(ZENIT Noticias / Ciudad del Vaticano, 16.02.2022).- El cardenal Luigi De Magistris falleció la noche del 16 de febrero en torno a la 1 de la madrugada. Tenía 96 años y estaba por cumplir los 97 el próximo 23 de febrero. Nacido en Cagliari en 1926, se licenció en filosofía en la Universidad de Cagliari. Completó su formación en el Seminario Romano y fue ordenado sacerdote por el arzobispo Paolo Botto en la catedral de Cagliari el 12 de abril de 1952.
Pasó la mayor parte de su ministerio al servicio de la Santa Sede. Elegido obispo por San Juan Pablo II el 6 de marzo de 1996, fue consagrado el 28 de abril del mismo año por el cardenal Giovanni Canestri en la iglesia de Santa Ana de Cagliari. El 22 de noviembre de 2001 fue nombrado penitenciario mayor, cargo al que renunció por límite de edad el 4 de octubre de 2004.
Regresó definitivamente a Cagliari en 2010 y hasta hace unos años desempeñó el ministerio de confesor en la Catedral. En el Ángelus del 4 de febrero de 2015, el Papa Francisco anunció su creación como cardenal en el siguiente consistorio del 14 de febrero. Tres días después tomó posesión del diaconado de los Santos Nombres de Jesús y María en Vía Lata.
Por la mañana del mismo miércoles 16 el Papa envió un telegrama al arzobispo de Cagliari, Mons. Giuseppe Baturi, en ocasión del fallecimiento del cardenal Luigi de Magistris. Ofrecemos a continuación el contenido del telegrama:
AL CONOCER LA NOTICIA DEL FALLECIMIENTO DEL CARDENAL LUIGI DE MAGISTRIS, HIJO ILUSTRE DE ESTA TIERRA, DESEO EXPRESAR A SU FAMILIA, A VOSOTROS, AL PRESBITERIO Y A TODOS LOS FIELES MI CERCANÍA Y MI PÉSAME POR EL DUELO QUE HA GOLPEADO A TODA LA COMUNIDAD ECLESIAL. AL RECORDAR A ESTE ESTIMADO HERMANO QUE, ANIMADO POR UN CELO SACERDOTAL IRREPROCHABLE, SIRVIÓ AL SEÑOR Y A LA IGLESIA CON GRAN DEDICACIÓN, PIENSO CON GRATITUD EN SU GENEROSO COMPROMISO EN LA SANTA SEDE COMO DILIGENTE Y SABIO COLABORADOR DE MIS PREDECESORES. TAMBIÉN PIENSO EN SU AMOR POR EL MINISTERIO DE LA RECONCILIACIÓN, QUE SIEMPRE HA DESEMPEÑADO CON ADMIRABLE ASIDUIDAD, DEDICADO AL BIEN DE LAS ALMAS. ELEVO MI ORACIÓN AL SEÑOR PARA QUE, POR INTERCESIÓN DE LA BIENAVENTURADA VIRGEN MARÍA DE LA CONFIANZA, ACOJA A ESTE FIEL SERVIDOR EN LA JERARQUÍA CELESTIAL, E IMPARTO CORDIALMENTE MI BENDICIÓN A TODOS LOS QUE PARTICIPAN EN EL RITO FÚNEBRE.