Por: Joachin Meisner Hertz
(ZENIT Noticias / Londres, 22.10.2021).- Cuando el pasado viernes 15 de octubre el diputado británico sir David Amess fue apuñalado por un joven de ascendencia somalí, vinculado a grupos islamistas, un sacerdote católico que se acercó para poder darle los últimos auxilios espirituales no pudo hacerlo pues la policía no se lo permitió.
Fue así que este diputado, católico practicante y firme defensor pro vida, murió sin el consuelo de los sacramentos.
Una semana después de los hechos, un parlamentario de un partido opuesto al de Amess, Mike Kane, del Partido Laborista, lanzó en el Congreso una enmienda de ley a la que ya se nombra “Enmienda Amess”. Se trata de una iniciativa de ley por la cual a los sacerdotes se les permita acercarse a las personas para administrar los sacramentos, incluso si se trata de momentos posteriores a atentados, como le sucedió a David Amess.
Esta enmienda sería añadida al proyecto de ley de Policía, Crimen, Sentencia y Tribunales. “Es vital que las personas de fe puedan recibir los sacramentos que necesitan en los momentos finales de la vida y en el momento de la muerte», advirtió Kane en el homenaje a Amess. Y añadió: “debe haber una permiso por parte de las autoridades, ya sea en un hogar de ancianos o en la escena de un crimen, para que los pastores pueden atender las necesidades espirituales de la persona en cuestión”.
Curiosamente, los “peros” contra esta enmienda han venido de los compañeros de partido del difunto Amess, es decir, del Partido Conservador. Algunos aducen que la presencia de un sacerdote podría alterar la escena del crimen. Esta tesis ha sido apoyada por otros parlamentarios laboristas. Por su parte, la Conferencia de Obispos Católicos de Inglaterra y Gales han manifestado su conformidad con la enmienda.
