La confrontación se produjo, aunque la división en grupos de trabajo según criterios lingüísticos limitó inevitablemente el debate. Dos temas surgieron con más fuerza en la sala: entender qué es la sinodalidad y aclarar las circunstancias en las que los laicos pueden dirigir un dicasterio.
El embajador de Ucrania ante la Santa Sede, el señor Andrii Yurash comentó desde Twitter que el comunicado del Vaticano no dejaba lugar a «dudas de quién es el agresor y no hay posibilidad de igualar a los dos lados».