(ZENIT Noticias / Alepo, 06.02.2023).- El devastador terremoto que sacudió el sur de Turquía y el norte de Siria en la madrugada de este lunes 6 de febrero también golpeó a muchas comunidades cristianas sirias, que ya se enfrentaban a una situación extremadamente difícil tras más de una década de guerra y persecución, por no hablar de la reciente y agobiante crisis financiera.
Muchas ciudades y pueblos con una importante población cristiana, como Alepo, Homs, Lattakia y Hama, se vieron gravemente afectados. Ayuda a la Iglesia Necesitada (ACS) ha recibido informes aún no confirmados de muertes en comunidades cristianas de Alepo y Lattakia y de decenas de cristianos heridos en Hama.
Acaba de confirmarse la noticia de que un sacerdote, el Padre Emad Daher, ha muerto en el derrumbe de la residencia del Arzobispo emérito de los greco-católicos melquitas de Alepo, Monseñor Jean-Clement Jeanbart. El propio Monseñor Jeanbart, antiguo socio del proyecto de ACS, escapó a la muerte y actualmente se encuentra hospitalizado por sus heridas; su estado es estable. Otro cristiano, que se encontraba en el edificio en el momento del terremoto, ha fallecido.
Las primeras informaciones hablan de graves daños estructurales en algunos edificios como la catedral ortodoxa siria de San Jorge, en Alepo, la iglesia franciscana de Lattakia, así como daños menores en el Centro de la Esperanza, apoyado por ACS, también en Alepo.
«La Iglesia en Siria está conmocionada por la catástrofe. Incluso en Beirut, la gente salió a la calle, preocupada por la posibilidad de que otra explosión sacudiera el país. Por ahora, la Iglesia vigila a su gente y a sus familias. Estamos preocupados por Mons. Jean-Clement Jeanbart, antiguo Arzobispo católico melquita de Alepo», declaró Regina Lynch, directora de proyectos de ACS Internacional. Lynch invita a rezar por todos los fallecidos, heridos o afectados de otro modo por la catástrofe natural.
El Arzobispo de Homs, Monseñor Jean Abdo Arbach, afirma que los 30 segundos que duró el terremoto «cambiaron por completo la vida de miles de personas». Esperamos que el terremoto abra los corazones de las comunidades internacionales y de todos los líderes mundiales para ayudar a Siria y no olvidar a la gente que sufre. La población se encuentra en un estado de desesperación y angustia absolutas. Hay gente deambulando por las calles, sin saber adónde ir, buscando desesperadamente a familiares y amigos. Muchas personas han muerto o están desaparecidas».
Ayuda a la Iglesia Necesitada seguirá evaluando la situación, para recabar toda la información posible sobre las necesidades inmediatas de la Iglesia local, de modo que pueda planificarse la ayuda de emergencia. Mientras tanto, los proyectos en curso de la AEC, incluidos los comedores sociales, el apoyo a los ancianos y el proyecto sanitario, seguirán ayudando a la población, más necesitada que nunca.