(ZENIT Noticias / Ciudad del Vaticano, 18.07.2022).- Con miras al viaje apostólico que el Papa realizará a Canadá del 24 al 30 de julio, el domingo 17 de julio el obispo de Roma aprovecho la plataforma mundial que es la plaza de San Pedro para enviar un mensaje al pueblo canadiense: “El próximo domingo, si Dios quiere, partiré para Canadá: por esto deseo dirigirme ahora a todos los habitantes de ese país. Queridos hermanos y hermanas de Canadá, como sabéis, iré entre vosotros sobre todo en el nombre de Jesús para encontrar y abrazar a las poblaciones indígenas”, dijo el Papa.
Y a continuación agregó:
“Lamentablemente, en Canadá, muchos cristianos, incluidos algunos miembros de institutos religiosos, han contribuido a las políticas de asimilación cultural que, en el pasado, han dañado gravemente, de diferentes maneras, a las comunidades nativas. Por esto, recientemente recibí en el Vaticano a algunos grupos, representantes de los pueblos indígenas, a los cuales manifesté mi dolor y mi solidaridad por el mal que han sufrido. Y ahora estoy a punto de hacer una peregrinación penitencial, que espero, con la gracia de Dios, pueda contribuir al camino de sanación y reconciliación ya emprendido. Os agradezco desde ahora por todo el trabajo preparatorio y la acogida que me reservaréis. ¡Gracias a todos! Y os pido por favor que me acompañéis con la oración”.
En efecto, el viaje del Papa prevé distintos momentos de encuentros con indígenas canadienses: la mañana del lunes 25 se encontrará en Edmonton con Métis e Inuit en Maskwacis y por la tarde seguirá ese encuentro. Por la tarde del miércoles 27 tendrá en Quebec un encuentro en el que además de indígenas, participará el cuerpo diplomático y autoridades civiles. El viernes 29 de julio parte de Quebec a Iqaluit donde se encontrará con ex alumnos de las escuelas residenciales y posteriormente con ancianos y jóvenes indígenas.
Debido a la indiscreción de un jesuita que publicó el video del Papa en una visita privada a una comunidad de jesuitas en Roma, se supo que Francisco consideraba este viaje como un “viaje fácil”. Ahora el calificativo oficial empleado es el de “peregrinación penitencial”.