(ZENIT Noticias / Roma, 0.07.2022).- En Italia hay un sistema por el cual los ciudadanos pueden libremente elegir destinar parte de sus impuestos a instituciones, incluidas la Iglesia católica. El sistema se llama “ocho por mil” y es una práctica común y aceptada.
Ordinariamente la Iglesia ha gozado del favor de los italianos, incluso de no creyentes, pero el último informe -correspondiente a 2019- refleja que las aportaciones han disminuido.
El dato de aportaciones de 2019 muestra que la Iglesia recibió 1,111 millones de euros de los contribuyentes. Un año antes, en 2018, la aportación había sido de 1,136 millones procedentes de 13,520,526 de contribuyentes. En 2019 los contribuyentes fueron 13,156,156 y, según los datos del Ministerio de Economía de la República de Italia, en 2020 los contribuyentes han sido 12,056,389.
Esas contribuciones reflejan, no obstante, que un significativo número de personas eligen la Iglesia para destinar parte de sus impuestos: un 30% del total de contribuyentes. En torno al 58% de los contribuyentes no elige aportar para una de las 12 confesiones religiosas o para el estado en Italia. O lo que es lo mismo: poco más de la mitad de los contribuyentes deciden no hacer una aportación.
Por su parte, la Iglesia destina el dinero recibido a varias causas: un cuarto de lo recibido a obras de caridad y el resto a sostenimiento del clero, culto y pastoral. En 2021 se destinaron 283 millones de euros a obras de caridad, 366 millones a culto y pastoral, 45 millones para catequesis y educación católica, 13 para tribunales eclesiásticos y 410 millones para sostenimiento del clero.
