(zenit – 18 nov. 2020)-. El Papa Francisco aseguró a los obispos españoles sus oraciones por las víctimas del coronavirus en un mensaje de condolencia transmitido a través del nuncio apostólico en España y Principado de Andorra, monseñor Bernardito Auza.
El prelado intervino el pasado 16 de noviembre de 2020 en la inauguración de la Asamblea Plenaria de la Conferencia Episcopal Española (CEE) en curso, de modo telemático por la pandemia, del 16 al 20 de noviembre, con la participación física de 38 obispos en la sede de Madrid, y la participación virtual del resto de los miembros del episcopado.
“A todos ustedes, así como a las Iglesias particulares que presiden en la caridad, les comunico la sensible cercanía, el saludo y la bendición del Papa, a quien tengo el honor de representar en España. Muy particularmente a los enfermos en esta pandemia, así como el sentido pésame y la seguridad de las oraciones de sufragio de Su Santidad a todas las familias que han sufrido la pérdida de seres queridos”, expresó el nuncio en su saludo.
El contexto de la pandemia
Del mismo modo, Mons. Auza resaltó el “talante modélico” del Santo Padre “cuya actividad no ha parado, despierto con atención a las necesidades de la Iglesia y de las sociedades”. En este duro contexto de la COVID-19, continúa, Francisco, “con su afabilidad de todos conocida, decía así en una entrevista que concedió en la primera ola de la pandemia: ‘La gran preocupación mía –al menos la que siento en la oración– es cómo acompañar al pueblo de Dios y estar más cercano a él’ (Entrevista con Austen Ivereigh, 8/04/2020)”.
“Sé muy bien que está viva preocupación del Papa, también está en ustedes”, dijo a los pastores españoles, señalando que la Asamblea “será ocasión en la que, inmersos en esta situación, reflexionen en común sobre esta incidencia que ha traído el llorado deceso de muchas personas y tiene consecuencias en la vida de la Iglesia, muy en particular al interferir en la vital práctica sacramental y, por supuesto, en la vida social, en la cual se proyecta el luto, queda afectada la vida laboral y vemos surgir la dificultad económica”.
Reconocimiento y gratitud
Asimismo, expresó a los obispos el reconocimiento a los sacerdotes y consagrados y voluntarios que, “han realizado creativamente formas y maneras de llegar a los fieles” y condolencia por los sacerdotes que, “en su atención sacramental y de apoyo, sufriendo el contagio, no han superado la enfermedad y han fallecido”.
Del mismo modo, manifestó su sentimiento de gratitud, al personal sanitario, médicos, enfermeras y enfermeros, a las fuerzas del orden público y a todas aquellas colectividades profesionales que “nos facilitan el cada día con sus imprescindibles servicios que afectan a la manutención y sostenimiento digno”.
“Cuidar el ahora” para el mañana
“Esta situación de duración ahora incierta pasará. Por eso el Papa nos recuerda este principio: Con creatividad, ‘cuidar el ahora, pero para el mañana. Resérvense para mejores tiempos, porque en esos tiempos recordar esto que ha pasado nos ayudará. Cuídense para un futuro que va a venir. Y cuando llegue ese futuro, recordar lo que ha pasado les va a hacer bien’”, recuerda el representante pontificio.
Mons. Auza espera que este pensamiento aliente “los trabajos señalados en el programa de la presente Asamblea, los cuales afectan a la marcha inmediata de la Conferencia en su ordenamiento”.
Dejarse “contagiar por el amor”
Remitiendo de nuevo a las palabras del Obispo de Roma, el nuncio apostólico invitó a dejarse “contagiar por el amor, no por el virus”, y garantizó a los miembros de esta Conferencia Episcopal “mi oración para que sus trabajos incentiven la generosidad de los corazones”.
En este sentido, remarcó “la tarea que Cristo ha dado a los Santos Apóstoles y a sus sucesores, sacar a los hombres de las sombras atávicas que proyecta la experiencia de su vulnerabilidad, a fin de que, siempre consciente de su libertad, no quede a merced de ningún oscuro albur, ni pierda de la mano las riendas confundido en un porvenir incierto”.