Por: Elizabeth Owens
Los obispos católicos de Eritrea, un país del África Oriental, han manifestado su inconformidad al gobierno por la determinación que éste tiene de arrebatarles las escuelas y hospitales católicos: «Estamos profundamente entristecidos y dolidos por las medidas que el gobierno está tomando por la fuerza, quitándonos las instituciones educativas y de salud que legítimamente nos pertenecen», dicen en una carta dirigida al ministro de educación.
Ya en 2018 las escuelas secundarias habían sido arrebatadas a la Iglesia católica y ahora se han comenzado a aplicar medidas para nacionalizar las restantes: desde las escuelas de educación inicial hasta las de educación superior que hay en este país donde el 57,7% de la población es cristiana ortodoxa, 36,2% es musulmana y apenas un 4,6% es católica.
Los obispos aclaran que los servicios que ofrece la Iglesia católica a la población «no pretenden ser competitivos ni sustituir lo que hace el Estado en las mismas áreas», sino que tienen como objetivo «ofrecer a la población mayores oportunidades de elección y uso». De ahí que «Estas medidas violan en principio los derechos de la Iglesia y son abiertamente lesivas a los principios más elementales de justicia, negando a las familias la posibilidad de enviar a sus hijos a una escuela de su libre elección».
Pero no son sólo las escuelas a por lo que va el gobierno: también van por los hospitales, hospitales que dan servicio a personas de todas las religiones. Dado que el gobierno ha manejado que los hospitales son propiedad de personas y no de la Iglesia, los obispos señalan contundentemente: “Esta es una distorsión abierta de la verdad, diseñada para confundir a la gente. Y es justo y apropiado que nosotros, los obispos católicos de Eritrea, denunciemos sin demora la indiscutible falsedad de la tergiversación antes mencionada. Las escuelas y clínicas confiscadas o cerradas, o destinadas a sufrir la misma suerte, son propiedad legítima de la Iglesia Católica, construida, constituida y organizada en el interés supremo y exclusivo de servir a la población”.