El Papa se reunió con los miembros de la Alianza Bíblica Universa. Foto: Vatican Media

La difusión de la Biblia mediante la publicación es una obra encomiable dice el Papa a traductores de Sagrada Escritura

Discurso durante el encuentro con la delegación de la Alianza Bíblica Mundial.

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(ZENIT Noticias / Ciudad del Vaticano, 16.02.2023).- Por la mañana del jueves 16 de febrero, el Papa Francisco recibió en audiencia a delegados de la Alianza Bíblica Mundial en el Palacio Apostólico. La Alianza Bíblica Mundial ha realizado el 70% de las traducciones actualmente existentes de la Biblia a otras lenguas. Por medio de ese trabajo, 4 mil millones de seres humanos han podido entrar en contacto con la Sagrada Escritura. Hay 400 proyectos de traducciones en curso. Ofrecemos el discurso que el Papa Francisco ofreció:

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Agradezco al Reverendo Dirk Gevers, Secretario General de la Alianza Bíblica Universal, su saludo. Les doy la bienvenida a todos ustedes y al Cardenal Koch que les acompaña. «La gracia del Señor Jesús esté con vosotros. Mi amor con todos vosotros en Cristo Jesús» (1 Cor 16,24).

El libro de los Hechos de los Apóstoles narra la difusión de la Palabra de Dios tras el acontecimiento pascual. Después de Pentecostés, con el poder y la guía del Espíritu Santo, los Apóstoles difunden el kerigma, explican el sentido de las Escrituras a la luz del misterio de Jesucristo y advierten contra quienes lo utilizan con malas disposiciones o por intereses mezquinos.

Las vicisitudes de la Iglesia naciente son similares a las de nuestros días. La Palabra se anuncia, se escucha y se vive en circunstancias favorables y desfavorables, de modos y con expresiones diversas, afrontando graves dificultades y persecuciones, en un mundo a menudo sordo a la voz de Dios.

La Iglesia naciente vive de la Palabra, la proclama y, perseguida, huye con ella como único equipaje. Así, las persecuciones se convierten en oportunidades para difundir la Palabra, para no olvidarla nunca. El caso del diácono Felipe es emblemático: la persecución le lleva a Samaría y, una vez allí, no habla de su dolor, sino que predica a Cristo y cura a los enfermos, «y hubo gran alegría en aquella ciudad» (Hch 8,8).

Pienso en tantos cristianos que, en nuestro tiempo, se ven obligados a huir de su tierra. Hombres y mujeres que, como los primeros creyentes, huyen llevándose consigo la Palabra recibida. Atesoran su fe como el tesoro que da sentido a las circunstancias duras, a veces terribles, que deben afrontar: abrazados a la cruz de Cristo, veneran la Palabra de Dios que «permanece para siempre» (Is 40,8; cf. 1 Pe 1,23-25).

Pero el libro de los Hechos también nos advierte. Felipe, en su misión, se enfrenta también a la incapacidad de comprender y acoger la Palabra de Dios de dos de sus interlocutores. En circunstancias muy distintas, ambos tienen acceso a la Palabra, pero Simón el mago está tan lleno de sí mismo que se impide recibir el don de Dios; el etíope, en cambio, está sediento de Dios y no sólo comprende la Palabra a través del ministerio de Felipe, sino que le pide el Bautismo, lo recibe y continúa su camino como cristiano y -dice el texto- «lleno de alegría» (Hch 8,39).

Queridos hermanos y hermanas, la «carrera» de la Palabra de Dios continúa hoy, y vosotros, con vuestra actividad, os ponéis a su servicio. La difusión de la Biblia mediante la publicación de textos en diversas lenguas y su distribución en distintos continentes es una obra encomiable. Los datos que publicáis son significativos; y me alegra saber que esta tarea de la Alianza Bíblica se realiza cada vez más en colaboración con muchos católicos de muchos países.

Pido al Espíritu Santo que guíe y apoye siempre vuestro servicio. Porque Él es capaz de revelar las profundidades de Dios, para que quienes se acercan al texto sagrado «lleguen a la obediencia de la fe» (Rom 16,26), al encuentro con Dios, por medio de Jesucristo (cf. v. 27).

Le agradezco esta visita e invoco de corazón sobre usted y su obra la bendición del Señor. Y les pido, por favor, que recen por mí. Muchas gracias.

Traducción del original en lengua italiana realizada por el director editorial de ZENIT

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Redacción Zenit

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