(ZENIT Noticias / Roma, 03.01.2023).- De entre la pléyade de publicaciones que dedicaron la portada al cardenal Joseph Ratzinger [1] tras su elección como Papa tal vez las de mayor impacto visual (y de influjo perceptivo) fueron la del periódico italiano Il Manifesto y la del británico The Mirror. Ambos coincidían en una línea de proyección: reflejar con el titular la “personalidad” del nuevo Pontífice y acentuarla con la fotografía elegida.
Il Manifesto puso como titular de portada «Il pastore tedesco» («El pastor alemán») mientras que The Mirror eligió uno parecido: «God´s rottweiler» («El rottweiler de Dios»). Uno y otro proyectaban al nuevo pontífice saludando sonrientemente desde el balcón central de la basílica de san Pedro pero con un detalle que no pasaba desapercibido: Ratzinger mostraba los dientes. De este modo, el titular inducía a imprimir en la imaginación del auditorio lo que la foto también «mostraba».
Titular y foto no eran fruto de la generación espontánea: en las dos portadas quedaba recogido el historial de «leyendas negras [2]» que había acompañado a quien prácticamente durante todo el pontificado de Juan Pablo II se ocupó de uno de los dicasterios de la Santa Sede que ya de por sí no gozaba de buena fama: la Congregación para la Doctrina de la Fe.
Casi ocho años después, las portadas y titulares que acompañaron al primer Papa latinoamericano fueron en una dirección completamente distinta al grado de poder reconocer que la cobertura periodística, prácticamente en unanimidad, fue positiva [3]. Los estudios sociológicos de percepción de los meses inmediatamente posteriores a la elección del Papa Francisco apuntaron a una valoración mundial predominantemente positiva [4].
Uno de esos estudios, tal vez el más completo, es el que realizó un conocido grupo demoscópico en los Estados Unidos [5]. Sumariamente podemos destacar que 8 de cada 10 católicos estadounidenses tenían una impresión «favorable» o «muy favorable» del Papa. Se destaca una mayor intensidad religiosa entre los católicos en los últimos 12 meses previos al estudios (26% dijo estar más ilusionado, 40% refirió que oraba con mayor frecuencia y hasta un 21% dijo que leía más la Biblia). El análisis mostraba también que el Papa Francisco era más popular entre católicos que entre los no católicos (de entre los cuales, sin embargo, sólo un 4% tiene una opinión desfavorable).
En Italia, un análisis realizado por el Barometro Politico Demopolis para el diario Il Corriere della Sera mostró como dato principal que el 90% de los italianos tenía «mucha confianza» en Papa Francisco (un 7% manifestó poca o nada mientras que un 3% no se pronunció). Ese resultado contrastaba con el índice que tenía Juan Pablo II quien llegó a un 60-70% de confianza en su mejor momento.
Centrándose sólo en el segmento «católico», Papa Francisco ascendía incluso a un 95% de aceptación y a un 68% entre el segmento de quienes no son católicos o se declaran sin religión.
Entre los aspectos que la encuesta revelaba que más gustaban a los italianos de la personalidad de Papa Francisco se encuentra la cercanía a la gente (75%), su espontaneidad (71%), la atención por los más débiles (68%), su sobriedad (54%) y su trabajo para renovar a la Iglesia (52%). El estudio muestra que la valoración positiva del Papa ha supuesto también un mejor juicio sobre la Iglesia católica.
Entre los gestos de Papa Francisco más apreciados por los habitantes de Italia se encuentran las llamadas telefónicas para dar consuelo a la gente (67%), la elección de vivir en la residencia Santa Marta y no en el apartamento pontificio (65%), la visita a los inmigrantes en la isla de Lampedusa (60%), la denuncia de la existencia de un lobby gay (58%; que curiosamente nunca ha realizado el Papa) y el encuentro histórico con Benedicto XVI en los días inmediatamente posteriores a su elección (53%).
Entre las frases más populares de Francisco se encuentran cuatro con los siguientes porcentajes de valoración:
– «Cómo quisiera una Iglesia pobre para los pobres» (67%),
– «Por favor, no se dejen robar la esperanza» (63%),
– «Permiso, gracias, perdón son las tres palabras claves de la convivencia: si se usan la familia va adelante» (60%) y
– «La globalización de la indiferencia nos hace a todos responsables» (56%).
Un dato curioso que reveló el estudio es que el 78% de los italianos querría al Papa Francisco como presidente, si no fuera Papa, mientras que el 65% le gustaría tenerlo como primer ministro.
¿Cómo ha sido posible un cambio de percepción tan marcada entre Benedicto XVI y Francisco en tan poco tiempo? ¿Han jugado las redes sociales un papel importante en este revés de imagen?
- La opinión pública y la opinión publicada
El papel determinante de la prensa impresa, de la televisión y de la radio en el reporte de eventos es actualmente distinto al que tenía en 2005, año en que fue elegido Papa el cardenal Joseph Ratzinger. Predominaba por entonces la forma de comunicación broadcasting que supone entender la comunicación de forma unidireccional: transmisión de contenidos que el auditorio recibía pasivamente.
Hoy en día el periodismo funciona de modo distinto: si en otro tiempo la «opinión pública» recibía y hacia masivamente suya la «opinión publicada», en la era de la bidireccionalidad aquello ya no es posible o al menos no del mismo modo. No es posible porque hoy la comunicación es sharing, es compartir, y esto a cualquier persona que tenga un dispositivo en la mano convierte, con conexión a internet, en generador y difusor de contenidos propios y/o de terceros(al menos potencialmente). De esta manera el periodismo en particular y la comunicación en general es dialéctica, transversal, y ante este hecho resulta complicado que los que hasta hace poco eran generadores tradicionales de opinión publicada cierren los ojos ante la auténtica opinión pública. Que las personas sean hoy editoras de sí mismas [6] en la web ha derivado en que sean también efectivamente ellas quienes marquen las tendencias de opinión [7], incluyendo las del ámbito religioso.
- El papel específico de las redes sociales
Cuando la tarde del 19 de abril de 2005 el recién electo Benedicto XVI salió al balcón central de la basílica vaticana para saludar a la multitud reunida en la plaza de san Pedro las redes sociales no eran lo que son hoy: por entonces la red social más usada era MySpace, que contaba con apenas dos años de existencia [8] y cuyos usuarios se concentraban sobre todo en los Estados Unidos con el inglés como idioma exclusivo. Facebook había aparecido unos meses antes de la elección de Benedicto XVI, en febrero de 2004, pero su difusión estuvo inicialmente restringida a campus universitarios de la Unión Americana y, como se puede suponer, no conocía todavía el desarrollo e impacto del que gozó años más tarde. YouTube apareció en febrero de 2005 y Twitter dio sus primeros pasos un año después, en marzo de 2006. Instagram, Snapchat y TikTok no existían en absoluto.
Son las redes sociales las que han jugado un papel específico y determinante en el cambio de percepción de la imagen del papado, concretamente del Papa Francisco. Los análisis especializados corroboran la tesis [9]: en el periodo marzo-noviembre de 2013 el Papa fue el personaje con mayor volumen de búsquedas mensuales en Google a nivel global, con 1.737.300 búsquedas, y el más mencionado en la web, con más de 49 millones de menciones. Que las menciones asociadas al Papa presenten una distribución geográfica mundial y heterogénea evidencia que no se trata de un fenómeno reducible a una zona particular de la tierra. Pero los datos arrojados por los estudios dicen todavía más acerca de su popularidad: entre uno de los sectores que más pueblan la red, los jóvenes, el Papa llegó a ser el tercer personaje mundial mejor valorado, apenas detrás de One Direction (78 millones de menciones) y Justin Bieber (53 millones).
Desde un punto de vista de eficacia de la comunicación el Papa bien puede denominarse lo que en el argot de los comunicadores se llama «gurú [10]» o «influencer». Y es que a nivel de interacción, los mensaje del Papa Francisco en Twitter son un éxito: el engagement medio es de 6.637 por 0,79 tuits diarios que, comparado por ejemplo con los de Obama (engagement medio de 2.309 por 7,76 tuits diarios), le dan un elevadísimo nivel de interacción [11]. ¿Y en Facebook cómo van las cosas [12]? Si bien no hay una presencia institucional-personal-oficial de la persona del Papa, las páginas no oficiales del Santo Padre muestran a usuarios más fieles respecto a otras páginas de líderes mundiales (el engagement de páginas no oficiales del Papa es de 26% mientras que el engagement de la fanpage oficial de Barack Obama, por ejemplo, era de apenas 2% cuando fue presidente) [13].
Que la gran prensa, no pocas veces hostil a la Iglesia en particular y al cristianismo en general, haya sucumbido ante la exigencia de presentar al Papa Francisco como lo perciben las personas [14], se debe a tres líneas de acción que individuamos de la siguiente manera (y a las que no se les puede negar un papel decisivo):
2.1 La comunicación institucional de la Santa Sede y el brinco a las redes sociales
Los funerales de Juan Pablo II, el Cónclave sucesivo [15] y la elección de Benedicto XVI supusieron para el Vaticano enfrentarse a una forma de comunicación que precisaba de unos requerimientos distintos a los de tiempos y experiencias pasadas.
Para no distraernos del tema central dejamos en manos de otros [16] el análisis y la crónica de ese momento concreto, pero sí señalamos que las lecciones aprendidas durante ese periodo de 2005 hicieron replantearse la necesidad de una comunicación todavía más eficaz por parte de los organismos competentes de la Santa Sede. Esas reflexiones fueron materializándose unos años después, como podemos ver a continuación [17].
Durante el Pontificado de Benedicto XVI la migración institucional de la Iglesia a las redes sociales fue una constante: el 5 de junio de 2008 la Santa Sede abrió un canal institucional en YouTube (http://www.youtube.com/vaticanes; en realidad son varios canales en diferentes idiomas) para ofrecer la cobertura informativa más reciente sobre las actividades del Papa en video.
El 12 de abril de 2010 la oficina de comunicación del Vaticano anunció el lanzamiento del blog oficial del Vatican Infomation Service (una bitácora en varios idiomas alojada en el sistema Blogger, empresa satélite de Google, Inc., el portal de blogs gratuitos más grande del mundo. Hoy en día esa iniciativa ya no existe). Un año más tarde, el 19 de abril de 2011, nace la versión digital del periódico del país más pequeño del mundo y uno de los más antiguos: L´Osservatore Romano [18] (http://www.osservatoreromano.va).
Unos meses más tarde, en la víspera del 29 de junio de 2011, era el mismo Benedicto XVI quien ponía on line la así llamada «CNN del Vaticano»: el portal news.va que concentra en un solo lugar las informaciones de todos los medios informativos vinculados a la Santa Sede (desde la Radio Vaticana, pasando por la Sala de Prensa de la Santa Sede, L´Osservatore Romano , hasta el canal de videos de YouTube, perfiles en Instagram, fanpage en Facebook o diversas cuentas oficiales en Twitter).
Los dos últimos episodios de ese migrar a las plataformas digitales lo constituyó el también histórico lanzamiento del perfil personal del Papa Benedicto XVI en la red de microblogs Twitter [19] (12 de diciembre de 2012), account posteriormente retomado por el Papa Francisco y que una década después cuenta con 53,5 millones de seguidores. [20]. Finalmente, el 23 de enero de 2013 nacía la primera app oficial del Papa: «The Pope App» (http://www.thepopeapp.com/) todavía bajo el pontificado de Benedicto XVI [21].
Todo este entramado trabajado en los últimos años por el equipo de Benedicto XVI lo heredó el Papa Francisco. Fue este el contexto que tuvo de partida y que en buena medida le sirvió de plataforma [22]. Hay que agregar que durante el Pontificado de Francisco se siguió en esa línea iniciada por su predecesor.
2.2 La difusión de contenidos relacionados con el Papa desde perfiles privados en redes sociales.
Fue en una audiencia a un grupo de scouts provenientes de la región italiana de Piacenza que algunos de ellos se acercaron al Papa, dentro de la basílica de san Pedro. De pronto uno saca el teléfono móvil y, junto a otros amigos, le piden una foto al Santo Padre. Es así como nació el primer selfie de un grupo de chicos con el Papa. El dueño del teléfono cargó la foto en Instagram, y al poco tiempo se convirtió en un material viral no sólo en la red social donde originalmente se cargó la foto sino también migrando de su fuente inicial a millones de cuentas privadas y de medios en Facebook, Twitter, LinkedIn, etc.
Pero no sólo ha pasado con una foto: a mediados de febrero de 2014 se cargó en YouTube [23] un video tomado con un iPhone en el que el Papa Francisco manda un mensaje a un grupo de protestantes americanos reunidos en asamblea. Según se supo, el video fue registrado por un pastor protestante recibido en audiencia privada por Francisco. Casi un mes después, el 10 de marzo de 2014, el video sumaba más de 74 mil visualizaciones. Finalmente, cómo no recordar la famosa llamada que el Papa realizó a las monjas carmelitas de Lucena, España, para felicitarlas por la Navidad y año nuevo. Las monjas no contestaron, pero el mensaje del Papa quedó grabado en la registradora y luego terminó en multitud de portales de internet, no sólo católicos.
La facilidad con que cualquier persona puede «capturar» un momento vivido en torno al Papa, sea en foto o video, y luego difundirlo en la web, es práctica común de quienes visitan el Vaticano y participan en alguna actividad presidida por el Santo Padre. Esto se ha repetido a lo largo del Pontificad de Francisco. Prácticamente en su totalidad se tratan de experiencias positivas[1] que involucran, a niveles diversos, pero de forma real, a las personas. Son éstas las que comparten con su núcleo de amigos la propia experiencia determinando, a fuerza de testimonio personal, el modo en que terceras personas perciben y conservan la imagen que se les transmite del Papa.
Hablar bien del Papa Francisco a partir de la propia experiencia no es mal visto socialmente: mientras que a Benedicto XVI lo acompañaron las leyendas negras de su cargo precedente y acerca de su nacionalidad, engrosadas después por los avatares padecidos durante su pontificado, a Francisco le acompañó desde el principio ese «favor público» ganado con su magisterio de los gestos que bien se pueden sintetizar en esas palabras que tanto subraya: misericordia y ternura [24]. No que Benedicto XVI no tuviera una similar acción de gestos de bondad: sencillamente la prensa condicionó desde el comienzo la visión acerca del Papa «alemán» y no estaban desarrolladas por entonces las redes sociales que pudieran mostrar el testimonio contrastante de quienes podían contestar esas «percepciones condicionantes».
2.3 Del Papa Francisco como gancho mediático
Es comprensible que Papa Francisco haya pasado a convertirse –mercadotécnicamente hablando– en una suerte de producto redituable para quienes se ocupan de la información religiosa en general y de la eclesial en particular.
Papa Francisco suscitó un interés mediático que se puede individuar en cuatro campos: a) las iniciativas nacidas en torno a su persona, b) los temas que acompañan las noticias que giran en torno a él, c) el surgir de perfiles no oficiales en redes sociales y d) las publicaciones o medios que han centrado su atención en el Santo Padre.
A) Iniciativas surgidas en torno a su persona.El 5 de marzo de 2014 estuvo en los kioskos italianos la revista semanalIl mio Papa («Mi Papa»). Se trató de la primera publicación enteramente dedicada al Papa Francisco y con el nada despreciable tiraje de 3 millones de copias, sólo el primer mes de lanzamiento.
Esa publicación contó con el respaldo de la editorial Mondadori y fue el punto de llegada de una serie de iniciativas en torno al Papa Francisco y que van desde un motor de búsqueda (http://bergoogleo.com/), hasta apps para satisfacer la demanda de información sobre el Vicario de Cristo como la lanzada por la principal agencia Italiana de noticias, ANSA (http://www.papafrancesconewsapp.com), o la app para niños «The Pope Francis Comics». Durante 2014 también aparecierin numerosos libros [25] sobre el Papa Francisco, un perfume [26], una línea de ropa [27] e incluso se ha anunciado una película [28].
B) Temas que acompañan las noticias en torno a él.Con Papa Bergoglio ha ocurrido un fenómeno peculiar: los detalles se convierten en noticia y se suscita un interés por lo que antes no lo había. Ejemplos de los primero son las llamadas telefónicas a un variopinto tipo de destinatarios, las cartas «fuera de protocolo» a mamás solteras, abuelas solas, jóvenes en problemas o transexuales; cómo no recordar la multitud de abrazos y caricias a enfermos, niños y jóvenes esposos (pagando su hospedaje en la residencia que le acogió como cardenal antes de ser elegido Papa, lavando los pies a jóvenes presos en su primer Jueves Santo como Papa, cargando su maleta en el viaje rumbo a Brasil, acariciando al niño que se subió y no se bajó del estrado durante el encuentro con las familias en la plaza de san Pedro, abrazando al enfermo de neurofibromatosis, con los pobres de Roma que invitó a desayunar con él el día de su cumpleaños…). La facilidad para recordar muchas de esas escenas evidencia lo familiares que nos resultan y, en definitiva, lo acostumbrados que ya se estamos a este tipo de gestos.
¿Y sobre lo segundo? Que el contenido de sus iniciales homilías diarias en la capilla santa Marta de su residencia dentro del Vaticano fuesen objeto casi diario de titulares, no es para no sorprenderse. Si se considera que, además, los titulares sí dicen relación al contenido de las homilías, casi siempre en torno a la vida de fe, no es sino para ver en esto un ejemplo del interés de las personas en torno a lo que el Papa proclama y que no es otra cosa que el Evangelio. De otro modo la prensa habría dejado de acudir a las homilías diarias del obispo de Roma. En resumen: lo ordinario transformado en noticia.
C) Surgir indiscriminado de perfiles no oficiales en redes sociales.En el afán de llevar la palabra del Papa al continente digital han nacido diferentes cuentas no oficiales enFacebook y en diversos idiomas y perfiles de Twitter, distintas a las cuentas oficiales del Papa en esa red de microblog [29] y otras redes sociales. Todas estas iniciativas presentan la dificultad no sólo del equívoco al no evidenciar qué es originalmente del Santo Padre y qué resultado del propio ingenio e iniciativa. ¿A quién no le han llegado por whatsapp cadenas de textos que supuestamente dijo el Papa siendo que no fue así?
D) Publicaciones o medios que han centrado su atención en el Santo Padre. 2013 ha sido el año en que la gran prensa (incluso la menos esperada) y los grandes medios dedicaron sus portadas al hombre de la sotana blanca: lo hizo la revistaTIME,Forward, The New Yorker, The Advocate, MTV, Le Monde, Vanity Fair, Esquire, Forbes o Rolling Stone. Durante ese primer año de pontificado Francisco ha concedido amplias entrevistas por las que le hemos podido conocer de esa manera más «coloquial»: para este momento es francamente complicado atinar con el número exacto de todas las entrevistas concedidas.
3. Francisco: un papa en la dinámica 2.0
Si bien tanto el Vaticano (la comunicación institucional) como los usuarios de redes sociales (sharing-bidireccionalidad-transversalidad) han sido canalizadores de una imagen concreta del Papa Francisco, al grado de condicionar a los grandes medios sobre la visión común del Santo Padre que se debe reflejar, ha sido sobre todo la personalidad misma del Papa la que ha facilitado esa empatía que luego ha derivado en entusiasmo continuado.
En palabras de un especialista, la persona del Papa Francisco es capaz de crear eventos comunicativos. Es esa la conceptualización más o menos análoga de otro profesional del campo quien habla del Santo Padre como quien logra eventos personales transformantes. El primero es Antonio Spadaro quien refiere:
«Papa Francisco es el hombre de la gran y reconocida capacidad comunicativa. Su mensaje, capaz de tocar las personas de modo inmediato, directo, intuitivo, hecha sus raíces en una vivencia pastoral, llevado por su naturaleza a la creación de relaciones auténticas. Y el mensaje plasma y modela la forma en la cual él lo expresa, incluso con su propio cuerpo. Papa Francisco expresa su propia corporeidad de modo naturalmente balanceada hacia su interlocutor. La suya no es una compostura rígida sino una flexibilidad que lo ve sumergirse en una absorta contemplación, como cuando celebra la misa; otra veces llegando en un apuro, en el cual parece incluso perder el equilibrio. Esto que vale para su cuerpo, vale también para su voz y tanto más también para la comunicación epistolar, por él muy querida. Si la respuesta de la «plaza» tradicional a este lenguaje inédito del Papa es muy fuerte, lo es otro tanto el de la «plaza digital»: baste pensar en el gran éxito de su presencia en Twitter [30]».
Esa «capacidad» de involucrar a las personas, de hacerlas partícipes de interacción viva y vivida quedó inmediatamente experimentado el mismo día en que Francisco era conocido por el mundo como nuevo sucesor de san Pedro:
«Recordamos bien cuando el Papa se asomó por vez primera por la logia de las bendiciones, inmediatamente después de su elección: no sólo ha bendecido a quien estaba en plaza y a quien lo seguía por la tv e internet, sino que primero se ha inclinado, pidiendo a todos rezar por él. ¿Qué ha hecho desde el punto de vista comunicativo? Ha hecho partícipe a quien era imaginado como receptor, y la consecuencia ha sido que toda la plaza ha reaccionado, participando en primera persona en la construcción del evento […] Otro ejemplo de la personal modalidad comunicativa del Papa Francisco consiste en que él interroga a las personas a las que se dirige. La dinámica es la misma: el Papa está dentro del evento comunicativo, lo crea y le da impulso para que este se desarrolle desde el interior. Entonces, más que «comunicar», Papa Francisco crea «eventos comunicativos», a los cuales nos sentimos llamados a participar activamente. En este sentido se está delante de una reconfiguración del lenguaje que pone acentos diferentes y prioridades nuevas [31]».
Es comprensible que ante una personalidad capaz de crear eventos comunicativos que involucran e interpelan a las personas, la gente «conecte» más fácilmente con el Papa Francisco, incluso a través de experiencias no inmediatas sino más bien resultado de las vivencias de otros que las refieren por medio de las redes sociales, con el aval del propio testimonio. ¿Cómo se ha llegado a esto? Esta es más o menos la pregunta que se pone Marc Carroggio, docente e investigador de la facultad de comunicación institucional de la Pontificia Universidad de la Santa Cruz, y a la que responde en sintonía con la idea de Spadaro (el Papa como «creador de eventos comunicativos»), pero denominándolos eventos personales transformantes:
«Quien se le acerca nota enseguida su participación afectiva. Con excepción de las celebraciones litúrgicas, durante las cuales aparece concentrado, su lenguaje corporal y facial se modifica continuamente: lee con atención los signos y señales enviados por el interlocutor, los procesos con rapidez y reacciona con un arco gestual que va desde la alegría-sorpresa hasta el dolor-gravedad. Conecta con el estado de ánimo ajeno, entra en sintonía y genera un retorno […] Francisco tiende a convertir las relaciones y los discursos en eventos personales transformantes […] En medio de las multitudes, la mirada de Bergoglio tiende a ser individual. Sale al encuentro del niño, del anciano, del enfermo y de quien le reclama. Provoca contactos singulares: usa diariamente el teléfono para consolar a una persona, agradecer una carta, dar un consejo. En sus audiencias privadas atiende al político y al líder institucional, pero rompe enseguida con el protocolo para penetrar en la interioridad de la persona. El paradigma comunicativo de Francisco implica al interlocutor […] El recurso a los interrogantes y el reclamo a la participación son dos vías típicas para suscitar “complicidad”. Otras veces el medio de implicación es una precisa petición de oraciones. […] La comunicación empática del pontífice es, en parte, don natural. Pero es también proceso que requiere iniciativa [32]».
Al destacar lo que se ha reflejado precedentemente podría quedar la impresión de que Benedicto XVI no fue un Papa de una buena comunicación. Naturalmente se debe partir de la comprensible diferencia de personalidades [33] que ayuda a advertir que no es que Benedicto XVI no tuviera gestos más o menos análogos, sino que al cargar tras de sí, inmerecidamente, una mala prensa, ésta condicionó ya no sólo el modo de ser percibido sino incluso de ser entendido en su mensaje por parte de muchas sensibilidades.
Mientras Papa Francisco ha gozado de un efecto que refleja cercanía debido a la fuerte carga emotiva de los materiales que, a nivel institucional, a nivel de los individuos que usan las redes sociales, y a nivel de los mismos medios, se comparten, y no son mal vistos; con Benedicto XVI no sucedió de esa forma: «se veía mal» socialmente compartir contenidos sobre él, vista la mala fama formada en torno a su persona. Y esto derivó en un efecto de lejanía.
Conclusión
Los grandes medios de comunicación –y también los más modestos– sucumbieron ante el positivo reconocimiento de la opinión pública en torno al Papa Francisco. Dada la amplia resonancia y la atención despertada y mantenida por el Santo Padre no podía haber un contraste entre «opinión pública» y «opinión publicada» sin menoscabo de la credibilidad de los medios de comunicación. Pero se ha pasado a una atención en el Papa incluso en sus detalles más periféricos que se corre el riesgo de diluir la importancia del mensaje central o al menos de minimizarlo. Que en algunos casos se enfaticen sólo cierto tipo de informaciones que apuntan sólo a evidenciar una línea de discontinuidad entre Francisco y sus predecesores, presentando una personalidad «buenista», permanece el reto de comunicación para el Vaticano mismo: concretamente para ese nuevo entramado al que ahora de conoce como Dicasterio para la Comunicación. Ciertamente lo anecdótico va en la línea de la mentalidad digital actual donde la importancia de las cosas queda reducida a popularidad pasajera, pero también es verdad que en todo eso se puede vislumbrar una sintonía entre lo común en la vida del Papa con lo común en la vida de las personas en la era de las redes sociales.
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Unos días después de la elección del Papa Francisco la fanpage de la NBC News en Facebook publicó una imagen con dos fotos que sintetizaba cuanto se ha dicho hasta aquí: para ambas fotos el lugar era el mismo (la plaza de san Pedro) y también la ocasión (el anuncio de la elección de un nuevo Papa). Pero en la foto que correspondía a 2005 la gente estaba con las manos abajo, sin dispositivos móviles consigo. En la foto de 2013 la inmensa mayoría tiene un aparato móvil en su poder. La comunicación pública del nombre y persona de Francisco estuvo acompañado desde el primer momento por las redes sociales. Y eso es lo que dice aquella imagen que queda para la historia de la comunicación. Dicho sea de paso, las multitudes que han pasado frente al cuerpo mortal de Benedicto XVI el 2, 3 y 4 de enero de 2022, llevan en sus manos lo que el día de su elección más bien escaseaba: un smartphone. Son esos aparatos los que hoy hacen notar a la prensa que el cariño hacia Benedicto XVI no se corresponde del todo con la mala imagen que en 2005 alimentaron.
Notas al pie de página:
[1] Una surtida panorámica de portadas dedicadas al entonces recién electo Papa Benedicto XVI la realizó Diego Contreras en su blog personal. Puede consultarse en este enlace http://goo.gl/5dvndB [Última consulta: 10.03.2014]. Como puede notarse, la mayoría de las portadas fueron más o menos en la misma línea: subrayar el cúmulo de prejuicios comunes en torno al elegido. [2] Las etiquetas de «conservador» y «nazi-alemán» fueron el caldo de cultivo que luego se aderezó, ya durante su pontificado, con otras etiquetas en torno a sucesos mediáticamente explotados en su contra: del discursos en Ratisbona de 2006, pasando por el levantamiento de la excomunión a los lefebvristas, la rehabilitación del Misal y la forma extraordinaria de la misa, el tema de los abusos sexuales en la Iglesia, los sucesos sobre el así llamado «banco vaticano», a la fuga de documentos mejor conocida como Vatileaks. Ciertamente se debe reconocer también el trato respetuoso y con tono halagador que recibió mediáticamente la renuncia de Benedicto XVI al pontificado. [3] El mismo profr. Diego Contreras, de la Pontificia Universidad de la Santa Cruz, realizó un concentrado de portadas internacionales de prensa en su blog «La Iglesia en la prensa». Puede consultarse en este enlace http://goo.gl/2sXn8E [Última consulta: 10.03.2014]. Como se puede advertir, los titulares se concentraron en aspectos como la procedencia geográfica del nuevo Papa, su condición de religioso jesuita y las palabras y gestos de «humildad y cercanía» que acompañaron su primera aparición pública; muy secundariamente algunos destacaron los «enfrentamientos» entre los Kirchner y el entonces arzobispo de Buenos Aires. El único intento por fraguar y difundir un bulo en contra del Papa Francisco fue el realizado por un diario digital argentino sobre dos temas particulares: un supuesto apoyo de Bergoglio a la dictadura militar y un caso de misoginia. Ambos carecieron de éxito dada su poca credibilidad. Sobre estos dos bulos destacan por su valor los artículos del blogger español Elentir: «El periódico argentino que difama al Papa recibe de Kirchner una lluvia de millones», 15.03.2013, en http://goo.gl/MSWdv9; y «Difunden en la red un bulo misógino para desprestigiar al Papa Francisco», 14.03.2013, en http://goo.gl/XW3NT8 [Última consulta: 10.03.2014]. [4] De relieve por su valor es el estudio del uno de los sociólogos más destacados, Massimo Introvigne, cf. «Il Papa commuove e riporta i fedeli nelle chiese», La Nuova Bussola Quotidiana, 11.11.2013. También dicen relación con este tema «Aumentan confesiones en Reino Unido», Aci-prensa/EWTN, 17.09.13; «Aumentan las confesiones en Latinoamérica», Clarín, Buenos Aires, 25.03.2013; «España: el ‘efecto Francisco’ aumenta la participación de los católicos», Zenit News Agency, 07.11.2013; «Aumentan confesiones debido al efecto Francisco», El Universal, México, 15.05.2013; o «En este año con Francisco, creció 3 puntos el porcentaje de católicos practicantes en España», ReligionenLibertad.com, 06.03.2014. [5] «U.S. Catholics View Pope Francis as a Change for the Better», Pew Research Religion and Public Life Project , 06.04.2014, en http://goo.gl/0uARq3 [Consultado el 10.04.2014]. [6] Sobre esto puede resultar de interés «El día en que internet nos convirtió en editores de nosotros mismos», 11.11.2013, en http://goo.gl/R9xsFo. [7] Aunque se trata de otro ámbito, ejemplificaciones del poder ciudadanos en las redes sociales ha quedado al descubierto en las manifestaciones de las así llamada «primavera árabe» donde Twitter y Facebook han sido determinantes como canalizadoras del poder de sumar fuerzas y convocatoria. Dígase lo mismo para los vivido en Ucrania y Venezuela. [8] Fue lanzada en agosto de 2003. Con el crecimiento de Facebook, MySpace se ha quedado en un plano bastante inferior al que tuvo en sus comienzos. [9] Cf. «La rete ama Papa Francesco: il Pontefice “personaggio” dell´anno anche online», estudio realizado por 3rdPLACE para Aleteia.org. La sociedad de consulta especializada en Digital Intelligence tomó en consideración para este estudio múltiples canales que van de los blogs a los portales de información, pasando por foros de discusión y redes sociales como Twitter, Facebook y YouTube. El objetivo del estudio fue demostrar cómo la popularidad del Papa Francisco ha tenido un fuerte impacto en el continente digital, convirtiéndolo en 2013 en el personaje más popular y en el comunicador más eficaz. Este estudio puede consultarse en italiano e inglés en esta dirección http://3rdplace.com/aleteia [Última consulta: 10.03.2014]. [10] De suyo el Parlamento Europeo reconoció oficialmente al Papa Francisco como «Comunicador del año 2013». [11] Ya en agosto de 2013 el informe «Twiplomacy 2013» ubicaba al Papa como el líder mundial más influyente en Twitter. El informe «Twiplomacy 2013» es un estudio sobre el uso de Twitter por parte de los líderes mundiales. Identifica, de entre 505 cuentas estudiadas, al Papa Francisco como el jefe de estado y de gobierno más influyente en la twiplomacía digital (Cf. «El Papa Francisco es el más influyente en Twitter según el estudio Twiplomacy 2013», 01.08.2013, en http://goo.gl/SmoTSg) [Última consulta: 10.03.2014]. [12] Véase también «Papa Francisco, el rey de Facebook, según el informe oficial 2013 de esa red social», 10.12.2013, en http://goo.gl/G0FCAI [Última consulta: 10.03.2014]. [13] Otros reportes que corroboran el primado del Papa también en la web son: «El papa Francisco y su elección: los dos temas que dominaron Facebook en 2013», ZENIT News Agency, 10.12.2103, en http://goo.gl/6RmSaA; «Ayuno, oración y Twitter: las claves de acción del Papa para la guerra evitada en Siria», ZENIT News Agency, 21.09.2013 en http://goo.gl/vA6VOx [Última consulta: 10.03.2014]. [14] El estudio de 3rdPLACE-Aleteia.org muestra que «las menciones generadas por portales de noticias y medios de comunicación suman sólo un 15% de su presencia. El resto son comentarios generados en redes sociales por los internautas. El 73% de las menciones proviene de Twitter (cf. «Mobile World Congress Barcelona: Papa Francisco, “estrella” de internet», 25.02.2014, en http://goo.gl/bjDgrz [Última consulta: 10.03.2014]. [15] En una entrevista publicada en dos partes por ZENIT News Agency, el portavoz del Vaticano refería lo que supuso de modo concreto el Cónclave de 2013 y la elección de Papa Francisco, véase «Padre Lombardi racconta il primo anno di papa Francesco», 02.03.2014 y 03.03.2014, en http://goo.gl/xWqXyC [Última consulta: 10.03.2014]. [16] Es de especial valor A. Scelzo, La penna di Pietro. Storia (e cronaca) della comunicazione vaticana dal Concilio a Papa Franceso, Libreria Editrice Vaticana, Vaticano 2014, 180-202. [17] En una apretada síntesis puede decirse que la constatación acerca de cómo cierta prensa internacional prensa o condicionaba la percepción sobre la imagen del Papa, y cómo tergiversaba sus mensajes, planteó la necesidad de que la Iglesia misma saliera al paso y comunicara por ella misma. El brinco a las redes sociales fue fraguándose poco a poco durante el pontificado de Benedicto XVI, bajo el liderazgo e iniciativa del Pontificio Consejo para las Comunicaciones Sociales. [18] Dos años después, el 17 de diciembre de 2013, llegará el primer restyling de la web (Cf. «Un cambio de dirección. Nueva web para L´Osservatore Romano», 16.12.2013, en http://goo.gl/OWjyoY) [Última consulta: 10.03.2014]. [19] La agencia Oogo S.r.l. realizó un estudio-análisis sobre las reacciones y sentimientos generados en Twitter durante el primer mes que llevaban activos los perfiles del Papa Benedicto en esa red de microblog. Oogo (www.oogo.com) se concentró en dos aspectos: las reacciones generadas en la red a los «tuits» del Papa y el uso que hacen de Twitter algunos cardenales ahí presentes. De los 270,456 mensajes de respuesta generados en el primer mes (diciembre 2012-enero 2013), los de contenido positivo fueron superiores a los de contenido negativo (26.426 contra 22.542). Los restantes 200 mil son clasificados como neutros. El análisis se detuvo en los 100 mensajes top de respuesta evidenciando que los mensajes negativos se concentran en temáticas específicas como sacerdotes pedófilos (26%), injurias contra el Papa (25%), críticas al poder y «riquezas» del Vaticano (20%), ironía y sátira (16%), cuestiones relacionadas a las uniones gays (8,5%) y críticas a la fe (2,5%); mientras que los positivos son, sobre todo, re-envíos de las palabras de Benedicto XVI (26,5%), agradecimientos y buenos deseos (25%), petición de oraciones (16,6%), comentarios sobre el evento (12%), temas existenciales (7,6%) y respuestas en defensa del Papa (7%). [20] Hemos reproducido casi textualmente una parte de un artículo nuestro publicado en enero de 2013: «La Iglesia y los medios de comunicación», 16.01.2013, en http://goo.gl/r98Sxt [Última consulta: 10.03.2014]. Sobre el aspecto numérico de las cuentas de Twitter del Papa Francisco puede subrayarse que hasta el 4 de marzo de 2014 la cuenta idiomática con el mayor número de seguidores es la de idioma español con 5 millones. Le sigue la cuenta en inglés con 3,7 millones. [21] Fue también todavía bajo Benedicto XVI que se nombró al periodista americano Greg Burtke senior communications adviser de la Santa Sede, a finales de junio de 2012. El oficio de Burtke consiste –grosso modo– en asesorar al Vaticano sobre la mejor manera de comunicar y en prevenir riesgos en el ámbito de la comunicación institucional de la Iglesia. [22] La novedad en cuanto a iniciativas en redes sociales durante el pontificado de Papa Francisco ha sido la cuenta del Vaticano en Instagram: http://instagram.com/newsva. [23] Puede verse en este enlace: http://youtu.be/TsEJVP_eDAE [Última consulta: 10.03.2014]. [24] Estudios concentrados en el lenguaje verbal del Santo Padre muestran que entre las palabras más usadas se encuentran por ejemplo «guerra», «violencia», «ambiente», «paz», «hambre», «niños», «armas», «pobreza», «derechos humanos» o «familia». Es sintomático también que los tuits del Papa con la mayor cantidad de reenvíos sean los que están relacionados con temas como esos: el del 17.03.2013 tiene 40.732 retuits; el del 19.03.2013 tiene 30.608 retuits y el del 31.03.2013 más de 25 mil retuits. [25] Por ejemplo A. Beltramo y M. Velásquez, De Benedicto a Francisco, Planeta, Barcelona 2013; E. Piqué, Francisco. Vida y revolución, La esfera de los libros, Madrid 2014; A. Spadaro, Papa Francesco, La mia porta è sempre aperta. Una conversazione con Antonio Spadaro, Rizzoli, Milano 2013; etc. El 12 de marzo de 2014 el diario La Stampa mostraba un dato del todo elocuente: de marzo de 2013 a marzo de 2014 se ha publicado -¡tan sólo en Italia!- 214 libros sobre el Papa Francisco: 106 antologías y 108 ensayos (cf. «Quasi un libro al giorno nell’anno di Francesco. Dal marzo dello scorso anno ad oggi in Italia è stata raggiunta quota 214 titoli»). [26] Cf. «”Francis”: lanzan nueva línea de perfume en honor al Papa Francisco», 19.09.2013, en http://goo.gl/nJfokN [Última consulta: 10.03.2014]. [27] Cf. «Para la revista de moda Esquire el Papa Francisco es también el hombre más elegante de 2013», 06.01.2014, en http://goo.gl/6MJn0a. [28] «”A Priest’s Tale”: película sobre el Papa Francisco a la pantalla grande en marzo de 2014», 09.09.2013, en http://goo.gl/GsKWGv. [29] Una lista no exhaustiva de cuentas puede verse en este enlace: https://twitter.com/web_pastor/resources/members. [30] A. Spadaro, «Papa Francesco e la comunicazione», La Civiltá Cattolica [3927], 2014, 241 (1 febrero de 2014). La traducción del italiano al español es mía. [31] A. Spadaro, Papa Francesco e la comunicazione, 241-242. La traducción del italiano al español es mía. [32] M. Carroggio, El estilo comunicativo de Francisco, Temes d´Avui, diciembre 2014 [El texto original de este artículo fue publicado en catalán. El autor lo facilitó posteriormente en una versión privada en castellano]. [33] Sobre este particular enriquece la visión que ofrece Mons. Georg Gänswein, prefecto de la Casa Pontificia y secretario particular del Papa emérito, Benedicto XVI, partiendo de lo común y luego yendo a las “diferencias” entre el anterior y el actual pontífice: « Lo que tienen plenamente en común es el amor por el Señor y por la Iglesia. Este amor es la base de todo lo que hacen. En cambio, son distintos en la personalidad, en los gestos, en los comportamientos. Los gestos del papa Francisco son típicamente suyos, mientras que el Papa Benedicto tiene un carácter más bien reservado. Los dos han aportado al ministerio petrino los dones y los talentos que el Señor les ha dado» (cf. «Me siento un privilegiado. Entrevista a Mons. Georg Gänswein», Palabra, 1 de marzo de 2014).[1] Excepción Chile declaración periodistas y regaño México a quien le jaló