(ZENIT Noticias / Roma, 14.02.2022).- “Navigating Hyperspace” es el nombre del libro que recoge un estudio comparativo sobre la experiencia de sacerdotes católicos en Facebook y el uso que estos hicieron de esa red social durante la pandemia. Se trata, por otra parte, de la primera investigación sobre Facebook y pastoral en contexto de pandemia, resultado de observaciones en ocho países: España, Haití, Colombia, Brasil, Filipinas, Italia, Eslovenia y Congo.
El responsable de la publicación, el prof. Peter Lah, de la facultad de Ciencias Sociales de la Pontificia Universidad Gregoriana, refiere que “el contexto de la pandemia sugirió que también deberíamos examinar cómo se utilizan la tecnología digital y las redes sociales para fines relacionados con el ministerio sacerdotal y la evangelización”.
El resultado es una obra que plantea cuestiones como las implicaciones de la así llamada “sacramentalidad virtual”, además de exponer ideas y orientaciones a partir de las entrevistas con los sacerdotes que participaron en el estudio. Con relación a las transmisiones de la misa por Facebook comenta el P. Peter: “hemos aprendido mucho. Lo hacemos porque deseamos continuar nuestro camino en la fe cristiana, como individuos y como comunidad. Siempre podemos adaptarnos a las circunstancias. Cuando no podemos visitar nuestra iglesia parroquial, Internet nos permite estar, ahí estar, presentes, asistiendo a la misa, junto al párroco y otros miembros de la comunidad. Claro, nuestra presencia es incompleta, predominantemente mental, de naturaleza psicológica, incorpórea. Sin embargo, esta experiencia en cierto modo es lo contrario de lo que sucede cuando estamos soñando despiertos o estamos distraídos en el templo, solo con nuestro cuerpo presente pero no con nuestra mente”.
Comentando el hecho de los “me gusta” y “comentarios”, Fernando Sahuquillo dice que “las publicaciones en las que los clérigos muestran o comparten aspectos de su vida personal son las que generalmente reciben un mayor número de likes y comentarios”. Y añade: “Publicaciones de este tipo requieren más tiempo y elaboración, cosa que algunos no están dispuestos a hacerlo, pero muestra también cómo el contenido virtual merece tiempo y cuidado antes de ser presentado”. En el polo opuesto está la conclusión de quien analizó Haití: según Plaisil Birbek, los “sacerdotes usan Facebook manteniendo su identidad sacerdotal. Son bastante reservados cuando se trata de su vida privada. En general no hablan de sí mismos, sino que tratan temas que afectan a la vida de sus comunidades”.
Otro tema de no poca relevancia es la identidad. Diego Meza, doctorando colombiano, se concentró en sacerdotes de su país y, según él: “contrario a lo que muchos piensan, Facebook no establece identidades paralelas. ¿Qué sucede con los sacerdotes que en estas redes sociales no aparecen como sacerdotes y no publican contenido religioso? Al continuar las relaciones con amigos y familiares en esta plataforma, un sacerdote tiene la capacidad de continuar su presencia ministerial en Facebook, en varias ocasiones, sin la necesidad de presentarse a sí mismo como sacerdote de manera formal. El reconocimiento social se mantiene sin cambios en esta red. Por ejemplo, los amigos de un sacerdote no dejan de reconocerlo como clérigo porque publica contenido no religioso en Facebook. La identidad, hay que recordarlo, no solo depende de cómo me muestro sino de cómo se relacionan los demás conmigo”.
Una carencia identificada es la de la alfabetización digital: “Nuestros análisis revelaron que pocos sacerdotes son expertos en el uso de Facebook -dice el prof. Lah- y aquellos que lo son se lo deben más a sus cualidades inherentes que al conocimiento sistemático. La alfabetización mediática está a la par de la alfabetización general. De hecho, difícilmente se puede considerar maduro —espiritual, intelectual, psicológica y políticamente— a quien no sabe interpretar la realidad cada vez más digitalizada que le rodea, y comprometerse con esta realidad. Proponemos que la alfabetización mediática e informacional se convierta en una parte integral de nuestra formación y misión pastoral. Creo que este libro puede contribuir en algo a este proceso”.