Por la mañana del 30 de octubre, previo al inicio de la cumbre del G20 en Roma, el primer ministro indio Narendra Modi visitó al Papa Francisco en la Ciudad del Vaticano. El encuentro se prolongó por poca más de una hora y aunque no se dijeron los temas tratados en la conversación, sí se reveló que el primer ministro invitó al Papa a visitar el país. De hecho, la revelación no llegó a través de la Sala de Prensa de la Santa Sede, la cual solo dijo que el coloquio fue cordial, sino por un tuit de Modi que decía: “Tuve un encuentro muy cálido con el Papa Francisco. Tuve la oportunidad de discutir una amplia gama de temas con él y también lo invité a visitar la India”
El gesto de la invitación es especialmente relevante pues el partido al que pertenece Modi es el de mayor auge, de corte nacionalista, y también el que ha estado impulsando leyes regionales contra la libertad religiosa, especialmente contra los cristianos. Muchas de esas leyes han terminado en persecución y asesinatos contra católicos que en India son minoría religiosa.
Ya en 2017, año en que Francisco deseaba visitar la India, Modi evitó la visita por razones políticas relacionadas con la orientación nacionalista de su partido, orientación que incluye el aspecto religioso hinduista.
En el intercambio de regalos, el premier indio obsequio al Papa un libro sobre el compromiso de la segunda nación más poblada del mundo contra el cambio climático. El Papa contestó con el regalo de un medallón tradicional de la fábrica de san Pedro así como varios de sus textos.
Después del encuentro con el Papa, el primer ministro indio se reunió con el secretario de Estados y el secretario para las relaciones con los estados, Mons. Paul R. Gallagher.