Por: Ariel Beramendi
(ZENIT Noticias / Roma, 13.03.2023).- En las últimas horas la información socio-religiosa se ha inundado de artículos que recorren la primera década del pontificado de Francisco. Diez preguntas, diez luces, diez desafíos y un extenso rosario de títulos inspirados en este número cabalístico.
A este volcán informativo se han añadido las sendas entrevistas que el Papa ha concedido a Infobae, a la TV Suiza, al periódico La Nación, al Fatto Quotidiano, e incluso a Vatican News. Aunque nada haya trascendido de la misa que Francisco celebró junto a sus hermanos cardenales, en su aniversario.
No se puede pretender una síntesis de las entrevistas, pues las temáticas son variopintas: desde el celibato de los sacerdotes, el voto de las mujeres en el próximo sínodo, o los proyectos que el Papa tiene para el futuro de la Iglesia.
Pero, creemos que uno de los dones que él nos ofreció a lo largo de esta década es hablar y reflexionar, con la libertad de los hijos de Dios, sobre temáticas que antes eran una especie de tabú.
Para esta entrega de las Crónicas Vaticanas, con ayuda de la inteligencia artificial hemos analizado cuáles son los conceptos que se han convertido en elementos centrales del mensaje de este Pontífice y de su visión de la Iglesia y la sociedad.
Pues bien, las palabras utilizadas con más frecuencia en sus discursos son las siguientes:
Misericordia
Amor
Paz
Justicia
Fraternidad
Solidaridad
Perdón
Esperanza
Diálogo
Comunidad
Estas palabras reflejan los valores e ideales que el Papa Francisco ha querido promover durante su pontificado, como la importancia de una Iglesia acogedora, inclusiva y abierta al mundo, que ponga en el centro a la persona y sus necesidades, que sepa dialogar con las diferentes culturas y religiones, y que esté comprometida con la paz y la justicia social.
Pero queremos volver a otras palabras usadas en una de las entrevistas y que tuvieron consecuencias inmediatas.
En la entrevista al portal Infobae el periodista se refirió al avasallamiento de las libertades en Nicaragua. El entrevistador mencionó que en este país echaron al Nuncio, que prohibieron las procesiones de Semana Santa y que el mandatario califica de mafiosos a los obispos, a los curas y a los papas. En su respuesta Francisco dijo lo siguiente.
«Con mucho respeto, no me queda otra que pensar en un desequilibrio de la persona que dirige. Ahí tenemos un obispo preso, un hombre muy serio, muy capaz. Quiso dar su testimonio y no aceptó el exilio. Es una cosa que está fuera de lo que estamos viviendo, es como si fuera traer la dictadura comunista de 1917 o la hitleriana del 35, traer aquí las mismas… Son un tipo de dictaduras groseras. O, para usar una distinción linda de Argentina, guarangas».
La respuesta no se hizo esperar. Horas después el Ministerio de Asuntos Exteriores nicaragüense solicitó a la Santa Sede el cierre de sus respectivas sedes diplomáticas. No se trata de una ruptura de relaciones, como habían anunciado algunos medios de comunicación, pero ciertamente sí es un distanciamiento total.
Lo cierto es que hasta ahora no se sabe nada de monseñor Rolando Álvarez, sentenciado a 26 años de prisión. No sabemos dónde está, cuál es su estado de salud y qué posibilidades tiene de rescatar su libertad. Situación que destaca la importancia de defender las libertades y derechos humanos, valores que el Papa Francisco ha defendido durante su pontificado.
Ariel Beramendi es sacerdote y comunicador. Vive en Roma.