(ZENIT Noticias / Jerusalén, 12.05.2023).- Del 2 al 4 de mayo de 2023 tuvo lugar en Jerusalén la 17ª reunión de la Comisión Bilateral de Delegaciones del Gran Rabinato de Israel y la Comisión de la Santa Sede para las Relaciones Religiosas con el Judaísmo, sobre el tema: «Consideraciones judías y católicas sobre los cuidados en la enfermedad terminal: lo prohibido, lo permitido, lo obligatorio».
Ofrecemos a continuación la traducción del documento que conjuntamente emitieron las partes sobre la enfermedad termina.
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Comisión bilateral del Gran Rabinato de Israel y la Comisión de la Santa Sede para las Relaciones Religiosas con el Pueblo de Judío (17ª reunión)
Consideraciones judías y católicas sobre los cuidados en la enfermedad terminal: lo prohibido, lo permitido, lo obligatorio
Jerusalén, 2-4 mayo 2023 / 11-13 Iyyar 5783
Declaración conjunta
1. El Gran Rabino Arussi dio la bienvenida a las delegaciones en la recepción de apertura, señalando que hacía cinco años que no se celebraban reuniones de la Comisión Bilateral debido a la pandemia de covid-19, por lo que expresó su especial alegría por esta reunión. Las delegaciones desearon al Gran Rabino una pronta recuperación de su enfermedad y el restablecimiento de su plena salud. El Sr. Yehudah Cohen, recientemente nombrado Director General del Gran Rabinato de Israel, también expresó su bienvenida y aprecio por el trabajo de la Comisión Bilateral y su importancia para toda la sociedad.
2. Las reflexiones, que comenzaron al día siguiente, profundizaron en el tema que la Comisión Bilateral había tratado en su 6ª reunión sobre la vida humana y la tecnología, a la luz de los notables avances de la ciencia médica.
3. La ponencia por parte católica ilustró los principios rectores relativos a la atención de los enfermos terminales, partiendo de la advertencia del Papa Francisco sobre el «contexto sociocultural contemporáneo que disminuye progresivamente la comprensión del valor de la vida humana».
4. Por lo tanto,la dignidad de todo ser humano -que para judíos y católicos desciende de la afirmación del carácter sagrado de la vida humana- fue proclamada de nuevo, de acuerdo con la declaración de la Comisión Bilateral emitida en Roma en febrero de 2006 /Shevat 5766:
«Afirmamos los principios de nuestras respectivas tradiciones religiosas de que Dios es el Creador y Señor de toda vida, y que la vida humana es sagrada porque, tal como enseña la Biblia, la persona humana ha sido creada a imagen divina (cf. Génesis 1:26-27). Dado que la vida es un don divino que hay que respetar y preservar, repudiamos decididamente la idea del dominio humano sobre la vida y el derecho de cualquier persona o grupo humano a decidir sobre su valor o duración. En consecuencia, repudiamos el concepto de eutanasia activa (el llamado homicidio piadoso) como una pretensión humana ilegítima sobre la exclusiva autoridad divina para determinar el momento de la muerte de la persona humana». Además, «a este respecto, reafirmamos las enseñanzas de nuestras tradiciones, según las cuales todos los conocimientos y habilidades humanos deben servir para promover la vida y la dignidad humanas y, por tanto, estar en consonancia con los valores morales derivados de los principios antes mencionados. En consecuencia, debe haber límites a la aplicación científica y tecnológica, reconociendo el hecho de que no todo lo que es técnicamente factible es también ético».
5. Se hizo especial hincapié en la importancia de los cuidados paliativos y de todos los esfuerzos posibles para aliviar el dolor y el sufrimiento. También se hizo referencia a la histórica Declaración Conjunta de las tres religiones abrahámicas, rechazando la eutanasia activa y el suicidio médicamente asistido, publicada en el Vaticano el 28 de octubre de 2019 / 29 Tishri 5780.
6. Para judíos y cristianos, atender a los enfermos terminales con fe, respeto y amor, significa verdaderamente encender una luz de confianza y esperanza, en un momento marcado por la oscuridad y la sensación de soledad y abandono, tanto para los enfermos como para sus seres queridos.
7. La sesión II trató de las directrices para los enfermos terminales, legisladas en armonía con la tradición judía, y sus ramificaciones globales. Se hizo hincapié en la distinción entre las acciones que causan la muerte y las opciones de omisión más allá de las necesidades humanas básicas; así como entre la eutanasia activa y el suicidio asistido por un médico, por una parte, y, por otra, la interrupción de tratamientos terapéuticos continuados (como la ventilación y los marcapasos) o la prolongación de la vida más allá de las necesidades humanas básicas (como la diálisis y la quimioterapia).
8. Las Delegaciones reconocen que las complejidades éticas y religiosas que entrañan las situaciones al final de la vida exigen que cada caso se considere en relación con sus circunstancias y necesidades particulares.
9. Las delegaciones fueron recibidas por el Director General del Hospital Shaare Zedeq, donde pudieron comprobar cómo se trata a los enfermos terminales de acuerdo con los principios expuestos.
10. Los miembros de la delegación dan gracias a Dios Creador, invocando su bendición sobre todos los enfermos y todos aquellos que se dedican a cuidar y proteger la vida.
Traducción del original en lengua italiana realizada por el director editorial de ZENIT.