(ZENIT Noticias – Observatorio de Bioética de la Universidad Católica de Valencia / Valencia, 03.06.2022).- El pasado mes de abril de 2022 tuvo lugar la primera denuncia contra un hospital español por un tratamiento de transición de género de un menor.
Rosario T., madre de una niña de 16 años, denunció al Hospital Ramón y Cajal de Madrid, responsable de la intervención, por haberla promovido sin los permisos necesarios.
La madre de la joven, que asegura que su hija ha sufrido bullying, anorexia, autolesiones y un intento de suicido, reclama a un psiquiatra que pueda estudiar el caso de su hija y las patologías por las cuales ha estado en tratamiento durante dos años en el departamento de Salud Mental. No obstante, la Unidad de Identidad de Género implicada, rechaza esta petición ya que consideran que solicitar una ayuda psiquiátrica supone patologizar la transexualidad.
En el proceso judicial, Rosario ha afirmado: “me dicen que mi hija ha muerto, que ahora me ha nacido un hijo. Pero yo digo: ¿y si hay otras dolencias que hacen creer al niño que la transexualidad es la solución, pero no lo es?”.
Valoración bioética
Análogo a este caso, el Observatorio de Bioética de la Universidad Católica de Valencia publicó otros semejantes donde alertan de que alrededor del 80% de los adolescentes con disforia de género que desean iniciar procesos de transición, desisten de esta tendencia tras la pubertad, lo que cuestiona fuertemente la posición de algunos sectores que promueven la intervención temprana mediante tratamientos de bloqueo y transición hormonal, que pueden derivar en graves secuelas, irreversibles en muchos casos, tal y como se recoge en un informe que publicaron y en el libro “Un daño irreversible: La locura transgénero que seduce a nuestras hijas”, de Abigail Shrier, periodista del Wall Street Journal, considerado libro del año por The Times y The Economist.