(ZENIT Noticias / Washington, 19.07.2022).- El viernes 15 de julio, la Cámara de Representantes de Estados Unidos aprobó la Ley de Protección de la Salud de la Mujer, H.R. 8296, por 219 votos a favor y 210 en contra. Este proyecto de ley impondría el aborto a demanda en todo el país en cualquier etapa del embarazo y eliminaría las leyes provida en todos los niveles del gobierno, incluyendo la notificación a los padres para las niñas menores, el consentimiento informado y las protecciones de salud y seguridad específicas para las instalaciones de aborto.
La ley H.R. 8296 también obligaría a todos los estadounidenses a apoyar los abortos aquí y en el extranjero con el dinero de sus impuestos y probablemente obligaría a los proveedores de atención médica y a los profesionales a realizar, asistir y/o derivar el aborto en contra de sus creencias profundamente arraigadas, así como obligaría a los empleadores y a las aseguradoras a cubrir o pagar el aborto.
El Arzobispo de Baltimore, William Lori, presidente del Comité de Actividades Pro-Vida de la Conferencia de Obispos Católicos de Estados Unidos (USCCB) y el Cardenal de Nueva York, Timothy Dolan, presidente del Comité de Libertad Religiosa de la USCCB, emitieron la siguiente declaración:
“La mayoría de la Cámara de Representantes votó el viernes pasado para aprobar el proyecto de ley de aborto a petición más injusto y extremo que nuestra nación haya visto jamás. Responder a las necesidades de las mujeres promoviendo el aborto electivo financiado por los contribuyentes, como haría este proyecto de ley, es un grave mal y una falta de amor y servicio a las mujeres. Ofrecer abortos gratuitos o de bajo coste, en lugar de aumentar los recursos que las mujeres necesitan para cuidar de sí mismas y de sus hijos, no es una ‘elección’, sino coacción y abandono insensible. Repetir simplemente el mantra de que el aborto es asistencia sanitaria no hace que lo sea. Acabar deliberadamente con la vida de seres humanos indefensos y sin voz es la antítesis de la asistencia sanitaria.
Imploramos a quienes ven el aborto como una ‘solución’ legítima a las necesidades de las mujeres que abandonen este camino de muerte y desesperación. En su lugar, invitamos a todos a unirse a nosotros en la búsqueda de una visión que presentamos en Standing with Moms in Need, una visión que defiende la verdad de que toda vida humana es sagrada e inviolable: una sociedad en la que la protección legal de la vida humana va acompañada de un profundo cuidado de las madres y sus hijos. Exhortamos a nuestra nación a priorizar el bienestar de las mujeres, los niños y las familias, tanto con recursos materiales como con acompañamiento personal, para que ninguna mujer se sienta nunca obligada a elegir entre su futuro y la vida de su hijo”.
Esta iniciativa votada en la cámara de representantes pasará ahora al Senado, donde necesita no sólo de la votación unánime de los demócratas sino también de diez senadores republicanos, cosa menos esperable.
En una entrevista reciente al Papa, Francisco declaró a las cámaras de Univisión-Televisa: “Cualquier libro de embriología nos dice que al mes de la concepción ya está el DNA y están delineados todos los órganos. Eso es ciencia pura, embriología. Los libros que estudian los chicos y las chicas en la universidad. Entonces, frente a ese dato, yo me pregunto: ¿hay una vida humana? No digo persona, vida humana. Entonces, ¿es justo eliminar una vida humana? A mí nunca me van a convencer de que cierto punto es mejor. No es mejor porque hay que ser coherente con la ciencia, ¿no es cierto? Es un dato científico”.