(ZENIT Noticias / Kiev, 27.06.2022).- El Consejo Panucraniano de Iglesias y Organizaciones Religiosas calificó de «alarmante» para la democracia la decisión del Parlamento ucraniano de ratificar el Convenio de Estambul el pasado 20 de junio, entre otras cosas, en plena guerra. Tras dar la voz de alarma antes de la votación parlamentaria, los representantes religiosos ucranianos emitieron un duro comunicado criticando la votación, así como la forma en que se llegó a ella.
«En los últimos días», denunció el Consejo, «los medios de comunicación no promovieron un debate civilizado. Por el contrario, «las figuras religiosas y los creyentes que habían hecho observaciones razonadas sobre el contenido de la convención han visto numerosas expresiones de odio y hostilidad por parte de algunos partidarios de la ratificación del documento».
El Convenio de Estambul es un convenio que pretende combatir la violencia contra las mujeres. Sin embargo, detrás de un objetivo meritorio, la Convención introduce cuestiones como la educación de género que también socavan la libertad de enseñanza.
El comunicado del Consejo afirma que «durante las reuniones con el Presidente Volodymyr Zelensky, el 17 de diciembre de 2021, y con el Presidente de la Rada Suprema, Ruslan Stefanchuk, el 4 de febrero de 2022, los líderes religiosos recibieron garantías de que se celebrarían nuevas consultas y un debate público adecuado sobre la cuestión de las diferencias de opinión relacionadas con el Convenio de Estambul».
Sin embargo, denuncia la declaración, todavía «no hay una explicación exhaustiva de cómo el Convenio de Estambul puede mejorar la legislación actual de Ucrania en el ámbito de la lucha contra la violencia doméstica, cuáles serían los cambios prácticos y si es posible lograr estos cambios sin la ratificación del Convenio de Estambul».
Los líderes religiosos también señalan que «los padres, creyentes de diferentes confesiones religiosas, están preocupados por el contenido del artículo 14 del Convenio de Estambul relativo a «materiales educativos sobre temas como los roles de género no estereotipados» y se preguntan si este contenido se aplicará a la promoción de las relaciones homosexuales entre los estudiantes como norma de comportamiento sexual«.
El Consejo Panucraniano de Iglesias espera que el Parlamento no repita el error de ratificar una ley sin tener en cuenta el pensamiento de la sociedad, y señala con el dedo la «intolerancia hacia la opinión de la comunidad religiosa, la reticencia al diálogo y la negación del derecho de las asociaciones religiosas a participar en la vida pública del país», lo que «debería ser una señal alarmante para la sociedad ucraniana».
El Consejo Panucraniano de Iglesias y Organizaciones Religiosas reafirma su derecho a «participar plenamente en los debates públicos sobre cuestiones legislativas o decisiones importantes a nivel estatal».
La presencia o ausencia de convicciones religiosas no impide el derecho de los ciudadanos a expresar sus opiniones, por lo que los intentos, llevados a cabo bajo el lema de la lucha por la libertad, de restringir una serie de derechos humanos fundamentales, como la libertad de conciencia y religión y la libertad de expresión, son inaceptables para nosotros».
El Consejo subraya que «en la sociedad ucraniana debe haber espacio para la libertad de pensamiento, de palabra y de expresión de opiniones, sin odios ni amenazas a quienes tienen una opinión diferente sobre determinadas iniciativas legislativas o públicas».
El Consejo de Iglesias», afirma el comunicado, «seguirá contribuyendo activamente a la lucha contra el mal que representa la violencia doméstica, defendiendo así los valores morales, espirituales y familiares tradicionales del pueblo ucraniano que se derivan del estado natural de las cosas». Al mismo tiempo, el Consejo seguirá oponiéndose a la imposición a la sociedad de construcciones ideológicas artificiales que contradicen la naturaleza misma del hombre como criatura de Dios».
Hay que recordar que en los últimos años en Ucrania más de 100 ayuntamientos de todos los niveles (región, ciudad, pueblo) han votado en contra de la ratificación del Convenio de Estambul y han protestado en nombre de sus electores contra los intentos de integrar la ideología de género en la legislación y la vida pública de Ucrania.