(ZENIT Noticias / Ciudad del Vaticano, 06.08.2022).- El Presidente de la Administración del Patrimonio de la Sede Apostólica (Apsa) ilustra el presupuesto de 2021 en una entrevista que la Sala de Prensa ha remitido hoy a medios, entre los cuales se encuentra ZENIT: hay un superávit de 8,11 millones de euros, a pesar de las dificultades causadas por la pandemia. El objetivo principal sigue siendo el servicio a la evangelización y la atención a los colectivos más débiles, como demuestran las ayudas a los inquilinos con dificultades
Por segundo año consecutivo, Apsa publica su presupuesto en nombre de la transparencia. Monseñor Nunzio Galantino, presidente de la Administración del Patrimonio de la Sede Apostólica, explica las principales cifras del presupuesto 2021, recordando que, como dice el Papa Francisco en el Praedicate evangelium, la finalidad principal de todos los organismos de la Santa Sede es la evangelización. Para ello, es fundamental la credibilidad y ganarse la confianza de quienes confían sus recursos a la Iglesia para su misión.
Las cifras hablan de un superávit de 8,11 millones de euros resultante del saldo entre el resultado de explotación de 38,11 millones y los 30 millones asignados a la Curia. En este sentido, también hay que destacar que en 2021 la APSA hizo una mayor contribución a la Curia (+ 4,6 millones de euros) que en años anteriores. Desde el punto de vista económico, el ejercicio 2021, aunque supuso una recuperación respecto al año anterior, siguió caracterizándose por las consecuencias de la pandemia. El panorama sigue siendo incierto por la guerra en Ucrania. Por lo que respecta a Italia, hay otro dato a tener en cuenta: Apsa paga impuestos directos e indirectos por la gestión y la propiedad de todos los inmuebles que posee en territorio italiano. Para el ejercicio fiscal 2021, pagó 5,83 millones de euros por Imu y 2,57 millones de euros por Ires. Durante el mismo periodo, la administración continuó con su política de ayuda a los inquilinos con dificultades debido a la crisis.
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Monseñor Galantino, es la segunda vez que se publica el presupuesto de Apsa. ¿Por qué no se hizo en años anteriores?
Respuesta: No es que Apsa no haya elaborado su balance antes, o que el balance de Apsa no haya sido objeto de análisis y control. Lo que faltaba era el momento de la publicación, el momento de la comunicación. Es un momento importante para proporcionar a los que quieren saber elementos suficientes para juzgar con conocimiento de causa y evitar proferir banalidades, como las que a veces escuchamos, sobre los bienes inmuebles o muebles de la Iglesia. Sólo así se puede evitar a quienes, a partir de estas banalidades, se sorprenden o escandalizan de los bienes de la Iglesia de buena fe. La comunicación es indispensable. Es un acto de respeto hacia quienes –y son muchos– siguen confiando a la Iglesia recursos para apoyarla en su misión. El Papa, además, insiste en una mayor transparencia, en una mayor claridad en nuestra administración, y ¿qué mejor manera de ser transparentes que hacer públicos los propios presupuestos?
¿Cuáles son los principales aspectos de este presupuesto de Apsa 2021?
Respuesta: En un contexto socioeconómico cada vez más complejo e imprevisible, se ha convertido en un imperativo para Apsa trabajar con una cuidadosa planificación no sólo a corto plazo sino también a largo plazo para lograr los objetivos de eficiencia y eficacia. Para poder hacer esto, y mucho más, Apsa está racionalizando las actividades con el fin de proporcionar más y más servicios útiles para toda la Curia Romana.
En el transcurso de 2021, se ha elaborado un plan trienal que permitirá al Dicasterio seguir guiándose dentro de un marco orgánico y general. El resultado de explotación de la Apsa, relativo a las actividades de los tres sectores en los que opera la Administración, para 2021 fue de 38,11 millones de euros, lo que supone un aumento de 16,1 millones de euros respecto a 2020. En particular, hay que destacar tres puntos. El primero es que la gestión de valores logró un resultado positivo de 19,84 millones de euros, con un aumento respecto a 2020 de 4,5 millones de euros. Esta mejora es atribuible al aumento no realizado de la valoración de los títulos al final del año. Segundo punto: la gestión inmobiliaria alcanzó un resultado positivo de 20,77 millones de euros con un incremento respecto a 2020 de 5,5 millones de euros. Esta mejora se debe a un ligero aumento de los alquileres y a una disminución de los gastos de mantenimiento. En tercer lugar, la gestión de otros activos obtuvo un resultado negativo de 2,5 millones de euros, pero una mejora respecto a 2020 de 6,1 millones de euros. Esta mejora puede atribuirse al menor déficit de la Peregrinatio ad Petri Sedem y al menor déficit de la gestión auxiliar, que se debe esencialmente a los mayores ingresos procedentes de la adquisición directa de herencias.
La pandemia, y más, ha hecho sentir sus efectos. ¿Cuál es la situación actual? ¿Cuáles son las previsiones para este año?
Respuesta: Si hay un sentimiento que sigue caracterizando a las actividades económicas y al tejido social en el que éstas, incluso las más básicas, se basan, es el de la poca certeza y la alternancia entre la esperanza y la decepción. 2021 se ha beneficiado enormemente de los efectos producidos por las campañas de vacunación que se han llevado a cabo a gran escala, y de forma responsable, incluso dentro de la Santa Sede. Hubo una clara sensación de novedad y cambio que dio un nuevo impulso a la fase de recuperación general, también a nivel de la economía mundial. Sin embargo, esta fase se vio frenada por los cierres que quitaron el hipo en los meses anteriores. De hecho, se produjeron numerosas limitaciones por el lado de la oferta, con aumentos inmediatos y sustanciales de los precios de las materias primas en numerosos sectores, tanto en el comercio de la energía y la electrónica como en el sector de la construcción. Las perspectivas de Italia para 2022 se ven deprimidas tanto por los escenarios geopolíticos derivados de la guerra de Ucrania como por el contexto pandémico -todavía presente y en evolución- y el choque de precios de la energía. De hecho, las perspectivas de la actividad en la eurozona se han vuelto muy inciertas y dependen en gran medida de lo que ocurra en Ucrania. El estallido del conflicto ha ejercido recientemente una mayor presión sobre el aumento de los precios de las materias primas, debilitando los impulsos de crecimiento a corto plazo.
¿Cómo está la Apsa en materia inmobiliaria?
Respuesta: Hemos completado el censo de edificios y terrenos en Italia. Los bienes inmuebles a nombre de Apsa, de las filiales italianas de otras entidades de la Santa Sede o de entidades afines, cuya gestión inmobiliaria está a cargo de Apsa, están ahora representados y distinguidos entre edificios y terrenos.
En cuanto a los edificios, el número de unidades inmobiliarias es de 4.086 con una superficie comercial de aproximadamente 1,5 millones de metros cuadrados, desglosados en los siguientes tipos de cartera: mercado libre (1.866 unidades correspondientes a 391.360 metros cuadrados, el 27% del total), alquiler subvencionado (1.249 unidades correspondientes a 195.074 metros cuadrados, el 13%) y alquiler cero (971 unidades correspondientes a 876.630 metros cuadrados, el 60%).
En cuanto a los terrenos, excluyendo la enfiteusis, ascienden a un total de 493 parcelas con una superficie de aproximadamente 9,3 millones de m2. Con el fin de mejorar el rendimiento global de los activos inmobiliarios, se están llevando a cabo diversas actividades, como la renovación de las unidades que están vacías debido a su mal estado de mantenimiento para volver a ponerlas en el mercado, la optimización de los espacios ocupados, por ejemplo con fines institucionales, para posibilitar el alquiler de los espacios liberados por quienes los utilizan en exceso, la recuperación de los atrasos, y una estrategia de desarrollo de activos con actividades de venta de partes de los activos que no son estratégicas o con baja rentabilidad o complejidad de gestión. Esto es sólo por mencionar algunas actividades.
¿Qué atención se presta a los inquilinos que han tenido problemas económicos a causa de la pandemia?
Respuesta: En el contexto de la crisis económica y social que se originó a principios de 2020, Apsa quiso establecer desde el principio un memorando de entendimiento con los inquilinos de actividades comerciales, con el doble objetivo de garantizar la continuidad, aunque sea de forma reducida, del flujo de liquidez, y de aliviar, en la medida de lo posible, el sufrimiento económico de las propias actividades comerciales. En el primer semestre de 2021, Apsa continuó con su política de ayuda y apoyo a los inquilinos que desarrollan actividades comerciales en los locales alquilados. Una parte de los alquileres, que varía entre el 30% y el 50%, según el tipo de actividad, ha sido condonada, mientras que otro tercio del alquiler, según lo acordado con las contrapartes, está en proceso de cobro.
Hojeando el resumen del Informe Anual, destaca un pequeño detalle respecto a la publicación del año pasado: la fecha de constitución de las sociedades que, en nombre de Apsa, administran parte de los activos inmobiliarios en Italia y en el extranjero. ¿Por qué han hecho esto?
Respuesta: Esta decisión está en continuidad con lo que decía antes sobre la comunicación.
Por ejemplo, cuando se produjo el asunto del infame palacio de Londres, todo el mundo pensó que estaba haciendo grandes descubrimientos cuando alguien dijo: ‘Ah, pero la Iglesia también tiene otros bienes, en Inglaterra, también en Francia, en Suiza, tiene otras empresas…’. También ahí esa forma de escándalo o escándalo hipócrita proviene de la ignorancia. ¿Por qué? Porque las empresas que, por cuenta de Apsa, gestionan activos en Inglaterra, en Francia, en Suiza, pero también en Italia, son empresas que surgieron en Inglaterra, por ejemplo, en 1932, en Francia en 1932, en Suiza en 1933…
Pero, ¿por qué surgieron, esas empresas? Es porque la historia no es bien conocida. Todos recordáis que, a partir de la segunda mitad del siglo XIX, la Iglesia fue objeto de robo por parte del Estado italiano, se produjeron las expropiaciones de todas las realidades pertenecientes a la comunidad religiosa: es la famosa Cuestión Romana. En 1929, el Estado italiano no hizo ningún regalo a la Iglesia: con 1.750 millones sólo compensó en parte –digamos– todo lo que había tomado. Ahora bien, ¿qué hicieron Pío XI y el extraordinario y competente ingeniero Nogara? En lugar de meter –como dice el Papa Francisco– ese dinero en el cajón, trataron de invertirlo, para asegurar la libertad de la Iglesia en su misión.
De hecho, podría haber ocurrido una vez más que algún gobernante o algún gobierno tuviera el prurito de recuperar todo lo que pertenecía a la Iglesia. Por eso, Pío XI dijo: aseguremos estos bienes de tal manera que, en caso de que ocurra, sigamos teniendo la libertad de vivir y ejercer nuestra misión. Para ello, se invirtió dinero en Inglaterra, en Francia y, en 1933, también en Suiza.
Ahora bien, toda esa confusión o ese escandalismo hipócrita que hubo sobre el palacio de Londres, todo eso se debió simplemente a la ignorancia, al no saber que ha habido esta gestión en el extranjero desde esos años. Y todo lo que se gana con esta gestión se utiliza para la misión de la Iglesia, es decir, para los gastos, también, de la Curia. Porque hay que tener en cuenta que una gran parte de nuestras estructuras, la inmensa mayoría, son estructuras de misión. Esto significa que sólo se gasta dinero en ellos, no se gana nada.
Déjenme darles un ejemplo. Las numerosas misiones en el extranjero, las llamadas embajadas o nunciaturas de la Santa Sede en el extranjero, ¿por qué existen? No para realizar ceremonias. Existen para defender los derechos de los cristianos en estos países, existen para facilitar la evangelización. Bueno, todas esas nunciaturas cuestan dinero, no son centros de ingresos. Pero los demás dicasterios también tienen cada uno una misión específica. Y, por supuesto, también un coste. Así, todo lo que se gana con la gestión de inmuebles y muebles en Italia y en el extranjero sirve precisamente para eso. Y, por desgracia, estos ingresos no siempre son suficientes. Otra cosa es que haya habido inversiones erróneas, por errores o comportamientos delictivos. Pero precisamente por eso es bueno aclarar y no confundir las cosas.
Por otro lado, ¿cuál es la situación de los valores e inversiones financieras?
Respuesta: En 2021, a la luz de una situación económica aún incierta, se consideró apropiado mantener una asignación estratégica conservadora, caracterizada por una exposición limitada a la renta variable (de aproximadamente el 25%, incluido el componente de activos alternativos), una duración residual media reducida del segmento de bonos de aproximadamente 3,5 años, y un alto nivel de liquidez de precaución para hacer frente a los futuros e inciertos compromisos financieros de la Santa Sede. En este contexto, la astuta y prudente estrategia de inversión de Apsa ha sido capaz de maximizar las oportunidades que ofrece el mercado, tratando al mismo tiempo de contener sus riesgos. El principal ajuste estratégico de la cartera fue la reducción de la posición neta en divisas, especialmente del dólar estadounidense, tras una apreciación superior a la prevista. Las inversiones en activos alternativos (private equity) se mantuvieron en stand-by, para poder medir cualquier efecto sobre la gestión de la liquidez. En 2021, la cartera financiera de la Apsa obtuvo un muy buen resultado, como se desprende de la rentabilidad de gestión del 6,82%, que superó tanto las previsiones de rentabilidad formuladas en el documento del Presupuesto 2021 como el resultado obtenido en 2020.
Aparte de la administración ordinaria, ¿se dedica Apsa a otras actividades?
Respuesta: Sólo recuerdo dos cosas: antes mencioné el palacio de Londres. El Papa encomendó a Apsa la tarea de vender, de deshacerse de ese activo que había sido el origen de este escándalo que ciertamente no le hizo ningún bien a la Iglesia. Es obvio que para poder vender el palacio de Londres hubo que hacer muchas operaciones precisamente porque hubo operaciones en torno al palacio de Londres que no estaban precisamente claras, digamos con un eufemismo, tanto que hay un juicio en marcha, no sólo por el palacio de Londres sino también por otras operaciones que se hicieron. Este trabajo realmente requirió mucha energía. Gracias a Dios, finalmente nos deshicimos del palacio de Londres y el dinero que se ganó volvió al Óbolo di San Pietro.
Luego, la otra actividad que ha mantenido ocupada a Apsa hasta estos días, junto con otros organismos, especialmente la Secretaría de Economía, fue el rescate de la quiebra del Hospital Fatebenefratelli-Isola Tiberina. Finalmente conseguimos, también mediante un acuerdo con la Fundación Policlínica Gemelli, llevar a cabo una operación que había costado tanto esfuerzo, tantas reuniones, tantos entendimientos, tantos compromisos, para salvar esta realidad que era el buque insignia de la sanidad católica. El Papa quería que este hospital no saliera del circuito de centros sanitarios católicos. ¿Por qué? No por manía de poseer, sino porque -como dice el Santo Padre en el quirógrafo con el que creó la Fundación para la Sanidad Católica, que yo mismo presido- siendo una excelencia, era justo que no se dispersara, que no fuera utilizada sólo por particulares, sino que permaneciera, fiel al carisma, a lo que el fundador había querido, un bien al servicio de todos, verdaderamente de todos. Es evidente que el compromiso de la Apsa y de las demás instituciones de la Santa Sede se justifica únicamente por este motivo, es decir, para permitir que todos, incluso los menos favorecidos, puedan beneficiarse de una instalación especializada con la colaboración, ya muy cualificada, del Gemelli.
Hemos mencionado varias veces el deseo de cambio del Papa. Con las reformas del Papa Francisco, ¿cuánto más difícil es que se repitan los errores y escándalos del pasado?
Respuesta: Por supuesto, se habla de errores y se habla de escándalos: será el juicio en curso aquí, en el Vaticano, el que definirá la naturaleza de las acciones cometidas, las que deben adscribirse a la categoría de errores y las que deben adscribirse a la de escándalos. Los escándalos son consecuencia de acciones cometidas con malicia. Por lo tanto, será el juicio para definir los grados de culpabilidad. No me meto en este terreno, que no es en absoluto el mío. Por supuesto, creo que los errores nunca pueden evitarse del todo, ya que siempre hay trabajo humano de por medio. Pero, ¿para qué sirven las reformas que se están poniendo en marcha y los procedimientos correspondientes? Sirven para evitar en lo posible, humanamente hablando, que se produzcan errores o, lo que es peor, acciones que, además de dañar el patrimonio de la Iglesia, perjudiquen su credibilidad y reputación. Quiero insistir en ello, porque para una realidad como la Iglesia, perder reputación, perder credibilidad, significa disminuir su autoridad y debilitar, si no anular, su misión.
Una última pregunta: ¿cómo orienta la nueva Constitución Apostólica Praedicate evangelium la acción del Apsa?
Respuesta: Lo escribí en mi carta de presentación del presupuesto de este año, haciendo hincapié en una cosa. Hay quien piensa que la Constitución Apostólica Praedicate evangelium sólo puede reducirse a una especie de reorganización técnica de la Curia Romana, por tanto con unificaciones, divisiones, clarificación de funciones, etc.
En cambio, la Constitución Praedicate evangelium reorientó de forma decisiva toda la acción de la Curia Romana hacia la única misión de la Iglesia, que es la evangelización. ¿Por qué digo esto? ¿Dónde está la novedad? La novedad se ve en el orden de los dicasterios: antes estaba la Congregación para la Doctrina de la Fe: es decir, lo más importante era la doctrina. En cambio, en el Praedicate evangelium dice: atención, la primera preocupación de la Iglesia es la evangelización. Por lo tanto, también nosotros, como Apsa, debemos tener continuamente presente que, a través de lo que hacemos, estamos llamados a evangelizar. Es decir, a través de las elecciones que hacemos, debemos preguntarnos: ¿estoy evangelizando o no?
Ciertamente no se evangeliza cuando en la administración del patrimonio se pierden los fines específicos para los que se estableció el mismo. Si me propongo hacer inversiones especulativas, desde luego no estoy evangelizando. He aquí, pues, las normas que me han sido dadas a mí o a otros, que están llamados a invertir. Tampoco evangelizamos cuando, por descuido o incompetencia, ese patrimonio se esfuerza por cumplir su finalidad de proveer lo necesario para la actividad ordinaria de la misión de la Iglesia y de la Curia Romana. Repito: la credibilidad y la reputación de la Iglesia, como bien sabemos, pasan también por una gestión competente y transparente del patrimonio, por lo que hacer público el balance es una forma concreta de agradecer a quienes, de distintas maneras, siguen confiando generosamente recursos a la Iglesia para su misión.
Traducción del original en lengua italiana realizado por el director editorial de ZENIT.