Redacción.
(Zenit 20.04.2021) Ante un crecimiento en el número de personas infectadas por COVID-19 en Argentina, el presidente Alberto Fernández decidió unilateralmente aplicar algunas restricciones, muchas de ellas afectando principalmente al área metropolitana de Buenos Aires, la capital del país, donde vive el 40% de los argentinos.
Una de esas restricciones afecta la libertad religiosa y por eso el Consejo Argentino para la Libertad Religiosa (http://www.calir.org.ar/) emitió una declaración (que pude consultarse aquí).
En la declaración, firmada por el presidente y vicepresidente del organismo, subrayan que las nuevas limitaciones que se pretenden imponer no están precedidas de un decreto de “estado de sitio” ni cuentan con el respaldo del congreso.
Aduciendo proporcionalidad y razonabilidad, desde el CALIR comentan que la medida del ejecutivo argentino no está dirigida sólo a reuniones masivas sino incluso a acciones individuales o con escasa cantidad de gente, sin tomar en cuenta las dimensiones reales de espacios en los templos.
El comunicado finaliza anotando que la salud espiritual de las personas, en su ejercicio de libertad religiosa, es tan importante como la salud espiritual.
Las medidas restrictivas tomadas por el presidente Fernández han recibido un amplio rechazo por parte de la población afectada también en sus bolsillos tras la suma de una crisis económica y la crisis de salud derivadas de la pandemia.
De acuerdo al rankeo mundial de mortalidad por país, Argentina ocupa el lugar número 14 por muertes a causa del coronavirus. En América latina sólo están por delante Brasil, México y Colombia.