(ZENIT Noticias / Edmonton, Canadá, 26.07.2022).- Al menos 50 mil católicos asistieron a la misa multitudinaria que el Papa ofició en el Commonwealth Stadium de Edmonton. Como se pudo apreciar en videos y fotografías el papa recorrió en el papamóvil las avenidas del estadio para poder estar cerca de los feligreses.
Al final de la Santa Misa, el Arzobispo de Edmonton, Mons. Richard William Smith, dirigió un discurso de saludo y agradecimiento al Santo Padre. Posteriormente, el Papa Francisco regresó en coche al Seminario de San José.
Ofrecemos la traducción al castellano de ese discurso.
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Beatísimo Padre,
En nombre de mis hermanos obispos y de todos los reunidos en esta celebración eucarística, os doy las gracias de corazón por vuestra presencia entre nosotros. El Viaje Apostólico cumple la promesa que hizo de venir a Canadá y demostrar así vuestra cercanía a todos nosotros, especialmente a las Primeras Naciones, los mestizos y los inuit de esta tierra. Reconocemos y agradecemos el enorme esfuerzo personal que ha realizado para estar con nosotros. Sepan que les estamos profundamente agradecidos.
En octubre del año pasado anunció su deseo de viajar a esta tierra para una peregrinación de sanación y reconciliación. Nuestra ferviente oración es que, con su sola presencia entre nosotros, la sombra de San Pedro (cf. Hechos 5:15-16) caiga sobre nuestro país y traiga la gracia de la curación y la paz de Dios. Queda mucho por hacer si queremos experimentar de forma sostenible la reconciliación que todos buscamos. Del amor y el aliento visiblemente manifestados en su presencia, hemos recibido un nuevo impulso para continuar el camino, contando siempre con los dones que Dios, nuestro Creador, no deja de conceder.
Los obispos de Canadá están plenamente comprometidos a caminar junto a las Primeras Naciones, los métis y los inuits. Nos enriquece la belleza de su cultura y la sabiduría de sus tradiciones. Fortalecidos por la intercesión de los Santos Joaquín y Ana, y acompañados por su apoyo en la oración, Santo Padre, renovamos nuestro compromiso de seguir el camino de la sanación y la reconciliación con nuestros socios y amigos indígenas.
Le deseamos lo mejor, Su Santidad, y le prometemos nuestras constantes oraciones. Tengan por seguro nuestro respeto, gratitud y amor.
Kitatamihin (Cree), Ishnish (Nakota Sioux), Maarsii (Michif), Qujannamiik (Inuktitut), Merci, Gracias, Santo Padre.