(ZENIT Noticias / Washington, 26.03.2023).- El Comité de Doctrina de la Conferencia de Obispos Católicos de EE. UU. (USCCB, por sus siglas en inglés) emitió una declaración que brinda principios para evaluar algunos métodos y tecnologías más nuevos para la disposición de los cuerpos de los difuntos. El Comité Administrativo de la USCCB aprobó la emisión del comunicado el 15 de marzo.
En su declaración, el comité de doctrina afirma que todo ser humano ha sido creado a imagen de Dios y tiene una dignidad y un valor inherentes. Además, dado que «todo hombre y mujer es una unidad de cuerpo y alma, el respeto a la persona incluye necesariamente el respeto al cuerpo». La Iglesia considera que el entierro es «la forma más apropiada de manifestar reverencia por el cuerpo del difunto», ya que «expresa claramente nuestra fe y esperanza en la resurrección del cuerpo». Si bien la Iglesia permite la cremación a menos que se elija por razones contrarias a la fe católica, el método preferido es el entierro.
Aplicando los principios básicos que se encuentran en la Instrucción sobre el Entierro del Difunto y la Conservación de las Cenizas en Caso de Cremación (Ad resurgendum cum Christo) emitida por la entonces Congregación para la Doctrina de la Fe en 2016, el comité evalúa los dos métodos nuevos más prominentes para la disposición de los restos corporales que se proponen como alternativas al entierro y la cremación (hidrólisis alcalina y compostaje humano) y concluye que no cumplen con los requisitos de la Iglesia para el debido respeto por los cuerpos de los muertos. Después del proceso de hidrólisis alcalina, quedan alrededor de 100 galones de líquido en los que se ha disuelto la mayor parte del cuerpo y este líquido se trata como agua residual. Al final del proceso de compostaje humano, el cuerpo se ha descompuesto por completo junto con la materia vegetal que lo acompaña para producir una sola masa de composta, sin que quede nada distinguible del cuerpo para descansar en un lugar sagrado.
El comité de doctrina concluye su exposición recordando que la fe católica nos enseña que nuestro destino último como seres humanos incluye nuestra corporeidad: «Estamos obligados, por tanto, a respetar nuestra existencia corporal a lo largo de nuestra vida y a respetar los cuerpos de los difuntos cuando su vida terrenal han llegado a su fin. La forma en que tratamos los cuerpos de nuestros amados muertos siempre debe dar testimonio de nuestra fe y nuestra esperanza en lo que Dios nos ha prometido».
La declaración completa del comité se puede leer aquí: https://www.usccb.org/resources/On Proper Disposition 2023-03-20.pdf .