII añadieron en el nombre oficial la dedicación de san Juan Bautista y san Juan Evangelista.
Historia de la basílica de Letrán
La basílica de Letrán ha sido lugar de la celebración de 25 concilios, desde los siglos IV y XVI, incluyendo cinco ecuménicos. Más recientemente, el 11 de marzo de 1929 se firmó el Tratado de Letrán, por el que el papa Pío XI restablecía las relaciones con el Gobierno italiano de Mussolini y se declaraba la independencia política de la Santa Sede.
Habiendo pasado por saqueos, incendios, terremotos, e incluso abandono papal por el destierro de Aviñón, la basílica lateranense ha recogido la huella de muchos acontecimientos, así como la impronta artística del Renacimiento y el Barroco. En este lugar fue donde san Francisco de Asís solicitó al papa Inocencio III la aprobación de su orden.
Con información de Catholic.net.