Por: Isabel Andino
(ZENIT News Agency – Revista Misión / Madrid, 02.08.2021).- Nuestra revista hermana, la revista Misión, entrevistó al joven y famoso rapero español Guillermo Esteban “Grilex” quien empezó a escuchar rap cuando tenía apenas 7 años. Con 17 compuso su primera canción para desahogar la tensión que vivía por la enfermedad de su hermano, a quien le diagnosticaron un lupus eritematoso. Pero un encuentro con Jesucristo marcó un cambio radical en su forma de hacer rap. Ahora evangeliza a través de su música.
Pregunta: El RAP es un género agresivo y reivindicativo. ¿El rap cristiano que tú haces va a contracorriente?
Respuesta: Por supuestísimo. Y estoy orgulloso de ello. Es una revolución. El rap es agresivo y yo hago rap agresivo, claro. Y de hecho en mi nuevo proyecto, Introspección, hay canciones superagresivas, pero… tocadas desde el amor. Entonces cambia el contexto.
Pregunta: Sin embargo, parece que rap y cristianismo no conjugan…
Respuesta: No quiero ser el típico chaval que hace rap de flores. No, no. Realidades como puños. Y lo suelto. Pero desde el amor. Metemos zasquitas, porque es la esencia del rap, pero como lo hacía Jesús, que a los fariseos les metía unos zascas brutales. De hecho, yo creo que si Jesús viniese en el siglo XXI sería rapero. Sabemos que vamos a contracorriente, y hay una masa muy fuerte dentro del rap que no lo entiende, pero nos da igual porque ir a contracorriente es lo que hacía Jesús, y tampoco levantaba aplausos constantemente.
Pregunta: ¿De qué tratan tus canciones?
Respuesta: En el próximo disco que vamos a sacar, tratamos diferentes aspectos de la fe: cómo se puede vivir, que no es a base de puro esfuerzo, sino dejándose llevar…
Hay otra canción sobre el vacío y el dolor que muchas veces siente el cristiano; otra habla de la pornografía y del juego, que nos dejan estancados; otra sobre el postureo…
Pregunta: O sea, que ves algo negativo en el intento de dar una imagen artificial en las redes sociales.
Respuesta: Sí. Cuando buscas la aprobación constante es por carencia de amor. Si no te han enseñado que Dios es el único que cubre tus necesidades, al final todo es buscar aprobación, tanto en redes sociales como en el trabajo, el colegio o la universidad. Aprobación, y ponerte máscaras para agradar a todos. Ahora bien: ¿te agradas a ti mismo? ¿Te conoces? ¿Te quieres? ¡Si supieras el valor que tienes a los ojos de Dios! Cuando te sientes amado por Dios, aunque tengas inseguridades y miedos, te da igual lo que otros piensen de ti, porque solo buscas Su aprobación.
Pregunta: Eras un joven de parroquia, pero te alejaste de Dios tras la enfermedad de tu hermano. ¿Qué pasó para que volvieses a Él? Mi corazón estaba sediento de Dios y Él se encontró conmigo.
Respuesta: Fue a través de los Cursos Alpha. Una de las cosas que más me ayudó fue juntarme con personas de gran corazón y calidad humana. Rodearme de amigos que me hablaban de Dios, me cuidaban, me potenciaban el corazón. Yo aprendía de ellos y eso me impulsó poco a poco a encontrarme con el Señor. Tener buenas compañías es fundamental.
Pregunta: ¿Cómo es hoy tu relación con Él?
Respuesta: Es una relación que va madurando. Cuando tuve esa primera experiencia con Él, hace cuatro años, mis lazos con Dios eran muy afectivos. Pasé de repente de encontrarme vacío a sentirme lleno. Después esa efusividad se fue rebajando y empecé a tener una relación interesada: era mucho “quiero”. Un segundo clic fue pensar en “qué quiere Él”. Y ahora me va metiendo más en su corazón y su alma. Sigo siendo como un niño al que le están dando papilla porque no está preparado para un buen chuletón, que estaría buenísimo, pero tengo que ir poco a poco.
Pregunta: ¿De qué le vale Dios a un adolescente? Porque quizás puede pensar: esto que me cuentas está bien, pero Dios es ajeno a mi vida.
Respuesta: Lo que pasa es que nosotros jugamos a ser dioses. Es nuestra debilidad. Pensamos que todo tiene que girar en torno a nosotros. Y no dejamos a Dios actuar. Dios es amor, quiere sanarte y estar contigo, pero ¿tú le conoces? Si le conocieses, como dice san Pablo, verías que todo lo utiliza para bien. Incluso los momentos chungos, de pasarlo mal, son regalos de Dios, y cuando ocurren a lo mejor no lo sabes ver. Pero con oración y con perspectiva, te das cuenta de que eso te lo había puesto Él para que puedas ayudar a las personas que están pasando por lo que tú pasaste.
Pregunta: Entonces, ¿por qué muchos jóvenes rechazan a Dios?
Respuesta: Nos han enseñado mal quién es Dios: “Oye, no hagas esto porque te vas al infierno”. En el fondo es un contexto de imposición. Y Dios no impone. Hace falta que en momentos difíciles surjan hombres y mujeres extraordinarios que rompan los esquemas de quién es Dios y empiecen a evangelizar de corazón a corazón. Jesús era y es un revolucionario del amor. Fíjate cómo eran los fariseos: leyes, imposiciones… La gente estaba asfixiada, y llega Jesús y rompe todos los esquemas desde el amor.
Entrevista originalmente publicada en la revista Misión, publicación hermana de ZENIT.