(ZENIT Noticias / Beijing, 21.04.2023).- El obispo de Hong Kong realiza la primera visita oficial a la diócesis de Beijing desde que la antigua colonia británica regresó a China en 1997, invitado por los organismos oficiales de la diócesis de la capital china.
Monseñor Stephen Chow, obispo católico de Hong Kong, inició la visita en la catedral de Pekín con una oración ante una imagen del jesuita Matteo Ricci (1552-1610), gran pionero de la misión del cristianismo en China y promotor de la inculturación del Evangelio en la cultura china. Hay dos mensajes en este gesto: el deseo de la Iglesia católica de adaptarse a la idiosincrasia del pueblo chino y el acercamiento a la iglesia patriótica. No se muestra a primera vista, pero hay hechos relevantes que lo señalan.
El jesuita y obispo de Hong Kong, Monseñor Stephen Chow, oró en la catedral de la Inmaculada Concepción junto al arzobispo Li Shan, de la diócesis de Shangai, trasladado unilateralmente por la autoridad china a principios de marzo, sin tener en cuenta el pacto bilateral entre el Gobierno Chino y el Vaticano sobre el nombramiento de obispos. Además, Li Shande es presidente de la Asociación Patriótica de Católicos Chinos desde el verano pasado, por lo que su presencia en la visita a la capital del país tiene especial significado. Asistieron unas decenas de fieles al acto en la catedral.
Hay interés en el Gobierno comunista por promover los intercambios e interacciones entre las dos partes, según declaró Mao Ning sobre la posición del Ministerio de Relaciones Exteriores de China acerca del nombramiento de Li Shan. La Santa Sede no hizo declaración oficial, salvo el aviso de que no se la tuvo en cuenta en el traslado del obispo.
Matteo Ricci es conocido en China como Li Madou. Hay una imagen suya frente al altar. El Papa Francisco le declaró venerable en diciembre pasado con la promulgación del decreto sobre sus virtudes heroicas. El obispo Chow es el primer obispo de Hong Kong que realiza una visita oficial a la diócesis de Beijing desde que la antigua colonia británica regresó a China en 1997.
La Santa Sede manifiesta con la visita de Monseñor Chow y su acompañante, el P. Peter Choy, Vicario General, una respuesta amistosa y de acercamiento tras el traslado de monseñor Li Shande desde la diócesis de Jiangxi a Shangai. Es llamativo que también acompañó al obispo de Hong Kong el obispo auxiliar, monseñor Joseph Ha. Todos permanecieron en Beijing hasta el viernes 21 de abril, visitando lugares y comunidades de la iglesia católica oficial. Fue al Seminario Teológico donde estudia la mayor parte de los futuros sacerdotes de la capital china.
Monseñor Chow declaró el 9 de marzo, al ser invitado a Pekín que «la misión de la Diócesis de Hong Kong es ser una Iglesia puente y promover intercambios e interacciones entre las dos partes».