(ZENIT Noticias / Kiev, 31.03.2022).- El Parlamento Ucraniano discute una ley que declararía ilegal las actividades de la iglesia ortodoxa rusa en Ucrania. Se trata del proyecto de ley n. 7213 que fue registrado en la Verkhovnaya Rada (parlamento) el pasado 26 de marzo. El proyecto enmienda la ley “Sobre libertad de conciencia y las organizaciones religiosas” y llevaría a prohibir las actividades de la iglesia ortodoxa rusa en territorio ucraniano. La nueva ley supone la incautación de bienes muebles e inmuebles propiedad de la Iglesia Ortodoxa Ucraniana que depende del patriarcado de Moscú.
Ante la iniciativa de ley impulsada en Ucrania, la iglesia ortodoxa rusa amenazó con un enfrentamiento a gran escala. En declaraciones recogidas por Interfax, un representante del Patriarcado de Moscú dijo: «Si se aprueba tal proyecto de ley, permitirá ejercer una presión muy fuerte sobre miles de comunidades de la Iglesia ortodoxa ucraniana, obligándolas a separarse [de Rusia], y ‘legalizará’ las incautaciones de iglesias de la Iglesia canónica en Ucrania, que se han vuelto cada vez más frecuentes en los últimos días, y la violencia contra su clero y fieles”. Y añadió: “Dada la abrumadoramente tensa situación política y social en Ucrania, la adopción de un proyecto de ley extremadamente radical como este podría desencadenar una confrontación interreligiosa a gran escala con consecuencias impredecibles”.
También el gobierno ruso calificó negativamente el proyecto de ley: “Nuestra actitud hacia esto es extremadamente negativa», dijo el miércoles 30 de marzo a los periodistas el secretario de prensa de la presidencia rusa, Dmitry Peskov. Por su parte, el embajador de la Federación Rusa ante la Santa Sede calificó este proyecto como “una violación del derecho a la libertad de religión”.
Apenas la penúltima semana de marzo de 2022 el Sínodo de la iglesia ortodoxa rusa decidió crear un nuevo departamento para la gestión de las iglesias que dependen de Moscú pero se encuentran en Bielorusia, Ucrania y, en general, en Asia Central. La decisión, no obstante, se tomó sin escuchar a ninguna parte ucraniana pues el primado, de nombre Onofre, ni siquiera estuvo presente. En esas reuniones de la penúltima semana de marzo el patriarcado ruso de Moscú confirma y va adelante con la colonización en África pues decidió crear un exarcado para ese continente, a pesar de que otras comunidades ortodoxas se han posicionado en contra (concretamente se introduce en el territorio canónico del Patriarca de Alejandría, contra lo que este patriarca ha protestado).