Por: Elizabeth Owens
(ZENIT Noticias / Juba, Sudán del Sur, 15.12.2022).- «Aquí los combates son muy duros y es difícil ver la luz de la paz». Son palabras de Sor Elena Balatti, misionera comboniana y responsable de Cáritas en la diócesis de Malaka, en Sudán del Sur. En las últimas semanas la beligerancia ha crecido al grado de que al menos 6 mil refugiados se han visto en la necesidad de huir a causa de combates armados.
«Anoche, el barco de Cáritas que transportaba suministros por el Nilo Blanco se encontró con un grupo de estas personas y las trasladó durante la noche a un lugar seguro. Fue una tarea difícil. El barco se acercó todo lo posible a la zona pantanosa de donde salían las piraguas cargadas de desplazados que eran cargadas en el barco. El barco partía, descargaba a la gente, luego volvía al punto de recogida y empezaba de nuevo», declaró la hermana Elena a FIDES.
Y agregó: «Estas personas procedentes de otras zonas habían conseguido a lo largo de los años reconstruir sus vidas poniendo en marcha pequeños negocios. El brutal ataque a su campamento (es el segundo campamento de desplazados internos atacado en los últimos días) hizo añicos todo eso. Los residentes del campamento se vieron obligados a huir a través de los pantanos. Hubo varios muertos, pero no sabemos cuántos».
A mitad del pasado mes de noviembre el gobierno sursudanés anunció que suspendía su participación en las conversaciones de paz. Tanto el gobierno como esos otros grupos habían firmado un acuerdo de conversaciones cuando visitaron al Papa en Roma.
De hecho, del 3 al 5 de febrero el Papa visitará Sudán del Sur. A propósito de la situación en Sudán del Sur dijo el Papa en el Ángelus del domingo 11 de diciembre: «Sigo con preocupación las noticias procedentes de Sudán del Sur sobre los violentos enfrentamientos de los últimos días. Rogamos al Señor por la paz y la reconciliación nacional, para que cesen los ataques y se respete siempre a la población civil».
